Tras una espera de siete años, el barrio de Freses, en Curridabat, empieza a ver los frutos de su lucha comunal por un bulevar peatonal en medio de la llamada “calle ancha”.
Lo que inició con macetas y límites pintados sobre el asfalto está tomando forma finalmente con la construcción de la versión definitiva del bulevar, basada en diseños realizados previamente.
La Municipalidad de Curridabat destinó un presupuesto para esta obra, aunque lo que se construye actualmente es solo una de las tres secciones de dicha infraestructura.
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Mientras eso pasa, tanto la comunidad como las autoridades municipales imaginan cuál será el uso futuro de ese nuevo espacio público.
¿Qué se está haciendo?
La intervención actual contempla unos 300 metros en el extremo sur de la calle 93, cerca de la línea del tren.
La Municipalidad de Curridabat está invirtiendo ¢165 millones en esta obra que incluye la construcción de infraestructura permanente de movilidad y reordenamiento vial, entre lo que se encuentra una superficie para el paso de peatones con lozas táctiles, lo que creará una especie de parque vial.
También se contempla arborización, colocación de mobiliario urbano, iluminación, entre otras características.
El tránsito de vehículos no se eliminará, pues se mantendrá un carril en cada sentido.
Roberto León es uno de los representantes de la comunidad que ha liderado este proceso. El vecino comentó que ha habido un recibimiento positivo del proyecto por parte del gobierno local.
“La Municipalidad nos escuchó, buscó el financiamiento y se logró. Durante la construcción nos han estado escuchando”, dijo.
La fecha máxima para la conclusión de esta etapa del nuevo bulevar es a mediados de junio.
La lucha continúa
Esta intervención es apenas una tercera parte de lo que será el bulevar completo. La preocupación de la comunidad es que el proyecto muera luego de finalizar esta etapa, por lo que mantendrán la incidencia para lograr la finalización de la obra.
“El mismo bulevar presiona más a que se deba continuar con las otras etapas”.
— Roberto León, representante comunal de Freses.
Gustavo Mora, ingeniero del departamento de Gestión Vial de la Municipalidad de Curridabat, indicó que, aunque la intención era construir el bulevar completo, la decisión final fue hacerlo por etapas para distribuir los recursos en otras zonas del cantón.
El funcionario admitió que no existe actualmente presupuesto para las siguientes dos etapas del proyecto, pero expresó que el compromiso del gobierno local es completarlo, debido a que Curridabat apunta a reforzar este tipo de iniciativas de movilidad.
“Lo que está financiado es la etapa que estamos construyendo. Si la tendencia de la Municipalidad fue asignar recursos a esta etapa, es muy probable que se siga asignando presupuesto”, manifestó Mora.
El bulevar que se quiere
Las fases previas del proyecto identificaron varios usos potenciales de este espacio público. Entre estos están los adultos mayores, deportistas y estudiantes que acuden a universidades cercanas.
La idea del diseño es responder a estos diferentes usos. La sección que se construye actualmente es la dedicada a la cultura, por lo que se espera que sirva como un espacio de encuentro para eventos de esa índole.
Las futuras etapas que quedarán pendientes de construir tendrán un enfoque deportivo, con la colocación de máquinas, y de descanso.
“El espacio responde de manera más adecuada a todos los usos que se dan en ese sector”.
— Gustavo Mora, ingeniero de la Municipalidad de Curridabat.
Además, con la siembra de árboles nativos, la comunidad quiere consolidar un corredor biológico que conecte con otros espacios verdes circundantes.
Mantener vivo el bulevar será uno de los retos para la comunidad y las autoridades locales.
“La idea es que sea un espacio activo y caminable y que se use como un parque de descanso. Se está dejando un sector para hacer actividades culturales”, mencionó León.
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Un elemento adicional que está por definirse es el uso de suelo que se le dará a esa zona, en vista de que un bulevar podría despertar el interés comercial.
Otros bulevares similares como los de Rohrmoser, Los Yoses o San Francisco de Dos Ríos se han convertido en imán de comercios, que combinan también con residencias.
Actualmente la calle del bulevar de Freses tiene uso residencial exclusivamente. La comunidad desea que se mantenga esa categoría para evitar lo que trae el comercio, dijo León, en referencia a más autos y bullicio.
“La clave es organizar a la comunidad e insistir. Tal vez a veces no pedir permiso y hacer las cosas para empezar a generar presión”.
— Roberto León, representante comunal de Freses.
No obstante, la Municipalidad tiene otra idea. Aunque aún no se define cuál será el uso de suelo que se le asigne a ese barrio a futuro, la Municipalidad quiere seguir la tendencia de otros cantones de convertir el uso en zona urbana a uno mixto, lo que permite la convivencia de comercio y residencia.
“Actualmente Curridabat está bajo una modificación del plan regulador y el uso mixto es una de las principales variables que se quiere potenciar”, afirmó Mora.
El bulevar no solo suma más valor estético y de calidad de vida para los habitantes de Freses, sino que también tiene una arista económica: elevará el valor de las propiedades circundantes debido a un mejoramiento general del entorno.
Curridabat es hoy uno de los cantones más atractivos para la construcción. Proyectos como Aleste, un complejo de uso mixto, y otros en zonas como Guayabos o Granadilla se levantan o se han culminado en años recientes. Incluso en Freses se han construido torres de apartamentos.
Mientras ese futuro termina de definirse, los vecinos de Freses tienen ya otro proyecto en mente: transformar una sección del derecho de vía al lado de la vía del tren que pasa por el barrio en un espacio igualmente caminable.