Después de la sorprendente victoria de Arabia Saudita contra Argentina el martes (2-1), el francés Hervé Renard, entrenador de los hijos del desierto, solo podía felicitar a sus jugadores.
"Victoria... Felicidades a los fantásticos jugadores, les felicito siempre y hace tres años que lo hago", se alegró el entrenador, de 54 años.
"Hoy, para resumir, los astros se alinearon con nosotros. No hace falta olvidar que Argentina sigue siendo un equipo fantástico", concedió el francés. "Llevaban 36 partidos invictos, son los vigentes campeones de la Copa América, con buenos jugadores, pero esto es fútbol, es así a veces, es una locura el mundo futbolístico".
Después de disfrutar el momento, Renard insta a los suyos a concentrarse cuanto antes en las dos siguientes fechas, en las que se enfrentarán a Polonia y México.
"Solo podemos tener una buena celebración durante 20 minutos y eso es todo, todavía quedan dos partidos", declaró el exseleccionador de Zambia y de Costa de Marfil. "Cuando vienes a la Copa del Mundo, tienes que creer en uno mismo, todo puede pasar en el fútbol.
Después de irse al descanso por detrás en el marcador y tras otros tres goles de Argentina anulados por fuera de juego, Renard no estaba satisfecho.
"Durante la primera parte no estuve contento porque la presión y la determinación no eran suficientemente buenas y cuando vienes al Mundial tienes que darlo todo. No podemos jugar como lo hicimos en la primera parte", analizó.
Sobre su rival, Renard declaró que no habría sido una sorpresa si Argentina hubiera infravalorado a su combinado.
"A veces el equipo rival se ve superado por nuestra motivación", analizó. "Es Lionel Messi y está jugando contra Arabia Saudita, pensará que tiene que empezar bien el partido y seguro que su motivación no es la misma que si jugara contra Brasil, es normal".
"Esta es una victoria memorable, se quedará en los anales y es por eso por lo que es importante", se alegró Renard. "Pero debemos mirar al futuro porque nos quedan dos partidos muy difíciles".
Renard, que logró ganar la Copa África de Naciones en 2012 con Zambia y en 2015 con Costa de Marfil, llegó al banquillo de los hijos del desierto en septiembre de 2019, alcanzando la final de la Copa de Naciones del Golfo, encajando en la final contra Baréin (1-0) una de las únicas siete derrotas desde su llegada a Arabia Saudita.
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