Si las sanciones de Estados Unidos (EE.UU.) y Europa llevan a Rusia a reducir su producción de crudo, los precios mundiales del petróleo podrían alcanzar unos niveles “estratosféricos” de $380 por barril, advirtieron los analistas de JPMorgan Chase & Co., de acuerdo con una nota publicada por la agencia Bloomberg.
El Grupo de los Siete países (G7) está preparando un complicado mecanismo destinado a poner un tope al precio del petróleo ruso, un intento de poner presión sobre la maquinaria bélica de Vladimir Putin en Ucrania.
Los analistas de JPMorgan, entre los que se encuentra Natasha Kaneva, escribieron en una nota a los clientes que, teniendo en cuenta la sólida posición fiscal de Moscú, el país puede permitirse reducir la producción diaria de crudo en 5 millones de barriles sin perjudicar demasiado su economía, amplía Bloomberg.
En cambio, para la mayor parte de resto del mundo, las consecuencias podrían ser desastrosas. Los analistas señalan que un recorte de 3 millones de barriles en el suministro diario elevaría los precios del crudo de referencia en Londres a $190 mientras que el peor escenario, de 5 millones, podría suponer un precio del crudo “estratosférico” de $380.
“El riesgo más obvio y probable de un tope de precios es que Rusia decida no participar y tome represalias reduciendo las exportaciones”, escribieron los analistas.
La caída
Los precios del petróleo registraron la primera caída mensual desde noviembre, cuando la OPEP+ completó el retorno de la producción que detuvo durante la pandemia de la COVID-19 y surgieron señales de que la economía estadounidense estaba en una posición más débil de la prevista.
El jueves anterior, el West Texas Intermediate (WTI) cayó por debajo de los $106 por barril, registrando un descenso mensual del 7,8%. La OPEP+ confirmó un aumento en la oferta para agosto, pero la atención se centra en cuánto bombearán los miembros con capacidad de producción adicional una vez que finalice el acuerdo actual, según informaron las agencias internacionales como la AFP.
Por otra parte, la demanda de gasolina en EE.UU. está mostrando señales de relajación solo tres semanas después de la temporada alta de conducción de verano del hemisferio norte. Esto se produce después de que los precios minoristas de la gasolina alcanzaran niveles récord nacionales a principios de mes.
La demanda se ha estancado desde principios de año, cuando se tenía una mayor tasa de crecimiento de la demanda, dijo Ed Morse, jefe global de investigación de materias primas de Citigroup, en una entrevista de Bloomberg TV. “Y se está estancando en el resto del mundo debido a los altos precios”.
Escenario en Costa Rica
En el país, los precios de las gasolinas y el diésel aumentaron abruptamente desde febrero pasado y alcanzaron su mayor nivel de los últimos 13 años, tras el arranque de la invasión orquestada por Rusia en Ucrania. Sin embargo, las dos rebajas más recientes –dos ya puestas en marcha y otra recién anunciada por la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep)– revertirían parcialmente esas subidas.
Una presión adicional para los precios de las gasolinas en el territorio nacional ha sido la depreciación del colón. Esto ha encarecido el costo de los combustibles, que se importan con transacciones realizadas en moneda extranjera.
El precio de la gasolina súper aumentó en ¢259 por litro desde febrero pasado, el de la gasolina regular unos ¢239 y el del diésel hasta ¢308 hasta inicios de este mes de junio; pero, con una rebaja aplicada el 17 de junio pasado y otra ya en curso, esas escaladas se revertirían en un 18%, un 13% y un 45%, respectivamente.
La primera rebaja entró en vigor el 17 de junio y le restó ¢2 por litro al precio de las gasolinas y ¢102 al precio del diésel.
Recientemente, además, se aplicó una reducción ordinaria mínima de apenas ¢1 por combustible; a la que ahora se sumará la rebaja recién confirmada de julio.
La Aresep informó el 1.° de julio que se restarán ¢43 adicionales al litro de gasolina súper, ¢28 al litro de regular y ¢36 al litro de diésel, respectivamente.