Uno de los argumentos en contra de la dolarización y del cierre del Banco Central de Costa Rica (BCCR) es que nuestra política monetaria dependería de la Reserva Federal de los EE.UU. (FED). Esto es un error.
En la actualidad la cantidad de dólares que circulan en Costa Rica depende del sector productivo y del nivel de endeudamiento por parte del gobierno. Cada vez que algún costarricense realiza una exportación, ingresan dólares al país. Cada vez que un residente paga por alguna importación, salen dólares. A Costa Rica le ingresan dólares con cada ingreso de capital, sea para realizar una Inversión Extranjera Directa (IED) o para comparar algún título valor. Cada vez que salen capitales, sea por concepto de pago de intereses, transferencias, o repatriación de utilidades, salen dólares del país. Cuando el gobierno se endeuda, ingresan dólares y cuando realiza los pagos del principal y de intereses salen dólares.
Como vemos, la circulación de dólares en Costa Rica no depende de la FED ni de ningún otro organismo extranjero o internacional. Si cerráramos el BCCR y dolarizáramos la economía, la oferta y demanda de dólares dentro del país seguirá dependiendo del sector privado costarricense y del nivel de endeudamiento del gobierno. Con el cierre del BCCR no vamos a depender de la FED sino del sector productivo costarricense. Sin embargo, si fuera cierto que al cerrar el BCCR vamos a depender de la FED, eso es mucho mejor que depender del BCCR.
En Panamá no hay banco central y la oferta y demanda de dólares depende del sector privado. En Panamá no existe ninguna autoridad gubernamental que controle o regule la cantidad de dólares que entran y salen. Ni existe ningún burócrata regulando el mercado de dólares para garantizar el equilibrio en el mercado de dólares. La inflación en Panamá depende del exceso de dólares que circulen en ese país. Sin embargo, la inflación en Panamá es casi nula; lo cual es prueba de lo estable que son los mercados libres. De 1982 al 2022 la inflación promedio anual de Panamá fue de tan solo 1,79%. Una tasa más baja incluso que la de los EE.UU.
Al igual que Costa Rica, Panamá sufre los aumentos del precio del petróleo; pero eso no les causa inflación porque solo la emisión excesiva de dinero crea inflación. Al igual que Costa Rica, Panamá también sufre de choques externos como el fenómeno del Niño o el aumento de los precios de las materias primas como consecuencia de factores externos como la invasión de Putin a Ucrania. Sin embargo, eso tampoco causa inflación en Panamá porque no existe tal cosa como inflación importada.
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De 1982 al 2022 la inflación promedio anual en Costa Rica fue del 10,36% mientras que en Panamá fue de tan sólo 1,79%. Para el mismo periodo, la inflación acumulada en Costa Rica fue de 5 051%, mientras que en Panamá fue de tan solo 103%. Lo que explica las diferencias tan marcadas en la inflación de ambos países es que Panamá no tiene Banco Central mientras que Costa Rica sí.
Solo la emisión excesiva de dinero puede causar inflación. Para ahondar sobre este tema, los remito a mi artículo ¿Qué causa la inflación y el aumento de los precios?
La enseñanza más importante de la experiencia de Panamá es que no hace falta un banco central ni intervención gubernamental para garantizar la estabilidad monetaria. La experiencia de Panamá también rompe el mito que en ausencia de banco central se dependerá de la FED.