Los establecimientos que requerirán el certificado de vacunación a partir de este 1.° de diciembre también deberán solicitarlo a los turistas, nacionales o extranjeros.
El Gobierno de la República recientemente anunció que el certificado de vacunación será obligatorio para acceder a restaurantes, sodas, cafeterías, bares, tiendas y centros comerciales; así como a espacios de afluencia masiva como museos, hoteles, salas de eventos, teatros, cines y estadios, entre otros.
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La medida sigue en firme, según indicó el Ministerio de Salud ante una consulta de EF; a pesar de que representantes del sector turismo pidieron que se postergue su entrada en vigencia.
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur) considera que la exigencia de un esquema completo de vacunación debería posponerse, porque podría desincentivar sus actividades en época de ‘temporada alta’.
El 22 de octubre, el Gobierno anunció que, como máximo, los establecimientos que así lo deseen podrán empezar a solicitar el certificado de vacunación hasta el 8 de enero; siempre y cuando mantengan aforos máximos del 50%.
En el caso de hoteles, estos podrían funcionar en un 100% de su capacidad, pero las áreas comunes tendrían que respetar el distanciamiento; en el caso de eventos masivos, la vacunación seguirá siendo indispensable.
Incertidumbre
El Ministerio de Salud trabaja en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) para actualizar los códigos QR que finalmente se utilizarán para certificar la vacunación a partir de diciembre.
Según indicó el Micitt, la idea es afinar los códigos que se usarán en Costa Rica, al mismo tiempo que se lanza un nuevo sistema capaz de leerlos y verificarlos sin necesidad de conexión a Internet.
Para acceder a los códigos, las personas actualmente tienen que tramitar formularios y correos electrónicos, a través de la página web del Ministerio de Salud.
La versión final del código QR estaría lista a más tardar para el 8 de noviembre próximo. Actualmente apenas se aplica un plan piloto, por lo que aquellas personas que ya tengan su documento tendrán que renovarlo en las próximas semanas.
Las autoridades trabajan para tener lista su actualización de códigos QR y su nuevo sistema de lectura antes de lo esperado, según publicó el periódico La Nación, con base en declaraciones de las autoridades. Sin embargo, aún no están disponibles.
En el caso de los turistas extranjeros la situación es incierta. Los mecanismos que deberán utilizarse para verificar la vacunación aún no están claros, a pesar de que la obligatoriedad también se aplicará para ellos.
El Ministerio de Salud apenas respondió a EF que “se está valorando” vincular la entrega de códigos QR con el ‘Pase de Salud’, un documento que gestiona cada turista al ingresar al país.
El Ministerio de Salud advirtió de que la obligatoriedad del certificado de vacunación –en cualquier formato que finalmente se defina– regirá para personas extranjeras, sin distinción de las personas locales.
“En el caso de las personas extranjeras que no cumplen con el esquema de inmunización completo de vacunas aprobadas por la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE), no podrán acceder a los establecimientos que solicitarán este requisito a partir del 1 de diciembre de 2021”, indicó a través de un correo electrónico.
La medida es similar a la que tomó recientemente República Dominicana. En ese país, las personas extranjeras que visiten bares, restaurantes y espacios de aglomeración deberán certificar su estado de vacunación o aportar una prueba PCR negativa reciente, al igual que los ciudadanos locales.
En otros casos, como México, el Gobierno no ha tomado mayores medidas por su cuenta y el presidente Andrés Manuel López Obrador más bien afirmó que no respaldará que se soliciten certificados a turistas para entrar a espacios públicos como restaurantes o cafeterías.
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Molestia del sector
Representantes del sector turístico ven la obligatoriedad del certificado de vacunación como un posible desincentivo para la actividad turística en temporada alta. Asimismo, señalan que implicará nuevos gastos para un empresas que ya han sufrido golpes financieros importantes en los últimos meses.
Rubén Acón, presidente de la entidad, dijo que solo el anuncio coincidió con cancelaciones de servicios reservados.
En cuanto a los nuevos gastos que implicaría la medida, el representante señaló que solo la solicitud de los códigos “obligaría a todos los establecimientos del país a tener una persona dedicada, todo el día, a solo esa tarea”. Según añadió, esto “no toma en cuenta la realidad de los locales pequeños o familiares de nuestro país”.
Las empresas del sector alegan haber demostrado en meses recientes que pueden trabajar bajo estrictos protocolos, dejado de lado la solicitud de certificados de vacunación, sin que eso implique que se conviertan en focos de contagio.
La Asociación Costarricense de Operadores de Turismo (Acot) también aseguró temer un golpe con la nueva medida y haber registrado la cancelación de reservaciones tras su anuncio.
La entidad aseguró que el golpe es previsible si se toman en cuenta las cifras de vacunación en Costa Rica y en el resto del mundo.
A nivel local, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) contabiliza que apenas una mitad de la población está totalmente vacunada hasta el momento; mientras que en Estados Unidos (el principal emisor de turistas para Costa Rica) el porcentaje es de un 56%.
“Estamos de acuerdo en que la vacunación es la orientación correcta para tratar de minimizar el impacto de la pandemia y comprendemos la importancia de estas medidas. No obstante, es lamentable que se deseen implementar a escasos días del inicio de la temporada alta (...) es imprescindible evitar la gran cantidad de cancelaciones de reservas en la cadena de valor”, señaló Kathia Valverde, presidenta de Acot, a través de un comunicado de prensa.
No obstante, estas cifras podrían subir en las próximas semanas y los números de no vacunados incluyen a personas menores de 12 años, que aún no tienen acceso a la inmunización y que no deberán presentar certificado alguno en el país.
Estados Unidos apenas prevé empezar a inmunizar a niños de entre 5 y 12 años a partir de noviembre, indicó la Casa Blanca; tan pronto se aprueben este tipo de esquemas.
La posibilidad de aplazar la obligatoriedad de los certificados hasta enero no cambia en mayor medida la situación, según comentó Acón al periódico La Nación. Desde su punto de vista, más de una mitad de la ‘temporada alta’ sigue en riesgo para las empresas que representa. “Queda claro que no es prioritario para ellos”, señaló.
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El requisito
El Gobierno de la República anunció que, a partir de este 1.° de diciembre, Costa Rica iniciará un sistema de “reapertura gradual”. Esto implica reducir restricciones de aforo y horarias, pero todo ello sujeto a controles de vacunación.
Costa Rica ya registra un 84% de su población meta de vacunación con al menos una dosis y el Gobierno consideró que este es un porcentaje adecuado para exigir la vacunación para ciertas actividades, a partir de diciembre.
La población meta de vacunación costarricense para este año es de 4,3 millones de personas y excluye a menores de 12 años.
Según dijo el presidente Carlos Alvarado, el 13 de octubre pasado, se eligió establecer la obligatoriedad a partir de diciembre como una forma de permitir a las personas vacunarse a tiempo.
“Lo estamos diciendo con tiempo, desde ahora, para que en diciembre no haya excusa de que no hay vacunas o no hubo tiempo. Esto permitirá una mayor apertura”, afirmó.
Los primeros requisitos de vacunación se aplicarán a partir del 15 de noviembre en actividades deportivas y culturales. Estas podrán recibir asistentes (hasta un 25% de sus aforos), pero solo con esquemas de vacunación completa.
A partir de diciembre la solicitud de vacunación sería para espacios de recreo y visitación más usuales como restaurantes, sodas, cafeterías, bares, tiendas y centros comerciales, según el Gobierno.
También se pediría la vacunación para asistir a museos, gimnasios, hoteles, cabinas, establecimientos de alojamiento, salas de eventos, turismo de aventura, teatros, cines, academias de arte y deportivas, iglesias, estadios y similares.
Los comercios que no arranquen en diciembre con esta medida tendrán que operar en un 50% de su capacidad.