Costa Rica tiene clara la agenda a tratar durante la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, el 2 y 3 de mayo.
El canciller Enrique Castillo citó entre los temas importantes la petición para que Estados Unidos apoye los intentos del país por abandonar la lista de naciones de renta media-alta.
Los países con esa condición dejan de ser acreedores a la asistencia oficial para el desarrollo, ayuda económica otorgada por las naciones poderosas.
Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Costa Rica forma parte de una lista de 33 países latinoamericanos de renta media.
El país ocupa el quinto lugar de los países latinoamericanos en desarrollo con ingreso medio.
Hacia reunión mundial
Castillo informó que, en junio, San José será la sede de una reunión mundial de países de renta media, donde se evaluarán las acciones para dejar esa condición.
Y el apoyo de los Estados Unidos parece fundamental para cumplir con ese objetivo.
Según el Ministerio de Planificación (Mideplan), en el 2011 Costa Rica recibió $101,4 millones en ayuda extranjera, una reducción de un 29,6% con respecto a los $144,2 millones del año anterior.
Mideplan contabilizó que en el 2011 Estados Unidos fue el país que más cooperación de carácter técnico brindó al país, por un estimado de $37,9 millones.
Empero, el jefe de la diplomacia costarricense afirmó que no es viable pensar que Estados Unidos aumente el caudal de cooperación que fluye hacia la región.
Castillo sí ve posible un aumento en la cooperación técnica, especialmente aquella que brindan los norteamericanos en temas como el combate al narcotráfico y el crimen organizado, bajo el esquema de una sociedad donde todos ponen su esfuerzo.
En materia multilateral, en el marco del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), Castillo espera una agenda abierta en la cita de los mandatarios centroamericanos con Obama.
También reconoce que el tema migratorio y las reformas que impulsa Obama serán de abordaje obligatorio para la mayoría de los presidentes de la región.
El efecto Obama
Castillo afirmó que la visita de Obama a Costa Rica es un gesto significativo que marca un giro en las relaciones con Costa Rica.
“Es un reconocimiento al liderazgo que tiene la presidenta Laura Chinchilla en la región. La reunión bilateral se viene gestando desde hace dos años y bien pudo haberla recibido en Washington, pero decidió venir aquí”, recalcó.
Empero, para el politólogo Francisco Barahona la visita revierte un carácter más regional que bilateral.
“Obama viene a subsanar el error de lejanía que tuvo su primera administración con Centroamérica, delicado porque la región está inmersa en una lucha contra el narcotráfico, que afecta a Estados Unidos”, recalcó.
Sobre las consecuencias que tendrá la visita para el Gobierno de Chinchilla, Barahona no negó un impacto positivo.
Dijo que será algo así como un baño de rosas para Chinchilla, por el carisma de Obama.
Además de coincidir con el posible reavivamiento de las relaciones EE. UU.-Centroamérica, el politólogo Daniel Calvo opinó que la visita del gobernante estadounidense podría impulsar a la región a dar un paso más hacia la integración económica.
Si bien Castillo cree que no es el momento para que las partes analicen los resultados del Cafta, en vigencia desde el 2009, Calvo consideró que la visita de Obama a Costa Rica es un reconocimiento por ser el principal socio comercial en la región y el más afín política e ideológicamente con el gobierno de Washington.
El viaje de Obama también es visto como una oportunidad imperdible para tratar de captar más ayuda de un gigante que empieza a asomar la cabeza sobre el lodazal de la crisis económica mundial, que lo tumbó hace apenas cinco años.
Sin embargo, en esta materia Obama aún tiene mucha tarea por hacer, antes de pensar en reparar otras regiones.