Desde abril del 2013, el mercado del dólar estadounidense ha estado ejerciendo una presión para la depreciación del colón que ha sido contenida de manera artificial a punta de endeudamiento externo.
Las Reservas Monetarias Internacionales (RMI) estuvieron creciendo constantemente desde enero de 1991 hasta abril del 2013 donde pasaron de $262,4 millones a $7,9 mil millones. Desde abril del 2013, las RMI empiezan a sufrir una presión a caer tal y como muestra el gráfico. Las RMI suben abruptamente solo cuando ingresan desembolsos por endeudamiento externo.
Hoy las RMI están por debajo de las que teníamos nueve años atrás. Esto a pesar de que el saldo de la deuda externa en moneda extranjera paso de $15,9 mil millones en enero del 2013 a $32,9 mil millones a diciembre del 2021.
En enero del 2020 el tipo de cambio promedio Monex fue de ¢570,65 por cada dólar. Hoy ronda los ¢680. Esto equivale a una depreciación de casi un 20% para este periodo de 29 meses.
Esta alarmante depreciación se da a pesar del creciente nivel de endeudamiento del gobierno. Tengamos en mente que el endeudamiento, ceteris paribus, aumenta la oferta de dólares y esto presiona el precio del dólar a la baja. Recordemos que una de las razones por las que el Gobierno anterior estuvo presionando a los diputados de la Asamblea Legislativa para que aprobaran el crédito con el Fondo Monetario Internacional tenía el propósito de evitar, artificialmente, la depreciación del colón.
La depreciación del colón no es coyuntural como algunos economistas lo quieren hacer ver. Para algunos, la depreciación del tipo de cambio obedece a que las tasas de interés en colones estuvieron, relativamente, muy bajas comparadas con las tasas en dólares. Si esto fuera cierto, un aumento de las tasas de interés en colones tendría que generar un aumento en la oferta de dólares al punto de revertir la depreciación. Sin embargo, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ya ha aumentado las tasas en colones y no vemos la apreciación del colón pronosticada.
La depreciación como consecuencia de la pérdida de competitividad
La depreciación del colón ha sido un fenómeno constante a lo largo de los años, sino décadas. Es decir, el aumento del precio del dólar no tiene causa coyuntural sino estructural. La depreciación es síntoma de la pérdida de competitividad que vive nuestro país debido a las pésimas políticas económicas que los gobiernos han impulsado durante décadas, en particular durante los últimos ocho años que gobernó el Partido Acción Ciudadana (PAC).
Esta pérdida de competitividad se observa en la subida del Índice de Tipo de Cambio Efectivo Real Multilateral con Ponderadores Móviles que calcula el BCCR que pasó de 81,5 en enero del 2013 a 97,0 en marzo del 2022. Para ponerlo de una manera sencilla, Costa Rica se ha vuelto más caro para producir que el resto de sus socios comerciales. Ante esta realidad, el mercado reacciona depreciando el colón.
Sin lugar a duda, una de las principales causas de la pérdida de competitividad de los últimos años fueron las restricciones sanitarias que fueron impuestas arbitrariamente atropellando libertades individuales y violentando la constitución política. Las restricciones sanitarias causaron la destrucción de miles de negocios, en particular aquellos vinculados con el sector turístico que son fuente importante de divisas.
¿Qué podemos hacer para contener la depreciación del colón?
Lamento que algunos economistas sugieran que el gobierno de Costa Rica debe seguir endeudándose con el fin de aumentar la oferta de dólares y con ello contener la depreciación del colón. Con esta medida solo se “patea la bola”. El endeudamiento solo empeora las cosas en el futuro. Al pagar la deuda se aumentará en mayor proporción la demanda de dólares porque habrá que sumarle los intereses.
Reduzcamos los costos de producción para mejorar nuestra competitividad internacional y contener así la depreciación permanente del colón. Para ello, bajemos impuestos, reduzcamos las cargas sociales, reduzcamos el gasto público como porcentaje del PIB, rompamos monopolios (Recope y Fanal), liberalicemos totalmente el mercado de capitales con el exterior, abramos el monopsonio que tiene el ICE en el mercado de la generación eléctrica, promovamos el libre comercio bajando aranceles, cerremos entidades innecesarias (CNP, ICT, Inamu, Ifam, Mideplan, Micitt, Infocoop, etc.), desregulamos el sistema financiero para bajar las tasas de interés, etc. La misma OCDE dice que Costa Rica es muy cara por la falta de competencia.
Sin embargo, la mejor solución para que Costa Rica deje de sufrir por las consecuencias de la depreciación del colón y del riesgo cambiario es cerrando el BCCR, dolarizar la economía y emular un sistema monetario y financiero como el de Panamá, o Singapur, tal y como lo expongo en mi libro: Causa de la inflación, cierre del banco central y dolarización en Costa Rica.
Como bien decía Friedrich Hayek, galardonado con el premio Nobel en Economía, en su libro Denationalisation of Money: “No encuentro respuesta en los textos de Economía del por qué se considera indispensable el monopolio gubernamental en la emisión de dinero [banco central]… Tiene todos los defectos de todo monopolio”.