A seis años del Acuerdo de París y tres meses después del informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés). Esos son los antecedentes de la 26° Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), aplazada un año debido a la pandemia de COVID-19, que inició este lunes 1.° de noviembre.
Las advertencias de dicho informe, sobre un paso más acelerado del cambio climático y sus consecuencias casi irreversibles, le dan carácter de urgencia a las negociaciones de este año en Glasgow, Escocia.
Los avances de los últimos seis años han girado en torno a los compromisos nacionales y la reglamentación del Acuerdo de París del 2015, pero aún quedan algunos pendientes por finiquitar.
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Uno de ellos es la reglamentación del artículo 6, una polémica sección que busca establecer las reglas para el mercado mundial del carbono y sobre el que hay posiciones encontradas.
No obstante, con el regreso de Estados Unidos, tras el abandono del acuerdo por parte del expresidente Donald Trump, y con una China que parece dar más señales de compromiso con la reducción de sus emisiones, los científicos siguen esperanzados en que esta COP26 culmine con importantes acuerdos.
Para comprender la dimensión de las tareas por abordar y los retos de esta nueva COP, EF conversó con Pascal Girot, director de la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica y miembro del equipo negociador costarricense.
Las tareas y retos de la COP26 en Escocia