Con más de cien años de sembrarse en Costa Rica, el banano alcanzó en esta década su límite de crecimiento a nivel de territorio, por lo que el sector apunta incrementar su producción y mantener estable su negocio.
Jorge Sauma, presidente de la Cámara de Bananeros (Corbana), cree que apuntar a la productividad es la única vía para seguir manteniendo números en positivo en una industria que es costosa en Costa Rica respecto a otros países, y en donde el consumidor aún no paga el valor agregado.
- ¿Llegó el banano a su límite de crecimiento?
Vamos a ver un poco de crecimiento en área, tal vez un 5% o 10%, así que nos vamos a centrar en aumentar la productividad, pasar de unas 2.500 cajas por hectárea a unas 2.600.
- Son solo cien cajas las que incrementarían, ¿es eso representativo para el sector?
Cada caja cuenta. Es la única forma de crecer en esta industria donde nosotros pagamos mejor a nuestros trabajadores y hacemos esfuerzos ambientales que tienen un costo, pero donde aún el consumidor no está dispuesto a pagar gran diferencia por estos valores agregados.
- ¿Ha valido la pena tener indicación geográfica?
En Costa Rica, el 95% de las fincas tiene alguna certificación ambiental, tenemos además este sello de Banano de Costa Rica.
"El mercado no lo está pagando, pero creemos que este es nuestro nicho de mercado. No podemos competir con solo precio, sino con diferenciación de cualidad y calidad.
"Esperamos que Europa lo reconozca con la aprobación del acuerdo".
- ¿Superó el banano la problemática ambiental que enfrentó hace unos 20 años?
Ciertamente tuvimos errores en el pasado. Pero en la década de los 90 suscribimos un compromiso ambiental bananero. Hoy no caen los residuos de la producción a los ríos, se recoge el plástico y se recicla y se aplican los acuerdos de agroquímicos del Codex y EPA.
"Tenemos pendiente tener un control biológico más estricto y ser más precisos en la aplicación de agroquímicos.
"También tenemos la meta de ser carbono neutral al 2021. Ya logramos que el 40% de las fincas estén certificadas y confiamos alcanzar el 100%".
- Este no ha sido un año positivo para el banano, ¿a qué se debe la caída?
El tiempo ha sido irregular, nos afecta la sequía. Se estima que este año tendremos unos $2 o $3 millones de ingresos menos este año, eso sería aceptable y manejable.
- ¿Cómo piensan compensar la baja que se prevé?
Cada caja cuenta, así que estamos valorando otros mercados. Hemos enviado al mercado ruso y ha demostrado que es rentable.
"También valoramos oriente medio, pero aún estamos viendo las distancias y los costos.
"En cuanto a Asia, no lo descartamos, pero por ahora los precios no han sido favorables".
- ¿Cuáles son las piedras en el zapato para el sector?
Los salarios más bajos que se pagan en otros países afectan nuestra competitividad, esa es una problemática diferente.
"Además está el peso de la revaluación, porque la baja en los insumos nunca llegó, pese a la baja del dólar y en nuestra industria alrededor del 60% de los ingresos se dirigen a los insumos. Poner una caja en un barco para que se exporte cuesta un 20% que hace cinco años.
"También vamos a tener que ir a Hacienda a pedir la exoneración de los productos que la tenían. No queremos más incentivos, pero que nos mantengan los que existían, las mismas reglas".
- ¿Siente el sector el apoyo del Gobierno?
Tenemos una buena relación, hay conciencia de que es un sector relevante, siempre hemos tenido apoyo en las negociaciones comerciales.
- ¿Considera usted que Costa Rica es un país con una base agrícola exportable diversificada?
Venimos en un proceso de apertura donde el café y el banano ya no son los únicos. Pero creo que hemos crecido más en servicios, esos sí son más diversificados.
El banano en cifras
-Hectáreas en el 2002: 47.982 hectáreas
-Hectáreas en el 2012: 42.017 hectáreas
-Empleos actuales: 40.000 directos
-Destino de producción: 99% se exporta, 1% para mercado interno.