De las ironías más grandes de Carobicos es que me encanta el ejercicio; me aburren los deportes. El que menos me gusta es el futbol. It is what it is.
Pero hacerme la vista gorda del histórico gane de Cartago era imposible. En realidad, me parece muy inspirador.
¿Cuántas veces pensamos que ya es muy tarde para lograr un cambio? ¿Cuántas veces nos escudamos en que “de la víspera se saca el día” para resignarnos? ¿Cuántas veces sentimos que ya hicimos lo mejor que podíamos y nos conformamos?
Entonces, me puse a leer y quiero compartirles los aprendizajes que me deja Cartago y las frases de su timonel, Geiner Segura.
Analizar con cautela
“Siempre se realiza un análisis exhaustivo del rival (…). Nos espera un partido difícil”.
“Aquí no hay triunfalismo”. “Aún no hemos ganado nada”. “Así como respetamos al Herediano, igual respetamos a la Liga. Tienen un gran equipo y no es la excepción”. “A pesar de la ventaja de 1 – 0 sobre Alajuelense, en el camerino están como si no tuviesen ventaja. Nosotros vamos como si estuviésemos 0 – 0.”
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En diferentes entrevistas, Segura respondió con esas frases.
Hay quienes podrían verlo como mentalidad derrotista o de “porecito”, pero a mí me parece una postura prudente y humilde.
No sé si a ustedes les ha pasado: a veces nos sentimos con algo en la bolsa y nos termina saliendo el tiro por la culata. Al mejor mono se le cae el zapote, ¿no?.
Así que, ante un reto, por más sencillo que nos parezca, lo mejor es analizarlo con cabeza fría y pies en la tierra, reconociendo las fortalezas que tenemos, pero identificando también las amenazas y riesgos que podemos enfrentar.
Identificar la motivación
“Sentimos ese respaldo de nuestra afición”. “El alma de sus jugadores hizo la diferencia”. “Estamos motivados”. “El equipo está con mucha hambre”. “Esperamos que todo este ambiente, con el apoyo de la afición nos ayude en la confianza de los muchachos y podamos sacar el resultado positivo”. “La ilusión es trabajar para que este equipo sea campeón”.
Cuando hago un plan de entrenamiento a mis clientes, tenemos claro el objetivo que queremos lograr, pero siempre les pido que piensen en la motivación. Por ejemplo: “mi objetivo es bajar XX kilos para estar en mi rango de peso saludable”; “mi motivación es llegar al segundo piso de mi casa sin agitarme” o “mi motivación es poder jugar con mis hijos sin cansarme”, etc.
Teniendo claro el norte, la motivación es el combustible necesario para permitirnos avanzar hasta ahí, a pesar de todas la dificultades y amenazas que podamos encontrar en el camino.
Ser perseverante
“Vamos a ir partido a partido, esa es nuestra consigna”. “Vamos a hacer lo humanamente posible”. “[Qué nos recuerden como] un equipo que hizo un gran esfuerzo hasta el final, que dejó bases sólidas para que el equipo siga llegando a las instancias finales, que se pueda ir fortaleciendo y sea protagonista”. “Nos ha tocado remar de atrás hacia adelante y el equipo ha tenido una respuesta importante cuando hemos estado en esa situación de adversidad”. “Tenemos que pelear hasta el último partido”. “La afición de Cartaginés tiene el derecho a celebrar”.
Cuando alguien se prepara para correr una maratón, no entrena de 40 en 40 km. Cuando hay que bajar 50 kilos, no se pretende bajarlos de 20 en 20, ni de 10 en 10. Las construcciones se crean bloque a bloque.
Es necesario tener clara la meta final, sí, pero enfocarse en los pequeños pasos que nos permitirán avanzar hacia ella. Conquistar esas metas se convierte en las bases para las siguientes. Correr los primeros 10km permite luego pensar en 15km, 20km, 40km… y cada uno de esos hitos se vale celebrarlos para, justamente, continuar alimentando la motivación que les comentaba arriba.
Trabajar en equipo
“Yo simplemente soy un colaborador más, igual que todos”. “Felicitar a los jugadores, que esto es de ellos”. “El trabajo en equipo es nuestra mayor fortaleza”. “Quiero darle los méritos al equipo de trabajo, ya que gracias al esfuerzo de todos se logró el objetivo”. “Todos los han pasado por Cartaginés todos estos años también han dejado muchas cosas (…) Eso es de ellos también. Ellos estuvieron en el proceso, el cual hoy dio resultado. Ellos tienen que sentirse también campeones”. “Hoy me tocó a mi darle el título, pero al final esto es de Dios, es de los momentos de cada uno”.
Creo que a veces nos da miedo reconocer la contribución de otros a nuestro logro porque podemos pensar que no haberlo hecho solos lo desmerita un poco, o por temor de que algún serrucha-pisos se robe el mandado.
Pero la verdad, ser capaz de trabajar en equipo es una de las cualidades blandas más valiosas que se pueden desarrollar.
Me gustó mucho que Segura no solo reconociera y felicitara a los jugadores, que claramente son los que hicieron el esfuerzo físico para lograr este gane en particular, sino también a “todos los han pasado por Cartaginés”. ¡Qué no se nos olvide nunca de dónde venimos y gracias a quién estamos donde estamos!
Atentamente,
Cartago campeón
2022