Mi papá estaba convencido de que, como se toma tres jarrones (sí, no tazas, son jarrones… ¡floreros casi!) de café, no necesita tomar agua porque, según él, “ahí está toda el agua que el cuerpo necesita”.
Yo estaba convencida de que él estaba equivocado y quería demostrárselo. Entonces, lancé la pregunta a tres nutricionistas especializados en temas deportivos.
Me dieron la razón y ahora quiero contarles a ustedes por qué tomar 500 tazas café no es sustituto de tomar agua. (Lo mismo ocurre si en vez de café es té, refresco, hidratante o equis).
Si bien es cierto que todos los líquidos hidratan (incluidas las sopas, las frutas y las gelatinas), sus contenidos no son equivalentes al del agua pura y por ende, no logran el mismo efecto en el cuerpo.
“El cuerpo debe mantener un equilibrio de ácido-base y un balance de electrolitos para que los procesos metabólicos ocurran de manera correcta. En algunos casos, los líquidos distintos del agua pueden contener sustancias o compuestos que, en lugar de contribuir a un buen balance de líquidos, pueden ocasionar todo lo contrario”, explica la nutricionista deportiva Gabriela Fernandez.
Ejemplo de ella son las bebidas que contienen mucho sodio, como algunas sopas de paquete. Esto incrementa la retención de líquidos.
Por su parte, las bebidas que tienen muchos fosfatos, como las gaseosas, ocasionan un desbalance a nivel de calcio y, por tanto, pueden alterar la densidad ósea.
Con ella coincide el nutricionista Donald Vega.
“Si los líquidos son azucarados, tenemos un problema potencial de sobrepeso; y si son con edulcorantes artificiales, tenemos un problema potencial de salud. El café genera un efecto diurético con lo que se pierde mucho del líquido tomado y dudo que alguien se tome de dos a tres litros de sopa al día”, afirma el director de Balance Natural.
Por eso, coinciden ambos especialistas, siempre será necesario tomar agua.
“El aporte de líquidos puede provenir de distintas fuentes, pero siempre debe haber una cuota de al menos el 50% de líquido que provenga del agua”, detalla la especialista de GN Sports.
Líquido vital
De acuerdo con Catalina Miranda, nutricionista y atleta de alto rendimiento, el agua cumple una de las funciones más importantes en el cuerpo humano: transportar todos los nutrientes (carbohidratos, proteínas, grasas, vitamina y minerales) hacia las células que los requieren.
Además, agregó Fernández, el agua contribuye en procesos de digestión, circulación, creación de saliva y lagrimas, lubricación de articulaciones, trasmisión de impulsos nerviosos y mantenimiento de la temperatura corporal.
“No me gusta el agua”
Si su cerebro entiende todas esos beneficios y argumentos que explican la importancia de tomar agua pura y su paladar no lo deja, hay algunos trucos que pueden ayudarle a convencerlo.
-Dividir la cantidad de líquido total diario en pequeñas metas durante el día ---porque en todo caso no es bueno tomarse mucha cantidad de líquido de una sola vez
-Agregar unas gotas de jugo de limón o naranja (sin convertir el agua en jugo de naranja ni limonada). También existen recipientes (botellas y picheles) que tienen un compartimiento especial para agregar fruta fresca y al mezclar la fruta con el agua con esto se toma un leve sabor a fruta.
-Aumentar poco a poco su consumo. Por ejemplo, puede comenzar por tomar dos vasos al día y poco a poco ir aumentando la cantidad hasta llegar a los ocho diarios recomendados
-Añadir canela al agua para cambiarle el sabor.