Una estrella se marcha y todo se desmorona: el final de la carrera del gran campeón de sumo Hakuho, anunciada el lunes, puede suponer un golpe a la popularidad de este deporte japonés, según varios especialistas preguntados por la AFP.
El "yokozuna" (rango supremo en el sumo), mayor campeón de la historia de este deporte tradicional con un sinfín de récords, incluido el de 45 títulos conquistados, decidió retirarse a los 36 años por las continuas lesiones en la rodilla derecha.
El ascenso de este luchador de origen mongol y su feroz rivalidad con su compatriota Asashoryu a finales de los años 2000 contribuyeron a una cierta recuperación del interés por el sumo.
Hakuho ha sido "uno de esos atletas que trascienden su deporte", considera el comentarista de sumo John Gunning, comparando al campeón con la leyenda del fútbol Pelé o con la estrella del básquetbol Michael Jordan.
"No veo a nadie que pueda cubrir el vacío" dejado por su marcha, afirma Murray Johnson, comentarista en la televisión japonesa NHK World.
Desde ahora solo un luchador, Terunofuji, es "yokozuna" y su longevidad en la cima genera dudas puesto que acaba de ser ascendido a los 29 años, después de que una serie de lesiones de rodilla le hicieran descender recientemente a la penúltima división de la clasificación.
"Terunofuji es el único que puede asumir el papel" de líder, "pero con sus rodillas ¿cuánto tiempo puede durar? Me sorprendería que aguante más de dos años", opina Johnson.
A lo largo de veinte años de carrera, Hakuho ha batido casi todos los récords del sumo. Pero más allá de su inaudito palmarés, tradicionalmente son los duelos entre dos grandes campeones lo que atrae a las masas, apunta Gunning.
De los enfrentamientos entre los "yokozuna" Tanikaze y Onogawa en el siglo XVIII a los duelos entre Hakuho y Asashoryu más recientemente, estas rivalidades se han utilizado a menudo -y a veces exagerado- por los promotores del sumo para atraer público.
Después de la retirada forzosa de Asashoryu en 2010, Hakuho tuvo otros oponentes como los mongoles Harumafuji y Kakuryu o el japonés Kisenosato, pero ninguno estuvo realmente a su altura.
"Lo que la gente quiere es que se enfrente lo mejor de lo mejor, todo el rato. Por tanto con la marcha de Hakuho, y la falta de rival de Terunofuji, habrá un descenso del interés", resume Gunning.
Sin embargo ve "esperanza en el horizonte", al mencionar al prometedor luchador Hokuseiho, un gigante de 2 metros de 19 años a quien el propio Hakuho reclutó, y que podría ser un "yokozuna" en potencia.
Los luchadores de la élite actual de la clasificación, por contra, no han sabido aprovechar las numerosas ausencias de Hakuho por lesión en los últimos años para imponerse.
"Todos los 'ozeki' (el rango por detrás del de "yokozuna") son débiles", lanza la periodista especializada Shoko Sato, temiendo que el sumo se encuentre pronto sin ningún "yokozuna", por primera vez desde un periodo de unos meses en 1992-1993.
"Las rodillas de Terunofuji están en tan mal estado que no creo que aguante mucho tiempo. Estoy preocupado por que el interés por el sumo decaiga poco a poco", añade Sato.
"La muerte prematura del sumo ya ha sido anunciada muchas veces", señala John Gunning, quien piensa que al final este deporte se recuperará nuevamente.
La pandemia, que obligó a los organizadores a celebrar los torneos ante un número reducido de espectadores, a puerta cerrada o incluso a cancelarlos, complica la evaluación de la actual popularidad del sumo.
Las instancias de esta disciplina intentan desde hace años ampliar su audiencia, tradicionalmente envejecida, a seguidores más jóvenes. Internet también ha permitido a aficionados de todo el mundo seguir el sumo a distancia.
"Todos dicen que cuando se ve al público del sumo, solo se ven abuelitos y abuelitas", comenta divertido Murray Johnson. "Quizá es cierto, pero (siempre) habrá otros abuelitos y abuelitas".
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