Mientras la carrera por conseguir una vacuna contra la COVID-19 arrancó a toda velocidad hace meses, Costa Rica delinea su estrategia para adquirir el cotizado medicamento. Los encuentros interinstitucionales comenzaron en agosto y las autoridades valoran acuerdos bilaterales con casas farmacéuticas y una alianza con el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax).
Así lo confirmó Pedro González, viceministro de Salud, en entrevista con EF.
De manera convencional Costa Rica adquiere las vacunas mediante el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), según lo establece Ley Nacional de Vacunación (Nº 8.111). Esa sería una de las vías para adquirir la vacuna, sin embargo, para hacer una compra efectiva, ágil y ajustada a los parámetros sanitarios podrían darse reformas en el camino.
Una estrategia país sólida será vital para enfrentar la encarnizada competencia en el mercado internacional de vacunas, pues las potencias ya establecieron acuerdos con causas farmacéuticas para garantizar la inmunización de sus poblaciones.
Tal es el caso del gigante farmacéutico francés Sanofi que le dará prioridad a Estados Unidos, el anuncio que se realizó en mayo provocó la protesta del presidente francés Emmanuel Macron quien afirmó que este debe ser “un bien público mundial”, según la agencia AFP.
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Esfuerzos apenas comienzan
Carlos Alvarado, presidente de la República, anunció el miércoles 9 de setiembre que el país pretende adquirir la vacuna contra la COVID-19 en el primer semestre del 2021. Sin embargo, los esfuerzos país comenzaron hace pocas semanas y el escenario de distribución de las farmacéuticas es incierto.
La comisión interinstitucional a cargo comenzó su labor en agosto y ya entabló encuentros con Pfizer, AstraZeneca y Sinovac; además ya se coordinan encuentros con otras tres farmacéuticas que desarrollan vacunas y cuyos ensayos se encuentran en fase 3 para valorar la mejor opción para el país.
En la actualidad existen ocho vacunas en desarrollo que se encuentran en fase 3. (Consultar infografía)
Vacunas candidatas contra COVID-19 en fase 3
Ocho medicamentos se encuentran en fase final de prueba
FUENTE: ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) CON INFORMACIÓN AL 03 DE SETIEMBRE. || INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
La mesa de trabajo está integrada por el Ministerio de Salud, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, el Ministerio de Planificación y el Ministerio de Hacienda.
“Nuestros equipos están trabajando para garantizar las primeras vacunas para la población apenas estén disponibles por parte de los fabricantes, se estima en el primer semestre del 2021. Eso incluye un primer presupuesto de recursos que presentaremos prontamente en el Congreso”, afirmó el mandatario en conferencia de prensa.
Sin embargo, este plan de gastos aún no toma forma. EF consultó al Ministerio de Hacienda cuándo presentará el presupuesto extraordinario ante la Asamblea Legislativa pero la oficina de prensa indicó que la información se dará a conocer cuando esté lista.
De momento, lo único cierto es que para el 2021 el Gobierno se reservó espacio para gastar. La regla fiscal determinó que para el próximo año el gasto corriente podía crecer 4,13% pero el límite se fijó en 0,77%, según consta en el Proyecto de Presupuesto Nacional.
En caso de que se necesitara ampliar el gasto (por ejemplo para costos asociados a la pandemia o para comprar una vacuna) el Ejecutivo podría ampliar el gasto corriente 3,36 puntos porcentuales, indicó Isaac Castro, viceministro de Egresos el martes 2 de setiembre.
El precio de una futura vacuna aún se desconoce y su valor dependerá de múltiples factores como el enfoque de precios de los fabricantes, el costo de la investigación y el desarrollo y capacidades de fabricación, entre otros.
Costa Rica deberá de destinar dinero por adelantado para acceder a la vacuna, tanto si accede a través del COVAX (organismo internacional que pretende garantizar un acceso equitativo del medicamento a las naciones) como si lo hace mediante acuerdos bilaterales con las casas farmacéuticas.
“El dinero se saca de donde sea necesario porque la estrategia va a ahorrar millones en el tema del daño a la economía”, manifestó Pedro González, viceministro de Salud.
Una de las posibles vías para conseguir el dinero podría ser a través de un crédito con algún organismo multilateral. Días atrás el Directorio del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), aprobó un fondo de $400 millones para dar recursos a ocho países del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y que puedan acceder a la vacuna.
Para cada uno se destinarían $50 millones y el crédito sería a 20 años plazo, con cinco años de gracia y una tasa de interés LIBOR 6M + 1,75%. La oficina de relaciones institucionales del multilateral indicó que Costa Rica mostró interés en recibir más detalles y sobre este préstamo.
Mientras los esfuerzos para entablar una mesa de trabajo comenzaron a materializarse cinco meses de que arribara la crisis sanitaria al país, en los albores de la pandemia el presidente Carlos Alvarado envió una propuesta a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que se creara un repositorio tecnológico de libre acceso.
El 24 de marzo el mandatario, en conjunto con el titular de Salud, Daniel Salas, envió una iniciativa para desarrollar un memorando de entendimiento para compartir tecnología, pruebas diagnóstico, dispositivos, medicamentos o vacunas.
¿Cómo se adquieren las vacunas en el país?
Es importante conocer cuál es la ruta que sigue el país para adquirir vacunas en condiciones normales ya que este mecanismo podría dar indicios sobre cómo se procedería para obtener la inmunización.
Para esto se consultó a la doctora Leandra Abarca, coordinadora del programa de inmunizaciones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y también a María Luisa Ávila, exministra de Salud y pediatra infectóloga.
La Ley Nacional de Vacunación (Nº 8.111) y el Reglamento a la Ley Nacional de Vacunación (N° 32.722) son los dos instrumentos que dictan los parámetros que debe seguir el país para adquirir las vacunas.
Estas normas determinan que las compras se hacen mediante el Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mecanismo que permite adquirir medicamentos de buena calidad, certificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a un precio asequible.
Antes de enviar la petición al Fondo Rotatorio, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología determina cuáles vacunas se deben aplicar y los esquemas de vacunación. Este grupo es liderado por el titular de Salud y está integrado por autoridades de la Caja, el Ministerio de Salud e instituciones académicas como la Asociación de Pediatría.
Cuando la comisión define el grupo que se debe inocular, los esquemas de vacunación y las dosis que serán necesarias, se estiman los costos y se contemplan dentro del presupuesto anual de la CCSS para adquirirlas mediante el Fondo Rotario.
El Ministerio de Salud también destina una parte de su plan de gastos para este fin, pero en una menor porción. La cartera también coordina la adquisición de las vacunas con ese organismo internacional.
Después de que la Caja planifica y presupuesta los esquemas de vacunación se envía la información al Fondo Rotatorio de la OPS desde julio del año anterior. Es decir, para las dosis que llegarán en el 2021 los procesos se deberían haber concretado en julio de este año.
El Fondo busca las opciones disponibles en el mercado, cotiza, emite las órdenes de compra y se procede con la logística del ingreso de los medicamentos al país, el desalmacenaje, la distribución y la aplicación.
Si el Fondo Rotatorio no tiene capacidad para satisfacer la demanda país, el Reglamento a la Ley Nacional de Vacunación contempla una excepción para comprar las vacunas mediante otros procesos administrativos.
El artículo 20 establece que si el fondo no puede suplir las vacunas, la Caja comprará las dosis mediante la normativa que tenga vigente para la adquisición de medicamentos.
Como la compra de la vacuna contra la COVID-19 será una adquisición atípica, la comisión interinstitucional valora aspectos técnicos y jurídicos, y sería posible hacer una reforma al Reglamento a la Ley Nacional de Vacunación (N° 32.722) para agilizar el proceso de compra, de acuerdo a declaraciones del viceministro de Salud.
Una carrera sin precedentes
La senda para conseguir las dosis de inmunización será complicada, pues el país enfrentará una de demanda asfixiante con una oferta limitada de vacunas y gobiernos que ya establecieron acuerdos con desarrolladores farmacéuticos para tener prioridad.
“Todos los países podrían estar negociando con las compañías de vacunas. Obviamente los más grandes y los que tienen más dinero van a tener prioridad, pero la buena noticia es que hay bastantes compañías que pueden producir vacunas y hasta ahora hay varias que podrían culminar en una aplicación de manera masiva”, afirmó María Luisa Ávila, exministra de Salud y pediatra infectóloga.
La carrera no será fácil pues durante las últimas semanas se dieron a conocer varios convenios de acceso prioritario. Estados Unidos estableció un acuerdo con Sanofi; Canadá firmó documentos con Pfizer, Modena, Novavax y Johnson & Johnson.
Mientras que Alemania, Francia, Italia y Holanda establecieron una alianza para que AstraZeneca les otorgara una vacuna a finales del 2020. No obstante, este 8 de setiembre esta desarrolladora detuvo el ensayo de la vacuna en fase 3 luego de que uno de sus participantes presentara efectos adversos.
Hasta el 03 de setiembre la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizaba nueve vacunas en fase 3 y 34 en evaluación clínica, es decir, que se encuentra en fase 1, 2 o 3. Hoy solo quedan ocho pues AstraZeneca detuvo sus ensayos.
Al parecer Estados Unidos lidera la carrera pues ya alista dos posibles escenarios para iniciar la vacunación a finales de octubre. Así consta en un documento que del Centro para el Control de Enfermedades (CDC).
El documento plantea dos escenarios, en el primero se repartirían entre 32 y 52 millones de dosis para el último trimestre del 2020 y en el segundo se distribuirían 26 millones de vacunas durante el mismo periodo.
Frente a este escenario el Costa Rica espera aprovechar las iniciativa Covax impulsada por la Organización Mundial de la Salud.
“Se supone que en una fase inicial lo que darán es un 20% de vacunas para la población total y corresponde a los países definir las estrategias de cómo van a vacunar y cuál va a ser la población meta para esta inmunización”, agregó la exministra de Salud.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, también ha abogado por una distribución equitativa. Así lo dio a conocer el pasado 4 de setiembre.
“La primera prioridad debe ser vacunar a algunas personas en todos los países, en lugar de a todas las personas en algunos países. Esto no es solo un imperativo moral y de salud pública, sino también un imperativo económico”, manifestó director general de la OMS.
En este contexto de voraz competencia hay que recordar que la Caja ya sufrió los embates de un mercado mundial hambriento de insumos médicos, y experimentó retrasos en la adquisición de 311 ventiladores para atender pacientes con COVID-19.