La confianza del consumidor costarricense detiene la tendencia positiva de crecimiento que mostraba trimestres atrás y manifiesta sus primeros signos de deterioro en casi un año.
Así lo determina el Índice de Confianza del Consumidor, calculado trimestralmente por la Universidad de Costa Rica a partir de encuestas a los hogares, que reporta una transición en el índice de un 42,4 en mayo de 2017 a un 40,2 en agosto (lo que denota un pesimismo moderado entre los costarricenses).
Aunque la variación es solo de dos puntos porcentuales (estadísticamente significativa) el movimiento revierte un comportamiento positivo que mostraba la confianza de los consumidores desde hacía casi un año.
LEA: Consumo de los hogares será más moderado en el 2017
Entre agosto y noviembre de 2016 los costarricenses empezaron a mostrar signos de que la economía nacional mejoraría, que el Gobierno estaba haciendo un mejor trabajo en sus políticas económicas implementadas y que era un mejor tiempo para hacer algunas inversiones.
Trimestre a trimestre, los ticos alimentaron una tendencia positiva que permitió que el número de optimistas creciera a cifras que no se veían desde el 2014 (año en que el Gobierno empezó sus labores), reduciendo el enorme grupo de pesimistas que históricamente ha mostrado el país.
Los nuevos datos del índice detienen la positiva tendencia que gozaba el gobierno y manifiestan que menos personas confían en la política económica desarrollada por el Ejecutivo. Entre mayo y agosto, la proporción de consumidores costarricenses que opinan que el gobierno está realizando un trabajo pobre en política económica (inflación, pobreza y desempleo) pasó de 42,4% a 47,5%. La proporción de personas que consideran que el gobierno hace un trabajo bueno cambió de 15,1% a un 12%.
Para Johnny Madrigal, coordinador de la investigación, la confianza de los consumidores se vio deteriorada desde sus perspectivas económica a corto y largo plazo.
"En los últimos tres meses el valor que más disminuyó fue la expectativa sobre el futuro económico del país. ¿Qué significa eso? Quiere decir que los consumidores están viendo que en los próximos años van a ver condiciones económicas más difíciles. Por supuesto, no es de extrañar que el 60% espere aumentos en las tasas de interés, en el tipo de cambio o en los precios de los combustibles" señala.
"Esas variables son importantes porque producen malestar y no es de extrañar que las calificaciones buenas que venía reciendo la administración empiecen a bajar" agregó.
Los resultados parten de una encuesta aplicada a 706 hogares con teléfono fijo en todo el territorio nacional entre las fechas del 3 y 18 de agosto de 2017. Las encuestas empezaron a aplicarse justo tres días después de que el Gobierno anunciara por cadena nacional las nuevas medidas que implementaría para enfrentar la falta de liquidez y el déficit fiscal.