¿Ha estado tan inmerso en algo por un periodo tan largo de tiempo que no ve la realidad tal como es?
Yo sí, varias veces. Y ver la realidad que tenía ante mí y que no lograba ver, me tomó no solo tiempo, sino paciencia, humildad, persistencia, y adicionalmente, buscar una perspectiva sensata externa. Pero además, me permitió tomar decisiones de vida trascendentes que me hicieron caminar en la dirección correcta.
Les comparto una historia extraída del blog de Ruth Pearce´s sobre coaching que me parece muy pertinente:
Un hombre iba caminando por la calle distraídamente cuando cayó en un gran desnivel. Era demasiado profundo, al caerse se lastimó y luego, tras reponerse del golpe, no atinaba como salir. Luego de una hora, de casualidad su esposa iba caminando a una tienda cercana y pasó por ahí, se asomó al oírlo. Muy acongojada trató de ayudarlo, pero no lo logró.
La esposa, llamó al dependiente de la tienda. Entre la esposa y el dependiente, trataron de sacarlo, pero tampoco lo lograron. El dependiente tenía que irse, al minuto, pasó una persona desconocida. Al ver la situación, se tiró sin dudarlo.
El hombre que había caído primero, no entendía, pero, el hombre que se tiró le dijo: “tranquilo, yo caí aquí antes y sé como salir”.
Ese hombre, es en esta metáfora lo que podría ser un coach.
Un coach nos permite ver temas importantes sobre nuestra vida que: a) no vemos, o que b) si vemos, pero que no sabemos cómo abordar.
Si usted tiene la posibilidad de contratar un coach y no lo tiene, sepa que puede estar limitando sus posibilidades de carrera y también de satisfacción con su vida, al no tener un recurso que le permita tener una perspectiva externa para ver temas importantes en su vida que usted solo no puede ver.
Esta perspectiva externa puede ser determinante en cambiar una historia dominante que le limita. Me acuerdo de un cliente que cuando me contaba su historia de vida, me confesaba que se sentía en gran desventaja con respecto a sus compañeros de empresa, por como había iniciado su vida. Pese a su historia inicial de desventaja, había construido una muy buena vida, pero su perspectiva de sí mismo continuaba siendo de una “persona en desventaja”.
Luego de varias conversaciones, logramos identificar juntos su historia dominante y cómo le limitaba, más importante, logramos ver juntos que él había reescrito su historia una y otra vez de una forma única y muy positiva, los hechos no mentían (aunque el cliente no los veía). Nuestra relación permitió que él cambiara su historia dominante y limitante, poco a poco empezó a proyectarse más seguro, más claro, más optimista, mejor líder. Esto ha repercutido positivamente en su carrera y también en su vida personal.
Nuestra familia y amigos no pueden ser nuestros coaches o consejeros imparciales. Cuando le digo a mis hijos algo bueno sobre ellos para que sientan un balance respecto a un tema que los tiene tristes o apagados, con frecuencia me lo agradecen, pero me responden que en realidad, les hablo del corazón y que mi perspectiva está sesgada, porque soy su mamá.
Cuando nuestro jefe, compañeros de trabajo, familia o amigos nos dicen algo que no vemos, pero que es de crucial importancia para nosotros, si hay mucho en juego, tal vez es un buen momento para buscar un coach.
La página de ICF (International Coach Federation) ofrece un directorio mundial de los coaches certificados, entrenados y acreditados en cada país. No es una garantía 100% de calidad, pero es un primer muy buen filtro para buscar a este tipo de profesional por la acreditadora más seria y exigente a nivel mundial.
La NASA, el Departamento de Estado Norteamericano, entre otras organizaciones o empresas que utilizan mucho este servicio, no contratan coaches sino tienen una licencia de ICF (los más exigentes solo contratan con licencia PCC o superior) y los programas de entrenamiento para coaches que están afiliados a universidades con reconocimiento mundial, tienden a tener los programas acreditados a ICF, también.
Buscar un coach en esta página es muy fácil, hay un buscador por país y por nivel de experiencia del coach. Los coaches de menos a más experiencia se clasifican en:a) Nivel 1 ACC-Asociado, b) Nivel 2 PCC-Profesional y c) Nivel 3 MCC-Master.
Existen muchos coaches graduados por un programa acreditado por ICF, pero eso no los hace automáticamente ser coaches acreditados con una licencia de ICF, lo que es una distinción muy importante.
Los coaches egresados de un programa acreditado, para lograr el primer nivel mencionado arriba (ACC) deben pasar por un proceso muy riguroso que explica que haya muchos coaches, pero con licencia, no tantos.
Así que si tiene las posibilidades, no lo piense, contratar un coach puede ser una muy buena inversión, pero eso sí, busque un profesional serio, responsable, que maneje contratos de confidencialidad y que además tenga recomendaciones, porque también es importante mencionar que el servicio se ha puesto de moda y en mercados jóvenes como el nuestro, el desconocimiento de éstos y otros temas de la industria puede ser confuso.