Las complicaciones financieras que sufre el gigante inmobiliario chino Evergrande para gestionar su deuda de $305.000 millones ponen los ojos del mundo sobre las eventuales repercusiones que tendría su quiebra para la economía mundial.
A pesar de su gran tamaño, la compañía se encuentra al borde de caer en suspensión de pagos, publicó la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s. El incumplimiento “parece probable”, también dijo la agencia Fitch.
Evergrande es la segunda constructora más grande de China, y también cuenta con inversiones en la producción de vehículos eléctricos, la manufactura y hasta adquirió al ambicioso equipo de fútbol de su país, el Guangzhou Evergrande.
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Justo esa magnitud es la que hace previsible un impacto mayor, con incidencias en China, pero también para sus socios comerciales.
¿Podría impactar la eventual caída de este gigante a Costa Rica? Los primeros indicios hacen creer que ese escenario es poco probable. La empresa carece de vínculos directos con el país; sin embargo, un colapso de su parte sí podría tener efectos inmediatos sobre los mercados financieros y la economía china, con posibles efectos indirectos para el país y el resto del mundo.
¿Qué es Evergrande?
Evergrande, fundada en 1996, es una de las empresas más grandes del planeta. Incluso destaca en el Global 500 de la revista Fortune, un índice que reúne a las entidades con mayores ingresos en el mundo y cuyas ventas combinadas representan hasta un tercio de la producción mundial.
La empresa dice haber desarrollado más de 1.300 proyectos inmobiliarios en 280 ciudades de China. También tiene a su cargo 200.000 empleados y se estima que genera 3,8 millones de puestos indirectos.
Este punto de partida también le permitió incursionar en otros mercados, como la manufactura automotriz, el fútbol, parques temáticos o el embotellamiento de agua, entre otros.
¿Qué provocó su crisis?
La empresa basó su modelo de crecimiento en el acceso a crédito rápido para financiar la construcción y la colocación proyectos. Estos proyectos, a su vez, los vendía previo a su finalización como apalancamiento para obtener liquidez y avanzar con nuevas iniciativas.
No obstante, normas adoptadas recientemente por los reguladores chinos para reducir los niveles de endeudamiento del sector inmobiliario limitaron este tipo de prácticas.
Aunado a ello, el mercado inmobiliario chino se ha desacelerado en los últimos meses.
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Todo esto derivó en problemas de liquidez que han dificultado a la compañía hacer frente a sus operaciones regulares y, por supuesto, a su elevado endeudamiento.
La compañía incluso habría incumplido con pagos de intereses a inversionistas extranjeros.
Uno de ellos habría sido por $84 millones, este 24 de septiembre, y otro por $47,5 millones, este 29 de septiembre, según informó la agencia Reuters. A la empresa le restan 30 días de gracia antes de que se confirme un default.
Implicaciones globales
Una quiebra de Evergrande tendría fuertes repercusiones en China. Por ejemplo, la pérdida de los puestos de empleo asociados con la compañía y de los dineros invertidos por empresas y particulares en sus proyectos, así como la posible caída también de muchos de sus proveedores.
Además, analistas consultados por la BBC advierten de que un derrumbe de Evergrande podría ser el inicio de problemas mayores sobre el sistema financiero chino, y más aún si otras empresas endeudadas del sector inmobiliario siguen su mismo camino.
El Banco Popular de China afirmó en una reunión, el 29 de septiembre, que el sector financiero del país debe cumplir las metas de “estabilizar los precios de la tierra y las viviendas” e “insistir en no usar los bienes raíces como un estímulo económico de corto plazo”, informó AFP con información de un comunicado divulgado en internet.
“Las consecuencias financieras serían de gran alcance. Según los informes, Evergrande debe dinero a unos 171 bancos nacionales y otras 121 empresas financieras”, afirmó a ese medio Mattie Bekink, de Economist Intelligence Unit (EIU).
Pero más allá de eso, el impacto podría trasladarse a otras partes del mundo. La eventual caída del gigante chino tendría implicaciones directas e indirectas para la economía mundial.
Un reciente artículo publicado por el Foro Económico Mundial, bajo la autoría de las especialistas en el sector inmobiliario Alice Charles y Kalin Bracken, llamó la atención sobre el impacto que podría trasladarse también en el mercado de las materias primas, si la demanda de estas disminuye como consecuencia de una menor participación china.
Además, un golpe en el sector financiero chino y un impacto de este en su producción podría derivar en menores resultados para los socios comerciales de la segunda economía del mundo.
¿Qué efectos espera América Latina y Costa Rica?
Muchas economías latinoamericanas venden materias primas a China, y estas podrían ser las más afectadas si se confirma una quiebra de Evergrande.
Chile, Brasil y Perú son exportadores de metales que se utilizan para la construcción, como el hierro y cobre, y una caída en los precios de estos (por una menor demanda) podría representar un golpe fuerte a sus números de producción.
Costa Rica, por su parte, no es productor de materias primas.
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El economista y estadístico Juan Enrique Muñoz explicó que los eventuales canales de transmisión de la crisis del gigante asiático se podrían presentar si el comercio costarricense con China se ve afectado por una desaceleración de esa economía; aunque no existen indicios de que posibles golpes mayores.
“(Esto) podría repercutir en una menor demanda de bienes costarricenses en ese país. Dado el volumen pequeño de comercio internacional que hay con ese país, el eventual impacto sería pequeño”, afirmó el académico de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Lead.
La agencia Fitch recortó las proyecciones de crecimiento para la economía china en 2021, de 8,4% a 8,1%, por la “ralentización” del sector inmobiliario.
Muñoz agregó que otro posible canal de transmisión también podría ser si una quiebra de la compañía repercute en los mercados financieros mundiales y se da una mayor apreciación del dólar. No obstante, recordó que este efecto se podría neutralizar con la caída en los precios de materias primas, como el petróleo.
¿Y ahora?
Algunos de los proyectos inmobiliarios de la compañía se encentran suspendidos o con obras menores.
Las salidas, en gran medida, dependerán de si la empresa recibe o no apoyo del gobierno chino para enfrentar su crisis. El financiamiento a través de sus propios proyectos parece imposible.
Hasta el momento, Pekín se ha negado a auxiliar al conglomerado y parece optar por una caída controlada de la empresa.
Que otras empresas sigan el mismo camino parece poco probable, por el momento, según distintos especialistas. Un informe de Houze Song del Paulson Institute, citado por el New York Times, aseguró considerar que se trata de “un caso excepcional” y que “es poco probable que conduzca a una crisis sistémica del sector inmobiliario”.
Analistas internacionales también descartan que el caso de Evergrande implique un nuevo caso como el de Lehman Brothers, el banco cuya quiebra precipitó la crisis financiera de 2008 por sus conexiones y relevancia para el resto del mundo.
Para intentar cumplir con el pago de sus obligaciones, Evergrande empezó a liquidar algunos de sus bienes. Este 29 de septiembre, medios internacionales anunciaron de que el grupo vendió una participación de $1.500 millones del banco comercial Shengjing Bank a una firma estatal. El dinero, informó Forbes, se utilizaría para pagar obligaciones con la misma entidad financiera.
Nota del redactor: Esta nota fue actualizada el 1 de octubre de 2021, a las 9:00 a.m, con nueva información sobre el caso.