Llegar a fin de mes con más dinero disponible en el bolsillo es un deseo que no siempre se puede lograr ante la acumulación de deudas.
Los préstamos adquiridos se traducen en un compromiso permanente durante un plazo que reducirá el ingreso de los deudores. Y si se acumulan más créditos, menor será la liquidez.
Antes de buscar la manera de disminuir la cuota mensual de pago, es necesario enlistar todos los gastos. Aquí es importante colocar el saldo actual de la deuda, la tasa de interés, la cuota y el plazo total del compromiso.
Por medio de esa información es posible jerarquizar la deuda a la que resulta mejor aplicar las estrategias para reducir el monto mensual. Las maneras de disminuir la cuota a pagar son: abono extraordinario, readecuación, refundición o compra de la deuda.
EF le explica cuáles son las herramientas disponibles para reducir el monto que se destina a pagar las deudas y cuáles de ellas afectan o no el plazo pactado.
Abono extraordinario
Como su nombre lo indica, este pago se realiza adicional a la cuota establecida. Existen dos enfoques para decidir a qué deuda destinar este aporte:
- Quienes cuentan con mayor flexibilidad económica pueden optar por pagar el adicional en la deuda con la tasa de interés más alta y más reciente.
- Es recomendable que quienes tienen ingresos más ajustados prioricen la deuda con el saldo más bajo. Esto les permitirá obtener un poco más de liquidez.
“Entre más nueva es una deuda, más intereses se pagan dentro de la cuota. Las deudas más nuevas todavía están amortizando el saldo de la deuda, entonces esta práctica es financieramente más económica”, explicó Josué Rodríguez, asesor en Sirú Financiero.
Para que este abono sea exitoso se debe realizar al capital o principal. Con esto se garantiza que la cuota disminuya en los próximos pagos, de los contrario solamente se abona a los intereses y no produce una reducción en el saldo.
Diego Benítez, asesor financiero en Empodérate, añadió que la clave es que el desembolso extraordinario se ejecute el mismo día que se realiza el pago normal de la cuota. De esta manera se tiene mayor seguridad de que el abono se dirige al capital.
De igual manera, los deudores pueden solicitar un recálculo de cuota para verificar que el aporte se destinó efectivamente al principal. ¿Cuánto baja la cuota? Eso depende de la cantidad abonada.
Estas prácticas no extienden el plazo para completar la cancelación de la deuda. Las siguientes estrategias que aborda este artículo sí puede incrementar el plazo mientras disminuye la cuota.
Readecuación
“La readecuación implica ampliar el plazo. Esto podría generar que se pague más dinero total por intereses”, puntualizó Rodríguez.
Cuando la liquidez es muy corta y ya casi no alcanzan los ingresos para hacerle frente a gastos diarios, las personas pueden optar por readecuar la deuda de manera tal que la cuota sea menor a la actual.
En el mundo financiero suele ocurrir que, entre más pequeño es el pago, más extenso el plazo para finalizar el compromiso con la entidad que emitió el crédito. También es posible negociar la reducción de la tasa, lo cual reduciría la cuota sin modificar el plazo.
Pedro Ramírez, director de Finanzas con Propósito, advirtió sobre los detalles a tomar en cuenta en las readecuaciones que se realizan con la entidad a la que se le debe.
“Le dicen ‘en lugar de pagar ¢600.000 de cuota ahora tiene que pagar ¢150.000 mensualmente’. Pero lo que no le dijeron es que ese nuevo pago lo va a hacer por cinco años (más del tiempo inicial); entonces si suma todas esas cuotas por el lapso establecido se da cuenta que va a pagar casi tres veces lo que realmente debía”, señaló.
Refundición
Este método consiste en tomar las deudas y unirlas en un nuevo préstamo con una tasa de interés menor, lo cual podría alargar el plazo en algunos casos.
Rodríguez recomendó que bajo ese método se elijan las deudas más caras y a las más nuevas. Además, indicó que la refundición aplica para personas con sobreendeudamiento.
La consolidación de las deudas puede generar gastos de formalización según la entidad financiera. Asimismo, aplica exclusivamante si se tienen varias obligaciones con el mismo banco o cooperativa.
Los expertos consutados por EF coincidieron en que cada situación se debe analizar de manera separada con el fin de identificar el mejor método para los interesados.
Compra de la deuda
En esta alternativa pueden ingresar bancos ajenos a la relación deudor - acreedor que se mantiene. El nuevo actor le compra a la entidad la deuda que mantiene la persona y ahora se convierte en la entidad a la cual el deudor paga la obligación.
El nuevo ente dueño de la deuda, y el obligado, forman así una nueva relación en la que usualmente la cuota pactada es más pequeña.
Benítez planteó el siguiente escenario:
“La persona lleva 10 años pagando la deuda y le faltan 20 más para salir de eso. La entidad que hace la compra viene y fija un monto mensual de pago significativamente menor, pero vuelven a poner el plazo de 30 años”.
La tasa también puede ser inferior a la original y no requerir gastos de formalización, lo cual ocasiona mayor liquidez sobre el deudor.
Recomendaciones para la elección
La priorización para elegir las deudas a las que se quiere reducir la cuota es el primer filtro antes de hacer la solicitud.
Los métodos bola de nieve y avalancha son los utilizados para hacer la mejor elección de acuerdo a las necesidades.
Mari José Acuña, gerente senior de Productos de Crédito de Scotiabank, comentó que en la bola de nieve se ordenan las deudas de mayor a menor.
“Si su objetivo es liquidar los saldos más pequeños, enfóquese en los créditos con el monto adeudado más bajo. Cuando pague una deuda pequeña en su totalidad, destine el dinero que estaba pagando para cancelar ese préstamo al siguiente saldo más pequeño y así, sucesivamente”, dijo.
La avalancha, por otra parte, consiste en cancelar primero las deudas que tienen una tasa de interés más alta. De esta manera se destina menos dinero al pago de intereses.