Armado de un celular y de un palo selfie, el bloguero Igor Grishin se propuso luchar contra la corrupción en su ciudad natal al noreste de Moscú siguiendo los pasos del opositor ruso encarcelado, Alexéi Navalni.
Con su blog, Grishin, de 25 años, trata de salvar los edificios históricos y los parques de Koroliov, una ciudad de 200.000 habitantes ubicada a seis kilómetros de Moscú, la capital.
La urbe lleva el nombre de Serguéi Koroliov, el padre del programa espacial soviético, y alberga el Centro de Control de Misiones ruso. Es pequeña, pero importante para la memoria espacial del país.
Paseando por la ciudad, Grishin señala unos edificios multicolores -de entre dos y cuatro pisos- que se construyeron entre 1946 y 1953.
En ellos vivieron científicos soviéticos como Serguéi Kryukov, ingeniero de misiles balísticos, y Konstantin Bushuyev, que participó en el envío del primer satélite, el Sputnik, al espacio.
Pero el histórico distrito está actualmente en peligro, con planes que quieren demolerlo para construir nuevos bloques de vivienda grises. Un proyecto contra el que Grishin está decidido a luchar.
"Amo Koroliov. Nací aquí y quiero defender lo que amo", dice, mientras camina por las calles de la ciudad.
Pero en Rusia, donde las críticas a las autoridades se silencian rápidamente, Grishin ya siente la presión de la policía.
Junto con su compañero de armas Roman Ivanov, el dúo ha tratado de alzar la voz en un país en el que los medios de comunicación independientes han sufrido recientemente una profunda represión.
Tras el arresto de Navalni en enero del año pasado, las autoridades ejercen una presión continua sobre los periodistas, blogueros y activistas opositores. Muchos de ellos huyeron al extranjero.
Ivanov, que trabajó como periodista durante 20 años, asegura que fue despedido de un canal de televisión estatal el pasado mes de mayo después de que iniciara un canal de YouTube llamado "Honest Korolyov".
"Mi jefe me llamó para despedirme porque, según él, no debo morder la mano que me da de comer", dice, sentado en un café de la ciudad.
"El periodismo ha sido reemplazado por propaganda", asegura a la AFP.
Ivanov creó su canal en 2019 tras sumarse a las protestas contra el anterior alcalde de Korolyov, acusado de beneficiarse de sus vínculos con promotores inmobiliarios.
En sus vídeos, con unos 5.000 seguidores, critica a los funcionarios locales y los acusa de fraude electoral. También denuncia las malas infraestructuras y los planes de desarrollo que según él, destruirán edificios históricos.
La oficina del alcalde no respondió a la solicitud de comentarios de la AFP.
Para Ivanov, Navalni es un "organizador talentuoso" y admira las investigaciones de su equipo, que a través de vídeos de YouTube, pusieron luz sobre la riqueza de las élites rusas.
"En nuestra ciudad prácticamente todos los medios de comunicación están financiados por la administración. Lo que nos queda es Internet y las redes sociales", dice Grishin.
Él es jefe de redacción del popular blog "Oficial Korolyov" en la popular red social rusa VKontakte.
Pero ni siquiera los gigantes de internet son inmunes al control estatal.
Facebook, Twitter y TikTok han sido repetidamente sancionados por no borrar contenido a petición de las autoridades rusas. Apple y Google fueron forzados a retirar la aplicación de Navalni de sus tiendas virtuales.
Ivanov asegura que sus publicaciones han movilizado a los residentes y "salvado cuatro parques que habrían sido demolidos para hacer espacio a centros comerciales".
Otra victoria que reivindica es la caída del alcalde Alexánder Jodyrev en octubre tras ser acusado en el diario independiente Novaya Gazeta de falsificar resultados electorales
Pero estos blogueros no escapan del radar de la policía, que a finales de octubre registró sus casas y les incautó teléfonos y ordenadores.
Grishin está acusado de haber participado en una pelea mientras vigilaba las elecciones locales e Ivanov se enfrenta a cargos por revelar información previa a un juicio en una de sus entrevistas.
Este último cree que las autoridades quieren "asustar activistas". Grishin ve "una venganza" del exalcalde derrocado.
En otro suburbio de Moscú, los blogueros Alexánder Dorogov y Yan Katelevsky, que también denunciaron casos de corrupción, están detenidos desde julio de 2020 por supuesto chantaje.
Dorogov, que se arriesga a 15 años de cárcel, dijo durante una audiencia judicial en noviembre en Moscú que su trabajo había sido retirado de internet para proteger a las autoridades.
"Nuestro canal de Youtube fue eliminado para esconder hechos que publicamos allí: sobornos y corrupción en empresas funerarias, policía, investigadores y fiscales", aseguró.
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