El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) decretó este martes un año de emergencia sanitaria debido a dos plagas que están afectando unas 24.000 hectáreas del cultivo de banano en el país .
El decreto se debe al aumento de la incidencia de la escama Diaspis boisduvalii y la cochinilla Pseudococcus elisae, que provocan manchas negras en los bananos, "razón suficiente para que las plantas empacadoras rechacen el producto", explicó el SFE en un comunicado.
"El mayor riesgo que enfrentamos es que los países importadores impongan restricciones, incluyendo la devolución del envío o el cierre de mercado, trayendo serias consecuencias y restándole credibilidad comercial al país", indicó Magda González, directora del SFE.
La declaración de emergencia permitiría una importación rápida de bolsas impregnadas con los agroquímicos Buprofezina y Bifentrina que ayudarían a mitigar los efectos de las plagas y que serán distribuidas exclusivamente a los productores afectados.
"Las bolsas no podrán estar a la venta en agroservicios, si no que las empresas autorizadas para importarlas tendrán que entregarlas directamente a la lista de productores afectados que elaboró Corbana. Dicha distribución se realizará bajo supervisión del Estado", se lee en el comunicado.
Según el SFE, las plagas se han incrementado a raíz de los cambios que presenta el clima en el Caribe (desde Talamanca hasta Sarapiquí), la principal zona bananera del país.
Datos de la Corporación Bananera Nacional (Corbana) indican que la producción bananera de Costa Rica se concentra en la provincia de Limón (Caribe), en un total de 41.200 hectáreas, y emplea a unas 40.000 personas de manera directa y a 100.000 de forma indirecta, lo que representa el 60% de la fuerza de trabajo de la zona.
Cifras de Promotora de Comercio Exterior (Procomer), a octubre del 2013, indican que se han exportado cerca de $594 millones en banano.
Cerca de la mitad del producto se dirige a la Unión Europea y la otra mitad a Estados Unidos, y en pequeños porcentajes a otros mercados como China, Rusia y el Medio Oriente