Facilitar la participación de la mujer en el mercado laboral tendría un impacto del 4,7% en el PIB per cápita de Costa Rica en un plazo de 10 años. Así lo estimó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que este 11 de marzo publicó su más reciente informe de Estudios Económicos sobre Costa Rica 2025.
La tasa de participación femenina en el mercado laboral apenas supera el 50% entre mujeres de 15 y 64 años en Costa Rica (el segundo registro más bajo de toda la Organización, solo por encima de Turquía); mientras que el promedio de los miembros de la entidad internacional supera el 70%.
Esa gran brecha es un rezago histórico de Costa Rica, el cual persiste a pesar de su inconveniencia en materias como ingresos de los hogares, productividad del sector empresarial y recaudación tributaria del Estado.
Pero, ¿cuáles cambios propone la OCDE para revertir la situación? Estas son las claves, según la entidad internacional.

Reformas cruciales
Las mujeres con empleo formal en Costa Rica obtienen ingresos similares a los de los hombres. Por eso se dice que la brecha salarial es baja. Sin embargo, el gran problema de la economía costarricense tiene que ver con el tiempo que las mujeres participan en el mercado laboral. Según explicó la OCDE, las mujeres costarricenses trabajan, en promedio, ocho horas a la semana menos que los hombres.
Para revertir esta situación, la entidad visualiza cuatro puntos de dolor cuya atención es prioritaria. Muchos de ellos se relacionan con las responsabilidades domésticas y de cuido, que mayoritariamente son asumidas por las mujeres. Ellas, indica la OCDE, dedican casi tres veces más tiempo a estas tareas que los hombres.
“Dicha limitación afecta a mujeres de todos los niveles de ingreso, pero en especial, a aquellas de ingresos bajos, donde cerca del 80% señalan que las responsabilidades domésticas constituyen una barrera para acceder al mercado laboral”, subrayó la Organización.
Esas barreras de ingreso se traducen en datos duros. Mientras que en el promedio de los países miembros de la OCDE 72% de las mujeres que son madres pueden salir a trabajar, en Costa Rica el dato cae a solo 48%.
¿Cuáles cambios sugiere la entidad internacional para Costa Rica? Estos son sus cinco planteamientos:
— Ampliar la educación temprana y los cuidados de primera infancia
Justamente para apoyar la participación laboral de las mujeres que son madres, la OCDE considera que Costa Rica tendría que ampliar el acceso a educación temprana y cuidados de primera infancia.
Según la organización, la red de educación temprana costarricense actualmente solo cubre a un 40% de los hogares en pobreza y al país le bastaría con destinar un 0,23% del PIB alcanzar una cobertura del 100%.
Asimismo, la entidad señala que se podría estudiar la aplicación de modalidades de “copago” para hogares de mayores recursos, los cuales podrían financiar parte de esos servicios al Estado, al mismo tiempo que se amplía su cobertura a pesar de las restricciones fiscales.
Por otra parte, la OCDE señala que se debe mejorar la gestión de esta red. Actualmente, el Ministerio de Educación Pública (MEP) se encarga de su diseño institucional, pero otras instituciones públicas prestan el servicio, lo cual genera ineficiencias y falta de claridad sobre responsabilidades.
— Jornadas escolares más amplias
En una línea similar, la OCDE también señaló que Costa Rica debería ampliar las jornadas escolares de educación primaria.
La entidad señaló que “las reformas aplicadas en varios países de la OCDE demuestran que al aumentar las horas de estudio en escuelas primarias se puede estimular significativamente la participación de las madres en el mercado laboral”, tanto por niveles de empleo como de horas trabajadas.
La jornada escolar actual en Costa Rica es de cuatro horas para niños de tres a cinco años y solo el 8,5% de las escuelas de primaria tienen una jornada escolar de día completo frente al resto, que solo operan en turnos de medio día. Esa situación, según la OCDE, también repercute en peores resultados académicos.
— Licencias de paternidad
La Organización también señaló que Costa Rica está rezagado en materia de licencias de paternidad.
Las madres costarricenses disponen de hasta 17 semanas de licencia remunerada luego de dar a luz, cerca del promedio de los países miembros de la entidad internacional, pero los hombres apenas disponen de cuatro semanas en el sector público y de 1,6 semanas en el sector privado.
Esto se contrapone a la tendencia en los países de la entidad, en donde se prioriza un trato más igualitario (50/50).
— Cuidado de adultos mayores
Además del cuido de menores de edad, la atención de personas adultas mayores también se recarga sobre las mujeres y ese es otro campo en el que Costa Rica requiere prestar atención.
“En Costa Rica”, indicó la OCDE, “el acceso a los servicios de cuidado para personas de la tercera edad es muy limitado, con una cobertura actual de aproximadamente 1.600 personas en todo el país”.
En este caso, al igual que con los servicios de educación temprana, el organismo considera prioritario que Costa Rica logre garantizar este tipo de servicios para la población en condiciones de pobreza y que también pueda emplear medios de copago para hogares con una mayor disponibilidad de recursos.
— Inclusión en áreas STEM
Por último, la OCDE también señaló que Costa Rica debería trabajar para garantizar una mayor representatividad de las mujeres en áreas de mayor empleabilidad, como las carreras STEM (de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).
A pesar de que más mujeres se gradúan de la universidad, menos mujeres que hombres lo hacen de carreras en estas áreas.
Según la OCDE, alentar a niñas jóvenes y mujeres a cursar estudios en STEM “mejoraría sus posibilidades de obtener empleos de calidad y apoyaría la competitividad de Costa Rica”.

Una tarea urgente
Según la OCDE, las ganancias potenciales de aumentar la participación femenina en el mercado laboral de Costa Rica son “significativas”.
Puntualmente, estima que cerrar la brecha de género en el mercado laboral para el año 2060, así como el número de horas trabajadas anualmente, aumentaría el PIB potencial per cápita de Costa Rica en 0,5 puntos porcentuales al año: un incremento que superaría la tendencia promedio de los países de la OCDE.
“Adicionalmente podría ayudar a mitigar el impacto fiscal del envejecimiento poblacional, lo que ayudaría a consolidar la sostenibilidad de las pensiones y del sistema de salud costarricense”, subrayó.