El frenesí mundial por las obras de arte digitales (NFT) llega a París, donde el martes se subastarán desde un Hokusai hasta una catedral en Marte, en un evento que se celebra a la vez en el metaverso y en un espacio físico.
La venta híbrida incluye medio centenar de obras digitales visuales (pinturas, videos, fotos, moda, diseño) y sonoras de una veintena de artistas contemporáneos emergentes internacionales, así como del maestro japonés Hokusai.
Se trata de "la primera subasta de este tipo en el mundo", según los organizadores, con los subastadores y los que pujan interactuando en el metaverso, a diferencia de las subastas a distancia tradicionales.
Entre las obras contemporáneas, sobresale una creación única en 3D de una catedral imaginada para el planeta Marte, cuya venta será destinada a la restauración de la capilla latina del Santo Sepulcro de Jerusalén, según la casa de subastas Aguttes, que organiza el evento.
Esa casa es la que vendió en forma de NFT el primer SMS de la historia por 107.000 euros (122.000 dólares) en diciembre.
Todas esas obras fueron creadas a partir de una realidad física o de algoritmos y luego digitalizadas con nuevas tecnologías.
"Cada una está dotada de un certificado de propiedad y autenticidad denominada 'token no fungible' [non-fungible token o NFT en inglés], que le da su valor", explicó a AFP Maximilien Aguttes, especialista en la materia en la casa fundada por su padre.
¿Qué son?
Ese pequeño objeto digital revolucionario "es registrado en el 'blockchain', una especie de 'caja fuerte de internet' que permite la salvaguarda codificada de las obras, su trazado y certificación", precisó Valérie Hasson-Benillouche, fundadora de la galería Charlot, pionera del arte digital.
Según ella, los NFT son "una nueva herramienta al servicio del arte que da a los artistas acceso a nuevas formas de creación de posibilidades infinitas y les permite darse a conocer".
De un precio inicial calculado en entre 500 y 70.000 euros (entre 570 y 80.000 dólares), las obras NFT serán subastadas el martes.
El público podrá seguir la subasta a través del metaverso, con o sin cascos de realidad virtual", indicó Aguttes.
Paralelamente el público podrá admirar las obras en un espacio de 1.000 m2 replicado en el metaverso, accesible con teléfono inteligente, tableta o computadora.
Podrá dialogar con algunos artistas y comisarios en tiempo real gracias a un enlace de internet que le permite registrarse en el evento, explicó Anton Toledano, de la plataforma NFT ArtAtak, que concibió la organización tecnológica y técnica del evento.
El pública podrá comprar las obras en el universo virtual como si se fuera en la vida real, agregó.
Francia únicamente autoriza la venta de bienes materiales. "La obra inmaterial adquirida será remitida bajo forma de llave USB al comprador y su NFT transferida en la blockchain", explicó Aguttes.
Estas obras captan la atención de los "coleccionistas apasionados por las nuevas tecnologías, a menudo jóvenes, iniciados en las NFT e inversionistas", señaló, pero "interesan también a los museos".
Las obras de Hokusai, que serán puestas a la venta el martes, se encuentran físicamente en el British Museum, que quiso hacer copias NFT con certificados de autenticidad.
Varios museos han hecho lo mismo con otras obras, como el caso del Museo del Hermitage en San Petersburgo, según Hasson-Benillouche.
“Es una forma de inversión que asegura la pertenencia y origen de las obras, y que suscita nuevos mecenas”, comentó.