Empecemos por el principio: el principal papel de un Banco Central es controlar la inflación, y la actual administración del Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha realizado esa labor de la mejor forma vista desde que el país dejó Bretton Woods, en aquellos tiempos donde en teoría la cantidad de dinero en circulación estaba respaldada por oro, o para efectos prácticos, estábamos dolarizados.
Sin embargo, ese buen resultado, ese triunfo institucional, ha hecho que algunas decisiones tomadas por el BCCR en medio de la embriaguez del éxito, carezcan de virtud, hasta tal punto que han afectado negativamente -sin justificación alguna- a nuestro sistema de pensiones, y a muchos otros actores de nuestra sociedad.
Reconocer lo que le corresponde
Déjenme volver por un momento al punto de éxito del Central. Mezquinos intereses políticos y económicos en no pocas ocasiones quieren atribuir ese gran logro de por fin controlar la inflación a factores externos, factores como la caída de las materias primas o que la Liga ya no gana campeonatos.
Sin embargo, lo cierto es que en otros periodos también se presentaron aumentos y caídas de las materias primas, o políticas de tasas de interés altas y bajas en las principales economías del mundo, esas economías también crecieron a niveles altos y bajos, entre otras dinámicas, y a pesar de todo eso, la inflación era un descaro, un descaro por la desviación de dinero desde todos los que ganaban en colones a los que generaban dólares o tenían su patrimonio dolarizado.
Esos tiempos son queridos y añorados por estos últimos actores, ¡los beneficiados! Aún hoy en día, cuando ya a la sociedad no se le vende diez con hueco gracias a nuestra mejor educación, algunos tienen el descaro de pedir volver a los tiempos del oscurantismo inflacionario, algo que todos debemos reprochar, las urnas son el mejor lugar para hacerlo.
Habiendo aclarado esto, podemos continuar con el asunto que nos trae a este post.
El control de precios y su pensión
Muchos de ustedes han escuchado de los estragos que generan los controles de precios en las economías, el control de precios básicamente distorsiona la información que recibimos los consumidores y los productores de un bien o un servicio.
En términos generales, cuando hay escasez los precios tienen a subir y cuando hay abundancia los precios tienden a bajar. Si algo es muy caro, usted lo piensa más a la hora de comprarlo, si es muy barato no tanto, lo mismo ocurre con los productores, cuando el precio de algo es muy alto tienen un incentivo mayor para producirlo, cuando el precio es muy bajo ese incentivo es menor.
Esta dinámica hace que entren y salgan del juego -mercado- tanto consumidores como productores, conforme los precios se van moviendo y los consumidores consumen o dejan de consumir, y los productores producen o dejan de producir, en ese libre intercambio, al ser voluntario, sin coacción, todas las partes se benefician, ya que realizan sus intercambios, dinero por bienes y servicios, porque creen que con esos intercambios se van a beneficiar, o sea, todos salen contentos.
La embriaguez de éxito tomando decisiones
A inicios del año 2016 el BCCR implementó un sutil, pero no por eso reprochable e injustificado, control de precios. Un control que cuando usted lo explica a un analista o investigador de mercados foráneo, en su reacción inicial tiene que mencionar a Argentina o Venezuela.
Pues bien, en apego a la decisión de la Junta Directiva del BCCR del 13 de octubre de 2015, a partir del 04 de febrero del 2016 el Banco Central inició el último cambio metodológico de la tasa básica pasiva.
Con ese cambio distorsionó todo el sistema financiero nacional, empezando por bancos, pensiones, fondos de inversión, entre otros, dándole de paso una ayudita al Ministerio de Hacienda y a él mismo, en perjuicio del sistema de pensiones en particular, y de una buena parte del ahorro de todos los costarricenses, en general. ¿Por qué lo hizo? Porque según ellos pueden hacerlo y no pasa nada, ¡ah el bien común dictado en leyes!
Aún hoy siguen defendiendo esa decisión amparados en que la "tasa básica pasiva busca aproximar el costo financiero que efectivamente enfrentan los intermediarios financieros del país en la captación de recursos en moneda nacional", un concepto de costo financiero que ya no existía ni en los libros de finanzas que traía Juan de Cavallón -aquí estoy parafraseando a un expresidente.
El Central se mantiene fiel a ese prehistórico concepto porque el patrimonio y la libertad de muchas personas ahí dentro podrían depender de esa defensa, a pesar de que es un concepto que las mejores prácticas internacionales buscan desechar por no considerar el costo marginal de la captación. Este documento de 2011 del Instituto de Estabilidad Financiera del Banco Internacional de Pagos, conocido como el Banco de los Bancos Centrales, menciona directamente que dentro de las diversas causas de la Crisis Financiera Global del 2008 – 2009, una fue el utilizar el costo financiero promedio que el BCCR se empeña en defender.
El cambio metodológico implementado por el Central hace algo muy sencillo, si las tasas que se pagan en promedio a 6 meses son del 6%, ahora por arte de magia metodológica ya ese 6 se convierte en alrededor del 4.50%. En otras palabras, si a usted el Gobierno o el Central le debían plata, ahora no le pagan 6% sino ¿¡4.5% por año!?
Las tijeras de Marshall
"Podríamos razonablemente discutir si es la hoja superior o la inferior de una tijeraEn tico, Marshall, economista marginalista inglés de finales del siglo XIX, nos decía que tanto la demanda como la oferta son importantes, y no hay forma de saber cuál es más importante que la otra, sin embargo, para el Central esto no es así, y con la decisión tomada sobre el cálculo de la tasa básica pasiva nos dijo que el ahorro, la oferta de fondos prestables, es menos importante que la inversión o el consumo, la demanda de fondos prestables. (Las negritas en la cita de Marshall son mías).la que corta un trozo de papel, como si el valor se rige
por la utilidad -demanda- o por el costo de producción -oferta-"
Alfred Marshall
Hace pocas semanas, antes del remesón cambiario, incluso personeros del Central recalcaban esto, señalando las bondades de apalancarse en el mercado de liquidez, pocas semanas después se dieron cuenta de la sinrazón que promovían y han empezado el peor manejo en tasas de interés desde que en el 2008 llevaron la tasa básica pasiva a 4.25% sin necesidad de manosearla metodológicamente, para luego verla subir a 12%, y de paso dejar a mucha gente sin sus casas y carros, y sin sus ahorros (primas hipotecarias y prendarias).
¿Cómo el Banco Central de Costa Rica ayudó a quebrar el sistema de pensiones? ... ¡y a otros más!
Consultando la información pública de las carteras de inversión de los fondos de pensiones supervisados por SUPEN, información que definitivamente está pensada para cualquier otra cosa menos que para servir de base para análisis de inversiones, se encuentra que al cierre de setiembre de 2015 en títulos en colones indexados a tasa variable, el sistema de pensiones tenía una exposición cercana a los ¢900.000 millones.
Esto quiere decir que gracias al Central, las pensiones empezaron a recibir menos intereses, ¿cuánto menos?, bueno, es difícil calcularlo de una manera exacta a partir de la información pública que brinda SUPEN, sin embargo, números gruesos se pueden hacer.
Partiendo de que esas carteras de inversión son de largo plazo y que las inversiones por lo general son mantenidas hasta el vencimiento, si esos ¢900.000 millones se hubieran mantenido invertidos, el sistema de pensiones habría perdido entre febrero de 2016 y mediados de junio del 2017 entre ¢9.000 y ¢11.000 millones.
En ese escenario el IVM sería uno de los más perjudicados, con poco menos de ¢2.000 millones recibidos de menos si hubieran mantenido esas inversiones, algo que claramente no fue así, ya que al cierre de mayo del presente año, este fondo no mantenía inversiones en títulos en colones a tasa variable. Esto se debe a que los títulos pudieron vencer o el fondo los pudo vender (con ganancias o pérdidas), determinar qué proporción venció y cuál fue vendida, y a qué precio fue vendida, es imposible con los datos públicos disponibles. No dudo sin embargo que la SUPEN, que tiene acceso a toda la información necesaria para el cálculo, tenga esa estimación (sarcasmo).
Entidad | Valor Mercado |
IVM-CCSS | 160,001 |
BN-VITAL | 152,076 |
MAGISTERIO | 137,908 |
POPULAR PEN | 120,334 |
BCR-PENSION | 91,713 |
FONDO ICE | 87,603 |
BAC SJ PEN | 77,051 |
FONDO BNCR | 17,026 |
PODER JUDICIAL | 16,382 |
VIDA PLENA OPC | 16,350 |
FONDO FRE-CCSS | 16,205 |
CCSS-OPC | 9,805 |
FONDO BOMBEROS | 3,745 |
FDO VEND-LOT | 607 |
Total | 906,806 |
El sistema de pensiones no se debe analizar con lo ocurrido en año y medio, a menos de que usted sea el actuario irresponsable. Dependiendo de la duración de las carteras de pensiones, información que no está disponible en la página de la SUPEN, así debería ser el impacto de la medida del Central en el sistema de pensiones.
Al cierre de mayo de 2017 las operadoras manejaban ¢577.537 millones en valor de mercado en títulos en colones a tasas variables, si la duración promedio de esas carteras fuera de 5 años, en ese lapso el sistema estaría dejando de percibir poco menos de ¢40.000 millones, si la duración es de 10 años, serían cerca de ¢80.000 millones, y si fuera de 30 años lo que se dejaría de percibir son ¢235.000 millones. ¿Peccata minuta? Juzguen ustedes.
Destrucción de valor
Cuando el Central publicó ese cambio muchos pensamos sobre los impactos que podría tener una medida arbitraria como esa en un intermediario financiero, léase banco, con bajos márgenes de acción y altos costos operativos, ese tipo de decisiones pueden poner a un banco de rodillas, lo pueden hasta quebrar, pero no, es no pasa aquí.
Si al cierre de enero de 2016 un banco tenía una cartera de crédito al día de ¢405.000 millones, donde el 70% está en colones y de ese 70% el 90% está referenciada a la tasa básica, fácilmente pudo haber perdido ¢3.500 millones de ingresos entre Feb/16 y May/17 por la disminución -sin justificación técnica- de la tasa básica, y seguiría perdiendo ese monto por año si su cartera se mantiene igual (¢405.000x70%x90%x-1.37%). Un caso hasta para la OIT teniendo un sindicato que se mueve.
¿Qué hubiera pasado si en el país los bancos privados estuvieran inmersos en el negocio en colones? ¿Recuerdan las tijeras de Marshall? Los bancos no solo prestan, también buscan depósitos. ¿Tenemos que estar todos los ahorrantes del país expuestos a este tipo de decisiones arbitrarias? La institucionalidad siempre tiene que imperar.