El exjefe de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dmitry Rogozin, anunció el miércoles haber enviado al presidente francés Emmanuel Macron el trozo de metralla que lo hirió en Ucrania, disparada según él desde un cañón francés Caesar, suministrado a Kiev.
Rogozine, que actualmente dirige un grupo de asesores militares que prestan asistencia a las fuerzas separatistas rusas en Ucrania, resultó herido en la espalda en diciembre durante un ataque ucraniano contra un hotel de Donetsk, ciudad del este de Ucrania -bajo control ruso-, que causó varios muertos y heridos.
Rogozine aseguró que el incidente se produjo durante una "reunión de trabajo" en el restaurante del hotel.
Por su parte, la cadena de televisión pública rusa Rossia 24 afirmó que el exjefe de Roscosmos celebraba allí su 59º aniversario, con invitados y músicos.
Rogozine detalló que después del ataque fue operado en el hospital porque un trozo de proyectil se había alojado sobre su omóplato derecho.
Ardiente partidario de la ofensiva rusa en Ucrania, explicó haber escrito al embajador francés en Moscú, Pierre Levy.
"En este sobre, junto con mi carta, verá un fragmento de proyectil de una pieza de artillería francesa de 155 mm Caesar", declaró Rogozine en esta carta abierta publicada en Telegram. "Perforó mi hombro derecho y se alojó en la quinta vértebra cervical. Un milímetro más y podría haberme matado o hacerme inválido", detalló.
Contactada por la AFP, la embajada de Francia en Moscú no quiso comentar de inmediato.
El bombardeo que hirió a Rogozine también mató a dos de sus amigos, explicó este último, añadiendo "todas nuestras víctimas están en su conciencia".
"Le pido que entregue el fragmento que los cirujanos han extraído de mi columna vertebral al presidente francés Emmanuel Macron", instigó el responsable ruso.
"Y dígale que nadie escapará a la responsabilidad de los crímenes de guerra", añadió.
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