El costo de la electricidad en Costa Rica es una de las principales preocupaciones para los hogares y las industrias. En el caso específico de las residencias, el precio de este servicio varía dependiendo del cantón.
Esto se debe a que el precio al consumidor final está asociado a los costos que tiene cada una de las empresas distribuidoras de energía. Por esa razón, este valor promedio también fluctúa año tras año.
El Índice de Competitividad Nacional 2024 (ICN), elaborado por el Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC), rastrea desde hace varios años el costo de la tarifa eléctrica residencial en cada cantón, con base en datos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep). Estas son las cifras.
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¿Dónde es más barato y más caro?
Según los datos del ICN del 2024, un grupo de 35 cantones comparte el precio más elevado por kilovatio hora (kWh). Entre estos están Abangares, Guácimo, Grecia, Orotina, Pérez Zeledón, Quepos y otros más, donde sus residentes pagan ¢91,7 por kWh.
La lista sigue con Acosta y Tarrazú, dos cantones de la provincia de San José, donde el kWh tiene un costo de ¢91,4 para el momento de la recolección de datos del ICN.
Otros dos cantones de la zona de Los Santos están por encima de los ¢91: Dota, con ¢91,3, y Leon Cortés, donde el kWh tiene un costo de ¢91,2.
La diferencia de precio entre el más alto y el más bajo es de ¢17,5. El menor costo se presenta en cuatro cantones: Alvarado, Cartago, Oreamuno y Paraíso, donde los consumidores pagan ¢74,2 por cada kWh.
Estos cantones han ocupado el fondo de la tabla recurrentemente. Por ejemplo, el año anterior también tenían el precio más bajo, con ¢72,3.
Si tomamos en cuenta que el consumo promedio a nivel nacional ronda los 220 kWh al mes, según datos de la Aresep, el recibo mensual de electricidad varía de ¢20.174 en los 35 municipios con el precio más elevado a ¢16.324 en los cantones con costo más bajo.
Los precios de este año representan un aumento con respecto a los del ICN previo, en el cual el precio máximo era de ¢88.
Precio no asegura calidad
El ICN también recopila datos sobre la cantidad de interrupciones en el servicio eléctrico que registran, en promedio, los abonados de cada cantón al año.
En esta lista lidera Poás, cantón donde sus habitantes tuvieron en el último año un promedio de 3,8 cortes de luz, la menor cantidad del país.
Luego le siguen Grecia, Oreamuno, San Isidro, Palmares, San Ramón y Paraíso, todos con menos de cinco cortes de luz al año.
Algunos de estos cantones, como Grecia, están entre los más caros. Esto se traduce en que los usuarios pagan un alto precio pero con mayor estabilidad del servicio, algo que no sucede en todos los territorios.
Por ejemplo, a los vecinos de Talamanca el kWh también les cuesta ¢91,4, pero son los que sufren más interrupciones: en el año de estudio del ICN se registraron 18,5 cortes en promedio en ese cantón. Misma situación se presenta en Osa, con el costo más alto pero es el segundo que tiene más inestabilidad, con 18,1 suspensiones en promedio.
Los pobladores de Nicoya, Hojancha, Acosta y Golfito están entre los que más cortes de luz tienen.
Los resultados de este año se comportan de forma diferente en cada extremo de la tabla, en comparación con el ICN anterior.
En 2023, Oreamuno presentó cero cortes de luz y Zarcero fue segundo con 2,8, pero este año la cantidad mínima subió a 3,8 en el caso de Poás.
Del otro lado, Talamanca repitió como el cantón con el servicio eléctrico más inestable, pero el año pasado registró 25 cortes en promedio, lo que significa que esta vez tuvo una mejoría.
¿Por qué varía el precio?
La diferencia del precio por Kwh para los hogares radica, en esencia, en los costos que tiene el respectivo distribuidor de energía en la producción de la electricidad.
En el país existen ocho empresas distribuidoras de electricidad que prestan el servicio a un área determinada del país. Estas son el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), Junta Administrativa del Servicio Eléctrico Municipal de Cartago (Jasec), la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), y cuatro cooperativas rurales: Coopealfaroruiz, Coopeguanacaste, Coopesantos y Coopelesca.
“Las ocho empresas deben atender una demanda, asociada a la zona de concesión geográfica establecida por ley, en donde la extensión del territorio y la cantidad de abonados son factores determinantes. En este sentido, las inversiones, costos y gastos necesarios para atender su zona difieren entre sí”, comentó anteriormente a EF el intendente de Energía, Mario Mora.
La tarifa se determina a través de una metodología sustentada en el enfoque de tasa de retorno que reconoce todos los costos operativos, de mantenimiento y administrativos más un rendimiento sobre la base tarifaria.