Una docena de alcaldes de Guatemala, El Salvador y Honduras, expresaron este martes su oposición a la explotación de una mina en territorio guatemalteco por contaminar el estratégico río Lempa que recorre los tres países y que abastece de agua a 4,5 millones de personas.
"Consideramos imperativo manifestar nuestra posición en contra de la explotación minera, en cualquiera de sus formas, que se desarrolla en Guatemala, y en particular en la mina Cerro Blanco, localizada en el municipio (guatemalteco) de Asunción Mita", consignaron los alcaldes en un comunicado.
Agrupados en la Mancomunidad Trinacional Río Lempa, que abarca a 26 municipios, los ediles aseguran que la mina estaba en un inicio a cargo de la empresa "Entremares S.A" y ahora la administra la empresa canadiense "Bluestone Resources" que "pretende" cambiar la metodología de minería subterránea de túneles, por minería a cielo abierto.
En 2007, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala tras aprobar un estudio de impacto ambiental aprobó a Entremares la explotación de Cerro Blanco utilizando el método subterráneo.
Por su parte, la compañía Bluestone, con sede en Vancouver, precisó el lunes en un comunicado que desde fines de 2021 solicitó a las autoridades guatemaltecas la "modificación" del permiso ambiental y que aguarda "recibir la aprobación".
Para los alcaldes la minería de cielo abierto "es más destructiva" y los daños al ambiente, al agua y a los ecosistemas "son irremediables e irreversibles" por utilizar de manera intensiva grandes cantidades de cianuro y arsénico para separar el oro del resto de material removido.
En 14 años, según el comunicado, la mina Cerro Blanco "ha causado la contaminación de la cuenca Ostúa-Guija-Lempa poniendo en riesgo" a la población de los tres países, y además en la denominada región Trifinio "ha secado las fuentes de agua" de dos aldeas guatemaltecas en Asunción Mita.
La región Trifinio anualmente produce 2.000 millones de metros cúbicos de agua y es "clave" para los habitantes y la producción de los pueblos de la región transfronteriza, declaró el gerente de la Mancomunidad, Héctor Aguirre.
El afluente del Lempa tiene un recorrido de 422 kilómetros y nace en Guatemala (30,4 km), sigue por Honduras (31,4 km) y desemboca en el Pacífico de El Salvador (360,3 km).
El Lempa es determinante para los tres países porque sirve a 4,5 millones de personas para irrigar cultivos, alimenta plantas hidroeléctricas y abastece, después de ser tratada, de agua potable a gran parte de El Salvador, donde está la mayor parte de su extensión.
El comunicado es firmado por ediles guatemaltecos de Esquipulas, Comotán, Santa Catarina Mita y San Juan Ermita, los alcaldes y vicealcaldes de Sinuapa, Ocotepeque, La Labor en Honduras, y de los poblados salvadoreños de Candelaria de la Frontera, Citalá, Dulce Nombre de María, San Francisco Morazán y San Fernando.
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