Rodrigo Arias, diputado de Liberación Nacional (PLN), se mantendrá durante un segundo año al mando de la Asamblea Legislativa, tras ser electo este 1.° de mayo como presidente del directorio.
Arias sumó 44 votos y derrotó a los candidatos, Gilberto Campos, del Partido Liberal Progresista que obtuvo 7 votos y la frenteamplista Rocío Alfaro 6.
La forma en que amarró estos votos es un reflejo de su estilo personal: una eficiencia de bajo perfil afianzada en su larga experiencia en el ruedo político, su significancia a lo interno de la fracción verdiblanca —la mas grande— y una imagen conciliadora.
Arias ha sabido navegar los agitados mares legislativos con parsimonia y ahogar las llamaradas de la polémica cuando ha entrado en desacuerdo con el presidente Rodrigo Chaves, su tocayo al mando del Poder Ejecutivo. Tanto así que el mismo mandatario está de acuerdo con su continuidad como líder del Congreso.
“En el primer año como presidente de la Asamblea, Rodrigo Arias ha dejado ver su experiencia como controlador político y su habilidad en los procesos. Ha logrado consolidar una candidatura que ni el mismo gobierno objeta”, opinó Ronald Alfaro, politólogo del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
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Estas son características que el mismo Arias acepta y que podrían mantenerse en un segundo año al frente de Cuesta de Moras. “Me comprometí con la idea de ser un conciliador que procurara siempre los acercamientos necesarios para lograr grandes acuerdos en beneficio de Costa Rica y no desde la óptica partidaria. El movimiento de proyectos no fue poco en esta legislatura, se han aprobado importantes iniciativas: en números fueron al menos 98 proyectos que ya son nuevas leyes”, comentó a EF.
Mismo estilo, ¿diferentes resultados?
Si bien el estilo de Arias —poco espectacular pero efectivo— se extenderá durante la próxima legislatura, el contexto será diferente.
El liberacionista terminó la elección con el respaldo de 44 diputados, suficientes votos para reelegirse, lo cierto es que son menos que los cosechados hace un año. El 1.°de mayo de 2022 recibió el apoyo de 50 congresistas.
La diferencia habla de momentos políticos distintos. Los legisladores novatos han superado la curva de aprendizaje más básica y las fracciones empiezan a sentir apremio por dejar su marca. En esto algunas bancadas tienen más camino andado que otras.
El Frente Amplio (FA) es tal vez la agrupación que mejor ha sabido traducir su agenda partidaria en presentación de proyectos y votaciones en plenario. Otras como el Liberal Progresista (PLP) empiezan a dar señales más fuertes de querer diferenciarse. De ahí la decisión de presentar y apoyar a su propia papeleta para el Directorio Legislativo.
Arias tiene armas para hacerle frente a un entorno más delicado. “Él es una persona experimentada en la política nacional, especialmente en la relación entre la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo, pues le correspondió ejercer como ministro de la Presidencia en dos períodos. Esa es una experiencia que no es comparable con el resto de sus compañeros”, detalló Eugenia Aguirre, politóloga del Observatorio de la Política Nacional de la Universidad de Costa Rica.
Otro cambio que esperan los analistas se centra en la cantidad y el calado de los proyectos por discutir en Cuesta de Moras. Después de todo, el presidente de la Asamblea Legislativa —si bien no carga con toda la responsabilidad de la agenda— sí se encarga de dirigir el trámite de los proyectos de ley. Entre otras cuestiones, eso implica un papel preponderante a la hora de programar discusiones claves.
En cuanto a la agenda, Arias tiene su panorama claro.
“En este nuevo año para mí serán prioridad cuatro ejes: el tema de seguridad, la educación, la reactivación económica, por ejemplo con la iniciativa del Fondo Nacional de Vivienda, y el eje social desde el abordaje de la iniciativa ya mencionada de pensión básica universal”, puntualizó para EF.
Estas son prioridades personales que deberán conjugarse con las de los otros 56 diputados y el Ejecutivo.
Zapote tiene el control de la agenda durante las sesiones extraordinarias y arrastra varios pendientes, como los planes para reorganizar el Estado, las reformas tributarias anunciadas pero sin presentar de Nogui Acosta, ministro de Hacienda, y el reciente paquete para combatir la inseguridad.
“Rodrigo Arias sacó a relucir su experiencia para manejar temas como el de eurobonos y otros en agenda, sabe en cuáles batallas aparecer y en cuáles no”, afirmó el politólogo Daniel Calvo.
Los pilares del primer año
Los expertos consultados coinciden en algunos aspectos clave que sobresalen de la gestión del primer año de Arias:
· Capacidad para llevar adelante la agenda legislativa, balanceando la necesidad del gobierno por la aprobación de leyes y la curva de aprendizaje de algunos diputados.
· Mantener una relación cordial con el presidente Chaves en aras de conciliar acuerdos.
· Habilidades negociadoras y de enlace en proyectos urgentes para el país, como eurobonos, presupuestos extraordinarios, elección de defensora de los habitantes, entre otros.
“La relación con el Poder Ejecutivo ha sido muy cordial y fluida, he tenido varias reuniones con el presidente Chaves, mismos que han servido para conciliar con los jefes de fracción otros temas de agenda”, enfatizó el presidente legislativo.
Larga trayectoria
Cercano a sus 76 años, Rodrigo Arias cuenta con amplio recorrido político en el país, donde destaca su doble gestión como ministro de la presidencia entre 1986 y 1990, y en el periodo 2006–2010, ambos bajo la administración de su hermano Óscar Arias.
Nacido en San Francisco de Heredia, Arias se graduó como abogado, es miembro del PLN desde 1970 y en su experiencia resaltan cargos como fiscal, asesor legal, director y vicepresidente de la Bolsa Nacional de Valores, presidente de la Cámara Nacional de Azucareros y una diputación en 1986.