“Eat clean”. Tal vez muchos hayan escuchado, leído, o al menos visto esta frase en algún lugar, pero es probable que la mayoría no conozca el trasfondo de un movimiento alimentario como este, y todas las versiones tergiversadas que se pueden derivar de él.
Alimentos libres de preservantes, colorantes y saborizantes suena bastante bien como parte de una alimentación sana, pero de repente la literatura, las redes sociales y los blogs nos bombardearon de alimentos libres de gluten, lácteos, huevo, azúcar y grasa asegurándonos así una alimentación completamente “limpia y pura”. Al final estábamos obteniendo de igual manera una dieta nutricionalmente deficiente.
Inicialmente, el movimiento “Eat clean” busca promover una alimentación sana, procurando el consumo de alimentos naturales, no procesados, altos en fibra y nutrientes y con la mínima participación de ingredientes extra para preservación o cualquier otro fin. Su principal objetivo es crear conciencia sobre las elecciones que tomamos a la hora de alimentarnos y el efecto que éstas tienen en nuestra salud. Suena muy bonito y saludable, lamentablemente, su significado fue deformándose con el paso del tiempo y ha llevado a muchas personas a caer en extremos innecesarios.
En las últimas décadas nos hemos visto envueltos en un ambiente alimentario altamente procesado y con menos nutrientes de los que encontraríamos hace unos años en las cocinas de nuestras abuelas. Y aunque estamos claros de que estas comidas procesadas no deberían ser la base de nuestra alimentación, debemos recordar que ningún alimento es bueno ni malo, y que incluir ocasionalmente lo que algunos no catalogarían como “limpio” no va a matar a nadie.
Como normalmente lo digo, todo está en el balance y la moderación. Claro que lo ideal es comer de forma más natural, pero ¿será necesario que ni un solo colorante, preservante, aditivo, ingrediente X, Y o Z entre al cuerpo? Quiero compartirle algunas recomendaciones en las que yo me baso para comer saludable sin caer en extremos:
Que predominen alimentos naturales: que predominen no es lo mismo a que tienen que ser el 100% de su dieta. La idea es que los alimentos sean consumidos en la manera más cercana a su forma natural para que preserven sus nutrientes y también para consumir poca cantidad de ingredientes adicionales (algunos de estos ingredientes, no TODOS, se han vinculado con consecuencias para la salud). Así que un consumo ocasional de algún alimento procesado, no será una catástrofe para usted ni para nadie.
Escoja también alimentos integrales: los alimentos integrales poseen una mayor cantidad de nutrientes, en mayor medida cuando llevan un mínimo procesamiento industrial tal como las leguminosas (frijoles, lentejas, garbanzos), verduras harinosas (camote, plátano) y cereales integrales (quinoa, arroz integral).
Aumente su consumo diario de frutas y vegetales: a pesar de que la legislación en Costa Rica respecto al uso de pesticidas y agroquímicos es muy escasa, aumentar el consumo de frutas y vegetales le va a asegurar una mayor ingesta de vitaminas, minerales y fibra.
Elija mejor sus fuentes de proteína: ya sabemos que existen fuentes de proteína vegetal y animal, en el caso de que consuma las segundas prefiera siempre los que se encuentren certificados como de pastoreo, esto le asegura que no se verá expuesto a antibióticos, hormonas u otros fármacos utilizados en la producción industrial convencional del ganado y el pollo y le asegura además carnes con un mayor contenido de nutrientes.
También le puede asegurar que fueron animales criados en ambientes al aire libre alimentados con pasto y tratados de manera más correcta. En el caso de los pescados es recomendable elegir los de menor tamaño pues eso puede asegurar una menor cantidad de toxinas en su carne.
Revise las etiquetas: es importante comprender lo que contiene un alimento, tanto a nivel de nutrientes como de ingredientes, no solamente de calorías, recuerde que el exceso de sodio, azúcar y grasas es perjudicial a la salud.
¿Cómo identificar el límite entre la intención de buscar alimentos que nutran y un trastorno alimentario? Cuando comer saludable representa un foco de estrés, cuando aísla a las personas del entorno social con tal de no enfrentarse a alimentos no aceptados dentro de sus condiciones y cuándo existen sentimientos negativos hacia el consumo de ciertos alimentos podemos sospechar que estamos cerca de un trastorno. Comer balanceadamente nunca debería llevarnos a un proceso obsesivo donde existan reglas y condiciones que deban cumplir los alimentos para considerarse adecuados o aceptables.
Moderación es la palabra que más abunda en nuestra consulta, no existen alimentos buenos o malos; la diferencia en el estado de salud, peso o composición corporal la determina el contenido de los alimentos que predominen en su día a día así que no hay q llegar a ningún extremo. Sea consciente de lo que su cuerpo necesita y elija de esta manera como alimentarse sin sufrir en el intento.
El primer paso necesario es saber ¿cómo está nuestro organismo y qué necesita? para eso no olvide consultar siempre con un profesional, puede visitar nuestra página web www.centrodenutricion.co.cr y nuestras redes sociales para mayor información.