Las 40 escuelas privadas más grande del país concentraron un 33,3% de la matrícula total de estos centros de educación primaria en el 2022, según datos del Ministerio de Educación Pública (MEP).
En el país operan 338 escuelas privadas a lo largo de sus siete provincias y en sus salones de clase reúnen a 44.209 estudiantes, según la base de datos del MEP. De ese gran total, únicamente 31 escuelas registran una población estudiantil superior a los 300 alumnos y 178 tienen menos de 100 estudiantes (52,6% del total).
El total de escuelas privadas censadas por el Ministerio supera a los centros de educación secundaria privada que ascendieron a 239 en 2021.
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La Escuela-Liceo María Auxiliadora, ubicada en San José, con un total de 659 niños matriculados para este año es el primer lugar de la lista.
Le sigue el Lincoln School, en Heredia; la Escuela Bilingüe Sonny, en Cartago; la Escuela Bilingüe Nueva Esperanza, en Heredia; y el Colegio Madre del Divino Pastor, en San José. Todas con una cantidad que ronda los 500 estudiantes.
Además, el Centro Educativo Valle del Sol, localizado en la provincia de Limón y la Escuela Nuestra Señora De Sión, en Puntarenas, son las únicas dos instituciones ubicadas fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM) que entran en los primeros 40 lugares de las escuelas más grandes de Costa Rica. Con un total de 379 y 357 estudiantes, respectivamente.
La información fue brindada a El Financiero por el Ministerio de Educación Pública (MEP) y corresponde a los datos preliminares para el presente año del censo que realiza el ente rector para calcular la matrícula de los centros educativos (escuelas y colegios) privados de Costa Rica.
En este caso de específico de análisis se utilizó la cantidad de estudiantes matriculados en I y II ciclo de la Educación General Básica a inicios de este año e incluye aquellas que reciben un estímulo financiero estatal, conocidas como subvencionadas.
Por provincia
La capital del país, San José, tiene la mayor cantidad de estudiantes en escuelas privadas en el territorio nacional, con una cifra de 18.502 en 134 escuelas. Eso corresponde a un porcentaje del 42% de los más de 44.000 alumnos que hay en los centros educativos.
En esta provincia se ubican la Escuela - Liceo María Auxiliadora, el Colegio Madre del Divino Pastor, el Colegio María Inmaculada de Moravia, Colegio Humboldt, el Blue Valley School, La Salle, Saint Michael School, entre otros.
Heredia se ubica como la segunda provincia con mayor matrícula con 7.029 estudiantes registrados por el MEP y 50 escuelas privadas. El Colegio Lincoln School, la Escuela Bilingüe Nueva Esperanza y el Saint Margaret School destacan entre los principales de esta provincia.
En Alajuela opera una escuela privada más que en la provincia de las flores pero la población estudiantil que atienden es ligeramente menor con 6.829 niños y niñas. Destacan el Colegio Marista, el SEP International School, el Centro Formativo Nuevo Milenio y el Saint Paul Primary School.
En la lista sigue Cartago con 29 escuelas y 4.701 estudiantes. Acá se ubica la Escuela Bilingüe Sonny, el Sistema Educativo Saint Clare y la Escuela Anglo Americana. Luego, está Guanacaste con 28 escuelas y 2.588 matriculados; Puntarenas con la cifra de 26 centros educativos y 2.294 estudiante. Limón solo cuenta con 16 centros de educación primaria privada, que atienden a 1.811 niños.
EF conversó con tres de los centros educativos que se posicionan en los primeros lugares de la lista: Colegio Lincoln School, Escuela Bilingüe Sonny y la Escuela Bilingüe Nueva Esperanza (New Hope), con el fin de conocer los ajustes realizados a su modelo de negocio por la pandemia y las ventajas competitivas que ofrecen para destacarse en el mercado laboral.
Las fuentes consultadas coincidieron en que el año anterior y para este 2022, se experimentó un interés mayor en la matrícula, incluso, Lincoln School tiene varias de sus divisiones escolares en máxima capacidad y con listas de espera, afirmó Daniella Musmani, directora de Comunicaciones de la institución.
Por otro lado, las instituciones se esfuerzan por brindar una atención personalizada hacia las familias que han requerido cubrir algún tipo de necesidad, por ejemplo, monetaria, consecuencia de la crisis sanitaria y económica de años recientes.
El estallido de la pandemia y sus secuelas trajo consigo una adaptación abrupta a la virtualidad desde todas sus aristas, un enfoque necesario hacia la salud mental del estudiantado y también un reto financiero para cada uno de los centros educativos del país.
Ana Lorena Calderón, directora general del Centro Educativo Bilingüe Sonny manifestó que el presupuesto de la escuela se tuvo que ajustar a la situación financiera generada por la crisis, que implicó padres de familia morosos en el pago de las mensualidades, un aumento en los descuentos que se ofrecían y la movilización de estudiantes hacia otros centros de educación.
Por otra parte, el abordaje de las situaciones socioemocionales del estudiantado y sus familias han requerido mayor atención y apoyo por parte de especialistas, por esta razón, los centros educativos han hecho un esfuerzo por capacitar a su personal en temas de salud mental.
Calderón dijo que dentro del proyecto educativo Sonny se incluyó un comité, encargado de vigilar y promover la salud mental y el bienestar de la persona estudiante y colaboradores. También, las actividades deportivas y de recreación han adquirido un papel más importante dentro de las celebraciones calendarizadas para el curso lectivo.
“Se ofreció y se sigue brindando el mayor reto que nos dejó la pandemia: la atención y el abordaje del estado emocional de los niños y jóvenes con ataques de ansiedad, pánico, depresión, fobias, desórdenes alimenticios (...) Hemos contratado más personal para el departamento de Psicología y Salud, y seguimos ofreciendo charlas y talleres a todos los miembros de la comunidad educativa en áreas de la salud mental y pandemia”, destacó por su parte, Jeannette Cortés, directora general del New Hope.
Asimismo, las escuelas tuvieron han tenido que revolucionar su manera de impartir lecciones. Las materias básicas de pronto se han complementado con cursos de emprendedurismo, programación, robótica y finanzas personales, entre otras. La integración de tecnologías de la información y la comunicación en el proceso de enseñanza fueron clave para atraer y mantener a más niños en los salones de clase.
Ventajas competitivas
El apoyo en las lecciones con tecnologías de vanguardia, la certificación en idiomas, una doble titulación y la participación en proyectos innovadores es lo que ofrecen las instituciones para destacarse en el mercado de la educación privada.
De acuerdo a Musmani, Lincoln School fue “pionera” en ofrecer el programa de diploma del bachillerato internacional (BI) en Costa Rica y de manera reciente, obtuvo la acreditación del Middle Years Program (MYP) que prepara a los estudiantes desde sexto grado de primaria. New Hope también cuenta con esta doble titulación y certifica a los estudiantes —al terminar el colegio— en los idiomas portugués e inglés.
Una nota publicada por este medio en julio, identificó que un total de 46 colegios del país, de los cuales 26 son privados y 20 son públicos, ofrecen esta modalidad.
En el caso específico de I y II ciclo de la Educación General Básica, Lincoln School se prepara para acreditarse en el Primary Years Program (PYP) para preescolar y primaria en los próximos dos años.
El Centro Educativo Bilingüe Sonny tiene entre sus competencias la “estructura del currículo de la enseñanza del inglés”, que ha garantizado “gran éxito y calidad” en la enseñanza y aprendizaje del idioma en la institución. Además, impulsan las habilidades de los estudiantes con metologías innovadoras como el STEAM (acrónimo proveniente de las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) desde el 2011.
Lincoln School se enfoca en desarrollar el pensamiento y la acción emprendedora de sus estudiantes. Desde hace cinco años, incursionamos en una alianza con Babson College, universidad líder a nivel global en educación de emprendimiento. Esto nos ha permitido instruir a nuestros estudiantes con una visión de crear, desarrollar, errar, corregir y mejorar.
— Daniella Musmani, directora de Comunicaciones de Lincoln School.