La reina Isabel II recibirá al nuevo primer ministro británico el martes en su residencia escocesa de Balmoral en lugar de en el londinense Palacio de Buckingham, una primicia para la soberana de 96 años motivada por sus "problemas de movilidad".
La monarca recibe tradicionalmente a los nuevos jefes de gobierno en su residencia de Londres, a menos de 10 minutos en coche de la sede del gobierno.
Pero debido a sus dificultades para viajar la prensa se preguntaba si volvería a la capital desde su residencia de verano en Escocia para el anuncio, previsto el lunes, del sucesor de Boris Johnson.
Un portavoz del Palacio de Buckingham anunció el miércoles que, por primera vez, las audiencias tendrán lugar en Balmoral, castillo situado 830 km al norte de Londres.
La ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, y el exministro de Finanzas Rishi Sunak se enfrentan desde julio para convertirse en nuevo líder del Partido Conservador británico y por consiguiente en primer ministro.
Unos 200.000 afiliados de la formación han podido votar por correo y en línea en un proceso que termina este viernes y cuyo resultado se conocerá el lunes.
Gran admiradora de la difunta primera ministra Margaret Thatcher y defensora de sus políticas ultraliberales, Truss, de 47 años, aparece como la favorita, con más de 30 puntos de ventaja en las encuestas respecto a Sunak, un multimillonario exbanquero de 42 años, nieto de inmigrantes indios.
El controvertido Johnson, de 58 años, dimitió en julio como líder del Partido Conservador acosado por los escándalos y tendrá que dejar Downing Street para que su reemplazante se convierta en jefe de gobierno.
También él viajará el martes a Balmoral renunciar formalmente ante la soberana.
Esta será la primera vez que la denominada ceremonia del "besamanos" tenga lugar fuera de Londres desde que el entonces primer ministro Winston Churchill recibió a Isabel II en el aeropuerto de Heathrow en 1952 cuando se convirtió en reina al fallecer su padre mientras ella estaba de viaje.
"No hablo de mis conversaciones con la reina, ningún primer ministro lo hace", afirmó el miércoles Johnson, preguntado por este cambio de protocolo que puede retrasar los discursos de despedida y toma de funciones así como la formación de un nuevo gobierno.
"Lo que puedo decirles es que, sin ninguna duda, nos aseguraremos de que el traspaso de poder se haga de un modo que convenga perfectamente", agregó.
La audiencia de Balmoral será el primer contacto formal entre la jefa de Estado y el nuevo jefe de gobierno, que asumirá el cargo en un contexto de creciente crisis por una carestía de la vida en el Reino Unido que amenaza con un otoño de protestas y huelgas.
Truss prometió durante su campaña bajar impuestos, pero rechaza las ayudas sociale. Sin embargo, ante una inflación descontrolada, que ya supera el 10% y podría llegar a 18% el año que viene, la presión es fuerte para actuar ya.
La monarca mantiene semanalmente una audiencia con el jefe de gobierno, que desde el inicio de la pandemia en 2020 se celebra principalmente por teléfono.
Desde entonces, pasa la mayor parte del año en el castillo de Windsor, 40 km al oeste de Londres, y solo se desplaza a Buckingham para actos destacados.
Su salud es motivo de creciente preocupación desde que el pasado octubre se supo que había pasado una noche hospitalizada para someterse a "pruebas" médicas cuya naturaleza nunca se precisó.
Sus apariciones en público son cada vez más escasas y en ellas se la ve a menudo caminando con dificultad ayudada por un bastón.
En junio el Reino Unido celebró por todo alto el Jubileo de Platino, 70º aniversario de la llegada al trono de Isabel II, quien cada vez delega más funciones oficiales en su heredero, el príncipe Carlos, de 73 años.
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