Aunque los consumidores nacionales recuperan cierto grado de confianza hacia la economía nacional, muchos no se animan aún a comprar casa o carro, pues consideran que no son buenos tiempos.
La compra de uno o ambos bienes duraderos es quizás una de las metas más comunes entre los costarricenses, pero desde hace varios años hay bajos niveles de optimismo para concretar esos planes.
La más reciente encuesta de confianza de los consumidores reveló datos que permiten identificar si hoy los costarricenses se sienten más motivados para adquirir casa o carro.
Idénticos resultados, diferente contexto
Según la más reciente medición del Índice de Confianza del Consumidor (ICC), publicado por la Escuela de Estadística de la UCR en mayo, los ticos son pesimistas sobre la compra de ambos bienes duraderos.
De hecho, el porcentaje de quienes consideran que son malos tiempos para realizar estas inversiones es idéntico: un 68%. Pero los contextos son distintos.
De febrero a mayo, las opiniones negativas sobre la compra de vivienda crecieron cuatro puntos porcentuales y rompen con la tendencia de tres trimestres consecutivos donde venían cayendo.
Lo que sí es constante es que, desde 2018, la tendencia pesimista se mantiene alta; en mayo de ese año fue la última vez que el porcentaje de consideraciones negativas fue menor al 60%.
Desde entonces el país atravesó por una reforma fiscal, un entorno de tasas de interés al alza, así como los efectos de la pandemia, que podrían estar golpeando la confianza de los consumidores.
Si bien es cierto, en los últimos 12 meses los precios de los materiales de construcción disminuyeron, aún no compensan las tasas de interés altas.
Al analizar el sentimiento hacia la compra de vehículos, aún prevalece la idea de que no son buenos tiempos, pero se ha venido reduciendo en los últimos trimestres.
Entre febrero y mayo de 2023, hubo una reducción de casi seis puntos porcentuales entre quienes consideraban que son malos tiempos para la compra de un carro. Esto confirma la tendencia a la baja, la cual inició desde agosto del año pasado (84,9 %). De hecho, es la menor desde mayo del 2018.
Otro dato que llama la atención es que en pleno pico de la pandemia (agosto de 2020), nueve de cada diez encuestados en el ICC eran pesimistas sobre invertir en este bien. Hoy, casi tres años después, el indicador cayó unos 22 puntos porcentuales.
Pese a estos números, aún se está lejos de crear una tendencia positiva, pues en los últimos años, solo en febrero de 2015 más del 20% de los consumidores se mostró optimista sobre adquirir vehículos.
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Los resultados evidencian que, en los últimos tres meses, mientras la valoración por la compra de casa se deterioró, la referente al carro se fortaleció.
“Respecto a la compra de vehículo, suceden paralelamente dos cosas: la estabilidad del precio bajo del dólar que vuelve más asequibles los vehículos adquiridos en dólares, y que el precio de los automóviles nuevos ha disminuido (de hecho, el INEC los señala como uno de los artículos que más han bajado de precio en su publicación del IPC en abril)”, explicó Fernanda Alvarado, coordinadora del ICC.
¿Cuestión generacional?
Para algunos expertos estas cifras pueden ser una cuestión generacional y parte del entorno económico actual del país.
Hoy, los profesionales y parejas jóvenes tienen menos interés por grandes compromisos financieros ya que tienen una mayor preferencia por la movilidad y viajes, por lo que evitan “amarrarse” a deudas grandes.
Otro aspecto que puede estar jugando un rol importante es que dadas las condiciones del mercado laboral en el país, la compra de carro puede considerarse también como una oportunidad para obtener ingresos en plataformas digitales de transporte.
“La casa amerita un mayor gasto, no es lo mismo pagar la cuota del auto que la cuota de la casa, ya que para el crédito hipotecario se solicita una mayor garantía y requisitos”, afirmó Luis Diego Herrera, analista económico.
Por otro lado, la encuesta del ICC reveló que los costarricenses esperan que sus ingresos mejoren en los próximos doce meses, tendencia que ha mostrado una disposición al alza desde finales del 2020.
Al mismo tiempo, hay una inclinación a pensar de que también en los meses venideros se reduzcan las tasas de interés, lo cual podría incentivar mejores condiciones para créditos de vivienda o de vehículos.