La informalidad laboral ronda el 40% en Costa Rica: un factor que eleva las cifras de desigualdad y de pobreza del país, que empeora la recaudación del Estado, amenaza a sus sistemas de seguridad social y que fue señalado como una deuda pendiente por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que este 11 de marzo publicó su informe Estudios Económicos sobre Costa Rica 2025.
Más allá del diagnóstico de siempre, OCDE realizó una serie de recomendaciones para reducir ese porcentaje. ¿Cuáles fueron?
Las propuestas
Según OCDE, atender el fenómeno de la desigualdad es crucial para “abordar la desigualdad de ingresos y la pobreza en Costa Rica”. Textualmente, lo describió como “un paso esencial para ofrecer mejores salarios y empleos de alta calidad”.
¿Cómo caminar en esa dirección?: estas son las cuatro claves que señaló en su más reciente análisis sobre el tema.
— Reducir los costos de las planillas
Una recomendación recurrente de la OCDE para Costa Rica es reducir los costos laborales. En este 2025, no fue la excepción.
La entidad recordó que los cargos a las planillas en Costa Rica representan un 37% del costo total de los salarios formales y que los empleadores pagan un 72% de ese monto. Asimismo, indicó que una tercera parte de esas cargas no se relacionan directamente con la seguridad social específicamente, sino que se asignan para financiar a otras instituciones como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) o el Banco Popular.
Según la Organización, ese es un modelo “regresivo e ineficiente”, “ya que obstaculiza la formalización, y al mismo tiempo, erosiona la base tributaria”.
En ese sentido, la OCDE indicó que Costa Rica podría eliminar el financiamiento al banco público y cargar el financiamiento del INA y de Fodesaf al Presupuesto Nacional, buscando otras fuentes de financiamiento como eliminaciones de exoneraciones o reformas a tasas vigentes. “Los cambios podrían resultar positivos, incluso para el sistema de seguridad social, ya que más trabajadores podrían convertirse en trabajadores formales y contribuyentes”, sugirió la entidad.
— Reformar salarios mínimos
La OCDE también indicó que Costa Rica tiene un salario mínimo relativamente alto y un sistema complejo de salarios mínimos, lo cual también podría influir en los niveles de informalidad. En ese campo, el país pasó de tener 26 salarios mínimos a solo 11 en los últimos años. Al respecto, la entidad internacional explicó que los salarios mínimos altos suelen empujar a muchos trabajadores a la informalidad en las economías emergentes, a pesar de que muchas veces ni siquiera se cumplen de forma efectiva.
Este es otro señalamiento recurrente en los informes del organismo.
— Mejorar la regulación para las jornadas parciales
La organización también señaló que la informalidad laboral es particularmente alta entre trabajadores con jornadas parciales, lo cual es más común entre mujeres.
En ese sentido, señaló que la carencia de un régimen de contribución social para específico para este grupo es una barrera de peso para la formalización.
“Los trabajadores con jornadas parciales se enfrentan a menudo a contribuciones a la seguridad social que son desproporcionadamente altas con respecto a sus ingresos”, se lee en el informe. “Además de las altas tasas de cotización social, la presencia de una base mínima contributiva fija desalienta la formalización de pequeñas empresas, así como la formalización de mujeres y jóvenes que, con mayor frecuencia, trabajan jornadas parciales”.
En ese sentido, la organización señaló que la CCSS ha aplicado reformas como el establecimiento de una base mínima contributiva para trabajadores con jornadas parciales y de ingresos bajos, pero subrayó que se debe analizar “el impacto de introducir un umbral de ingreso”.
“Permitir que trabajadores con jornadas parciales contribuyan de forma proporcional a sus ingresos sigue siendo una opción válida para facilitar la formalidad entre estos trabajadores”, recomendó.
— Reducir la burocracia y las regulaciones onerosas
Por último, la OCDE señaló que se deben de seguir eliminando las barreras para la formalización relacionadas con regulaciones onerosas o trámites burocráticos.
En ese sentido, la entidad indicó que se puede ampliar aún más el alcance de la Ventanilla Única de Inversión; por ejemplo, en materia de licencias y permisos municipales, que “aún no están incluidas en la ventanilla y que son cruciales para la creación de nuevos negocios”.
Asimismo, indicó que se debe trabajar para incrementar la cobertura de la firma digital entre empresas y personas físicas, cuyo costo actualmente se considera elevado.
La entidad también recomendó generar un catálogo o registro único, centralizado y actualizado de “todos los procedimientos administrativos, licencias y los permisos que se exigen a las empresas”, pues actualmente esa información “está dispersa en varias páginas web, lo que, en algunos casos, se traduce en incoherencias”.
En ese sentido, señaló, “construir un registro como el descrito, y realizar las evaluaciones mencionadas periódicamente, sería un aporte clave para reducir duplicidades, armonizar las regulaciones entre las diversas instituciones públicas y mejorar la funcionalidad de la Ventanilla Única”.