Amante de la playa, irreverente y bañado en récords, Renato Gaúcho podría ser la postal del fútbol brasileño, pero su imagen ganadora fue golpeada este lunes al ser apartado de la dirección técnica del Flamengo tras la derrota en la final de la Copa Libertadores.
Desde que en julio firmó con los rojinegros en reemplazo del mítico Rogerio Ceni, Renato Portaluppi -su nombre oficial- acostumbraba a broncearse en la playa de Ipanema, un barrio acomodado en Rio de Janeiro.
Sin camisa y con lentes de sol, el técnico de 59 años solía exhibirse a las orillas del Atlántico ante 'paparazzis' o 'torcedores' del equipo más popular de Brasil.
Pero su relación con los aficionados del 'Mengão' era tensa, en medio de reproches por flojas actuaciones en la copa local y el Brasileirao, y terminó por quebrarse -con ellos y la directiva- al perder 2-1 la final de la Libertadores con Palmeiras el sábado en Montevideo.
Aquel juego era la chance para que el 'Fla' sumara su tercera conquista (1981, 2019) y se uniera a Gremio, Sao Paulo y Santos como parte de los, hasta entonces, equipos brasileños más laureados del certamen.
Y, sobre todo, era la posibilidad para agrandar el mito del único brasileño en ganar la Libertadores como jugador y entrenador. Tanto de botines (1983) como en el banquillo (2017), la levantó con Gremio, donde es leyenda viva.
Sin embargo, el 'Verdão' se quedó con la gloria y las visitas del talentoso exatacante, nacido en Guaporé, estado de Rio Grande do Sul, a Ipanema quizás se vuelvan menos habituales.
"Lamentablemente, en Brasil sólo es bueno quien gana", dijo al perder ante Palmeiras. "Aún tengo esperanza de que eso cambie algún día".
Renato empezó a construir su nombre al estrenarse en el 'tricolor gaúcho' en los 80. Allí grabó su nombre en oro al marcar los goles de la victoria 2-1 contra Hamburgo en la final de la Copa Intercontinental-1983, la única ganada por los de Porto Alegre.
Su talento de pantalones cortos hizo que Telé Santana lo llamara para la 'Seleção' que participó en el Mundial-1986. Pero el legendario entrenador ahogó los sueños mundialistas de Renato, porque éste protagonizó una noche de fiesta antes del viaje a México.
Sin embargo, cuatro años después, Sebastião Lazaroni lo llevó a Italia-1990, donde Portaluppi intentó revertir, sin éxito, la derrota ante la Argentina de Maradona en octavos.
Aparte de la idolatría en Gremio, se ganó el afecto de la hinchada de Fluminense cuando anotó un histórico y decisivo 'gol de barriga' -otorgado oficialmente al mediocampista Aílton- en la final del Campeonato Carioca-1995 contra el 'Fla'.
Ya en los banquillos, Renato labró su historial de títulos en Gremio, especialmente en su segundo pasaje (2016-21), con la Copa do Brasil-2016, la Libertadores-2017, la Recopa Sudamericana-2018 y varios torneos estatales.
Al mando del 'Flu' rozó la Libertadores-2008, pero Liga de Quito se quedó con la copa.
"No todos los entrenadores llegan a tres finales de Libertadores con tres clubes diferentes. Es fruto del trabajo del técnico con sus grupos", afirmó tras sellar el boleto del 'Fla' a Montevideo.
Aquel triunfo 2-0 contra Barcelona de Ecuador lo convirtió en el orientador con más victorias del certamen sudamericano (50).
Renato también desata pasiones fuera del campo.
Son conocidos sus romances y coqueterías. En 1985, por ejemplo, apareció en televisión diciendo estar triste, "lejos de su amor", que en realidad eran casi una decena de mujeres a quienes dedicó flores y mensajes personalizados por el día de los enamorados.
También es pública su simpatía por el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro. Según la prensa local, ha oficiado de consejero no oficial del mandatario en temas deportivos.
"Estamos juntos, siempre, con el hombre, con nuestro mito [el apodo de Bolsonaro]", dijo en julio en un video enviado al vicepresidente Hamilton Mourão.
La cercanía con el mandatario puso a circular su nombre, dentro del bolsonarismo, como reemplazo de Tite en el comando de Brasil.
Esa fuerza política ha pedido la dimisión del seleccionador, pese a los buenos resultados de la 'Canarinha' los últimos años, por apoyar las vacunas anticovid y supuestamente ser "comunista".
"Es el entrenador brasileño que más ha demostrado resultados positivos", dijo el exastro Romario en septiembre al apoyar un eventual nombramiento.
Tras su despedida del Flamengo, parece lejano verlo vestido de 'verdeamarelo'.
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