Desafiado física y emocionalmente en este Abierto de Estados Unidos, el tenista español Rafael Nadal enfrentará este sábado al francés Richard Gasquet, amigo y compañero de generación, en busca de unos octavos de final a los que también aspiran su compatriota Carlos Alcaraz y el argentino Diego Schwartzman.
Nadal y Gasquet, ambos nacidos en 1986 con 15 días de diferencia, se han enfrentado desde niños, cuando ambos eran vistos como futuras estrellas del tenis.
Ya como profesionales, sin embargo, Gasquet no ha podido con el español en ninguno de sus 17 duelos.
Su decimoctava oportunidad le llega ante un Nadal urgido de una victoria sin turbulencias después de dos inesperadas pruebas de fuego en Flushing Meadows (Nueva York).
El español necesita fortalecer la confianza antes de entrar en la semana decisiva, en la que afronta enormes objetivos en el último Grand Slam del año.
El balear tiene al alcance su 23º título de Grand Slam, con el que ganaría terreno en la carrera con el ausente Novak Djokovic (21), y el liderato del ranking de la ATP, en posesión de Daniil Medvedev, a quien le espera unos octavos huracanados ante Nick Kyrgios.
Nadal enfrentaría en esa instancia a Schwartzman o el local Francis Tiafoe, pero antes tiene que elevar el nivel respecto a los primeros duelos ante el debutante Rinky Hijikata y el veterano Fabio Fognini, en los que tuvo que remontar un set en contra.
El español, adolorido además por el fuerte raquetazo en la nariz del jueves, necesita evitar excesos de confianza en el duelo ante Gasquet que arranca a las 19H00 locales (23H00 GMT).
Gran esperanza del tenis francés, Gasquet (36 años) está ya en el ocaso de una carrera que no cumplió con las expectativas pero su clase le alcanza aún para victorias notables, como ante el prometedor serbio Miomir Kecmanovic en la segunda ronda.
Nadal, por su parte, paga el peaje de una temporada extraordinaria pero desgastante, plagada de lesiones y situaciones personales como el estado de su esposa, Mery Perelló, embarazada del primer hijo de la pareja.
"Mi mujer está bien, pero al final son situaciones que son más difíciles de gestionar cuando estás fuera de casa", dijo Nadal el jueves después de que se reportara que Perelló fue ingresada en una clínica como medida de precaución.
Además de Nadal, el tenis español también confía este sábado en el pase a los octavos de final de Carlos Alcaraz y Garbiñe Muguruza.
Alcaraz, número cuatro del mundo, disfruta a sus 19 años de rango de estrella en Nueva York, donde sus juegos son programados en la pista central Arthur Ashe, la mayor del mundo.
Sin ceder un set ante los argentinos Sebastián Baez y Federico Coria, Alcaraz chocará el sábado con la promesa estadounidense Jenson Brooksby, de 21 años, que fue capaz de despedir el jueves al croata Borna Coric, campeón del pasado Masters 1000 de Cincinnati.
Como Nadal, Alcaraz también aspira a desbancar a Medvedev del número uno mundial y sería el tenista más joven en alcanzar esa cima.
Por su parte Diego Schwartzman, último tenista latinoamericano en liza en individuales, intentará regresar a los octavos de Nueva York jugando como visitante frente al estadounidense Francis Tiafoe, número 26 de la ATP.
En la categoría femenina, Garbiñe Muguruza enfrentaba a la checa Petra Kvitova, subcampeona en agosto del torneo WTA 1000 de Cincinnati, para alcanzar por segundo año seguido los octavos del US Open, el único Grand Slam en el que no ha jugado una final.
La tenista nacida en Caracas viene recuperando sensaciones positivas en Nueva York tras una decepcionante temporada y el sábado afronta un duro examen ante Kvitova, quien la ha batido en cinco de sus seis choques previos.
Por su parte la número uno del tenis femenino, Iga Swiatek, se verá con la estadounidense Lauren Davis (105º).
La polaca, que busca su primera corona en Flushing Meadows, nunca ha caído en sus 14 partidos de Grand Slam ante rivales por debajo del top-100.
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