El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró este lunes que en conversación telefónica con el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acordaron mantener una relación sólida en defensa de la Amazonía, de acuerdo a un mensaje en Twitter.
"He hablado telefónicamente con el presidente @LulaOficial. Le extendí mi más sincera felicitación", indicó el mandatario colombiano y citó así un apartado de la conversación:
"'Las relaciones entre Colombia y Brasil serán estrechas porque ambos amamos la Amazonía', me dijo (Lula). Así será presidente", añadió el primer mandatario de izquierda de Colombia.
Lula se impuso en el balotaje del domingo al presidente ultraderechista Jair Bolsonaro y gobernará el país por tercera vez tras dirigirlo entre 2003 y 2010.
Con un "Viva Lula", Petro celebró el domingo el triunfo en medio de una segunda ola de izquierda que parece asentarse en América Latina.
El exsenador y exguerrillero colombiano asumió el poder el 7 de agosto con un ambicioso proyecto ambiental que aspira llevar al país hacia las energías limpias y prevé que las grandes potencias paguen por el cuidado de las selvas.
En septiembre Petro denunció ante la ONU que la Amazonía está siendo víctima de la "adicción" de países ricos por la cocaína, el dinero y los recursos naturales como el carbón y el petróleo.
Entre 2018 y 2021 Colombia perdió por la deforestación una superficie de 7.018 km2 de selva, un poco más que la extensión de la ciudad brasileña de Sao Paulo, de acuerdo a Naciones Unidas. La mayoría de bosques arrasados se registraron en el Amazonas.
En la línea de Petro, el presidente electo de Brasil prometió el domingo combatir la deforestación, que se disparó más de 70% durante los cuatro años de Bolsonaro.
También se dijo dispuesto a desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático, y proclamó que el planeta necesita una "Amazonía viva".
La nueva ola izquierdista que gravita en Latinoamérica recuerda a la de principios de 2000, luego de que en las últimas elecciones los partidos de derecha y centroderecha perdieron el poder en Honduras, Bolivia, Argentina, Chile, Colombia y ahora Brasil.
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