Ecuador incorporó este lunes a más de 1.400 nuevos guardianes penitenciarios para reforzar la vigilancia en las cárceles del país, escenario de cruentas masacres que dejan cerca de 400 reclusos muertos desde 2021.
"Estamos casi duplicando los recursos humanos requeridos para un manejo profesional, serio y técnico de todos los centros de detención en el Ecuador", dijo el presidente Guillermo Lasso durante la ceremonia de graduación de 1.461 agentes de seguridad, de los cuales 100 estarán en centros de rehabilitación para adolescentes.
En este país sudamericano hay 1.500 guías penitenciarios en funciones, lo que se considera insuficiente para controlar a más de 32.000 reclusos.
Lasso agregó que la incorporación de estos nuevos guardias es parte del plan del gobierno para mantener el control de las 36 cárceles del país y "terminar con los hechos de violencia que allí han ocurrido en los últimos tiempos".
Desde febrero de 2021 se han desatado una decena de motines y matanzas carcelarias, que han dejado a la fecha alrededor de 400 reclusos muertos en medio de enfrentamientos de bandas rivales ligadas al narcotráfico, de acuerdo con las autoridades. Cada masacre deja un rastro de terror con cuerpos mutilados, decapitados e incinerados.
Las muertes se han dado en prisiones de las provincias de Cotopaxi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Azuay, Pichincha y Guayas, cuya capital Guayaquil es la ciudad más castigada por el crimen organizado con ofensivas a base de balaceras y coches bomba.
El plan de Lasso para mejorar las condiciones de vida en las cárceles incluye la reducción de población carcelaria mediante indultos y un censo penitenciario.
Ahora "tenemos un hacinamiento del 6% en relación al 26% del inicio de mi gobierno", expresó Lasso.
Guillermo Rodríguez, director del organismo que administra las cárceles (SNAI), comentó que pese a las masacres los criminales "no nos han doblegado".
Está previsto que para el primer semestre de 2023 se incorporen otros 1.000 guías penitenciarios.
pld/llu