La calidad del aire en Costa Rica es crítica si se compara con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todos los puntos urbanos de medición que tiene el país superan la cantidad de partículas contaminantes por millón que sugiere el rector internacional.
La mitad de la culpa de esta contaminación la tiene el sector transporte: desde los carros privados hasta los vehículos de movilización pública.
El que más sobrepasa esa línea es el medidor que se encuentra en Heredia. Desde el 2010, este es el punto más contaminado del país. Sin embargo, su carga contaminante ha disminuido en microgramos por metros cúbicos, unidad que se utiliza para medir la contaminación.
Los niveles que sugiere la OMS, eso sí, son mucho más exigentes que los que aparecen en las normas de Costa Rica, que tiene un límite de 50 ug/m3.
Quienes más peso ejercen sobre esta contaminación son las personas que salen todos los días de sus casas con sus carros particulares, con un 41% de participación en la carga total de emisiones.
Estos contaminantes tienen fuertes repercusiones en la salud humana, indica el nuevo Plan Nacional de Energía (PNE) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
El problema se agrava año con año, no solo porque cada vez hay más carros que circulan por las mismas calles sino porque los autos son viejos: la edad promedio de los automóviles en el país es de 16 años.
Los carros más antiguos son también más ineficientes en el consumo de energía.
Y son viejos porque no existe una suficiente regulación para la importación de autos usados al país. La normativa vigente, indica el PNE, permiten que al país ingresen unidades con más de 15 años de antigüedad.
Del 100% de carros importados en el 2014, un 34% ingresaron al país ya usados. El año modelo de los automóviles usados que más ingresan al país es 2001.
Entre los vehículos que transportan al público, el Estado debe prestar atención a los que se dedican a movilizar estudiantes:
La eficiencia energética se ha convertido en un punto doloroso en Costa Rica, que carece de planes reales para incentivar a la población a adquirir vehículos que consuman menos y anden más. Para lograrlo, se deben promocionar buenas condiciones fiscales para la compra de vehículos con las tecnologías adecuadas, un paso que pretende dar el PNE en el corto plazo.