Hacer ejercicio mientras se recibe estimulación eléctrica muscular (EMS) podría convertirse en la próxima tendencia del mundo del fitness porque supuestamente permite lograr más y mejores resultados en menos tiempo. Sin embargo, no es para todos y podría no ser tan efectivo como anuncian.
Las contraindicaciones van desde el tener patologías cardíacas, neurólogicas o metabólicas hasta ser tendiente a padecer problemas en la piel.
“También es importante recalcar que la corriente EMS con estos fines no se recomienda en niños en etapa de crecimiento, por la posibilidad de dañar las fibras musculares, los cartílagos articulares y líneas epificiarias de crecimiento”, advirtió la fisioterapeuta Marcela Calvo, quien también contraindicó este tipo de entrenamiento para mujeres embarazadas.
Para la especialista, la técnica no solo es peligrosa para infantes: “Un estudio científico del Clínical Journal of Sports Medicine señala que el uso del electrofitness provoca mayor daño muscular que el ejercicio convencional por lo que puede favorecer la aparición de patologías como la rabdomiolisis”. Esta es la misma que se ha detectado puede ser causada por entrenamientos intensos como Crossfit y se produce por compuestos que surgen de la descomposición de tejido muscular ante una situación de estrés muscular y que pueden dañar las células renales.
“Un corredor de maratón al cabo de dos días puede acumular unas 2.500 U/L de CPK, un marcador de daño muscular que aparece en sangre después de una actividad extenuante (…) con la electroestimulación global (electrofitness o biotraje) se ha visto que se llega a 100.000 U/L cuatro días después”, señala el investigador González Haro, avalado por sus 16 años de experiencia en deporte élite.
Otra fuente de peligro que señala Calvo está en que en electrofitness se depende del entrenador que aplica los impulsos eléctricos. “El EMS es efectivo y está comprobado que sirve para tratar lesiones; pero su uso desproporcionado puede traer consigo complicaciones, sobre todo si la aplicación y programación de EMS no se hace de forma supervisada y por un profesional capacitado en electroterapia, que conozca al pie de la letra las indicaciones y contraindicaciones que ésta”.
¿Se arriesgaría a correr el riesgo por ver las promesas convertidas en hechos? Y si le dijera que no es tan efectivo como prometen, ¿probaría igual?
En el próximo post, los argumentos de quienes dicen que el uso de EMS no es solo riesgoso sino también inefectivo.