Costa Rica, el país "más feliz" de América Latina y una sólida democracia sin ejército, cuenta desde este domingo con el derechista Rodrigo Chaves como su nuevo presidente para el período 2022-2026.
Con costas tanto al Pacífico como al Atlántico, esta nación tiene en el turismo al motor de su economía, duramente golpeada por la pandemia de Covid-19.
A continuación algunas claves para entender al país centroamericano.
Pese a ubicarse en una región de constantes crisis políticas, Costa Rica mantiene una estabilidad democrática luego de su única guerra civil de 44 días en 1948. Ese año proscribió a su ejército.
En un ránking del Informe Mundial de la Felicidad que lidera Finlandia, Costa Rica ocupa el puesto 23 en el más reciente reporte, el primer país de América Latina en aparecer en la lista.
Por medio siglo fue bipartidista, hasta que irrumpió el gobernante Partido Acción Ciudadana (PAC), que dejará el poder en mayo sin legado político.
Su imagen de país estable y correcto se vio estremecida el año pasado por un sonado caso de pago de sobornos a cambio de obras públicas, que alcanzó hasta a un asesor del ahora expresidente Carlos Alvarado.
La protección del medioambiente es una política de Estado clave.
Costa Rica tiene liderazgo y activismo en foros climáticos internacionales, que le permitieron captar millonarios fondos y reconocimientos.
Su cobertura forestal sobrepasa el 53% de su territorio, el cual, aunque apenas suma 0,03% de la superficie del globo (51.000 km2), posee cerca de 6% de la biodiversidad, según cifras oficiales.
Ya alcanzó 99,98% de generación eléctrica de fuentes renovables (principalmente del agua, seguido de geotermia y viento) y se encuentra en marcha su Plan Nacional de Descarbonización al 2050.
El Congreso discute si veta permanentemente la exploración y explotación de gas y petróleo.
La importación de vehículos eléctricos crece año tras año. Esto impulsaría el uso de hidrógeno verde, una fuente de energía producida de forma limpia.
En este país, donde la expresión "pura vida" es un saludo, se encuentra la Península de Nicoya, una de las cinco "Zonas Azules" del mundo, como se identifican los lugares con población de amplia esperanza de vida.
El turismo es uno de los motores económicos del país, un paraíso para los amantes de la playa, naturaleza y ecología. El covid-19 golpeó duramente al sector, que trata de recuperarse.
Según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), en 2021 ingresaron poco más de 1,3 millones de turistas, una recuperación respecto de 2020 pero aún lejos de los más de 3 millones que llegaron en 2019.
Las primeras cifras de enero y febrero de 2022 también son mejores que las de esos mismos meses de 2021, pero no se acercan aún a las de 2019.
No obstante, ese relativo empuje ayudó a disminuir la tasa de desempleo hasta un 13,7% (estuvo sobre el 20%) a finales de 2021, aunque todavía lejos del 12,4% de épocas prepandémicas. Volver a esa estadística será un reto fundamental para el gobierno.
Costa Rica fue el último país en ingresar a la exclusiva Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en mayo de 2021, cuyos socios representan alrededor del 80% del comercio y de las inversiones mundiales.
Tiene un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un crédito de 1.778 millones de dólares (ya se le desembolsaron 589 millones) y así rescatar su economía en crisis, agobiada por una deuda pública de unos 42.436 millones de dólares (mayoritariamente interna), que representa más del 70% de su PIB, una de las más altas de América Latina.
Estimaciones oficiales dicen que la economía en 2022 cerrará con un alza de 3,9% del PIB, tras anotar un 7,6% en 2021. En 2020 había caído un 4%. La inflación cerró el año pasado en 3,3% y superaría el 4% este año.
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