Los guionistas de Hollywood fumaron la pipa de la paz con la industria cinematográfica y del streaming.
Los guiones generados por las plataformas de inteligencia artificial generativa (IAG) —como el ChatGPT, Bard u otras— serán un insumo.
Con esa materia prima, los escritores elaborarán el guión final.
Cada vez se escucha más que la IAG se incorpora a los procesos como herramientas de apoyo. Les doy un ejemplo.
Ayer sábado en la mañana, en Televisión Española entrevistaron a un productor de música.
Él explicaba cómo los músicos utilizan herramientas de IAG en sus creaciones.
Un pianista teclea notas y, desde un equipo informático, se escuchaba una batería.
Así, el músico va probando la mezcla para colocar corchetes en un pentagrama.
Hemos repasado varias veces los oficios que serán más afectados por la inteligencia artificial.
La lista abarca trabajadores de apoyo administrativo, técnicos, profesionales y ejecutivos de ventas, entre muchos otros.
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No tiene que ser necesariamente así.
“La inteligencia no te sustituirá”, leí recientemente. “Tu empleo te lo arrebatará alguien que sepa usar la inteligencia artificial”.
La tarea es clara. ¿En cuál área trabaja usted?
No importa cuál sea su oficio:
—Empiece a averiguar cómo la IA está utilizándose en ese campo
—Identifique cuáles herramientas de IAG están desarrollándose.
—Vaya probando aplicaciones para descubrir cuáles le facilitan su trabajo.
Se habla de más de 500 aplicaciones basadas en IAG.
Hay para todo. Algunas facilitan el procesamiento de datos en una hoja de cálculo. Otras sirven para procesar grandes cantidades de documentos y datos.
En áreas operativas y administrativas, la IA (junto con derivados suyos como el aprendizaje automático o machine learning) puede realizar cálculos complejos, identificar patrones y tendencias, así como crear informes financieros de manera eficiente.
En contabilidad, la IA puede automatizar más del 53% de las actividades repetitivas. Así los contadores podrán centrarse en ofrecer un mayor valor agregado: planificación fiscal estratégica, consultoría financiera y toma de decisiones informadas.
“La IA puede proporcionar información valiosa, pero aún depende de los contadores para darle sentido y aplicarla adecuadamente”, dijo Andrés Torres, líder de cumplimiento de Alegra.com, una plataforma de contabilidad y facturación electrónica.
Si está en derecho, también.
Alegra.com insiste que se deben desarrollar tres tipos de habilidades:
—Analíticas para interpretar datos y resultados generados e identificar patrones y tendencias.
—De comunicación, para explicar esos resultados.
—Y de aprendizaje continuo, para mantenerse actualizados.
En comunicación, mercadeo y redacción, las herramientas como ChatGPT o a Bard lo que hacen es generar resultados básicos. ¿Para qué utilizarlos, entonces?
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Porque dan ideas o un borrador para empezar a trabajar.
Un miércoles de estos tenía que empezar a redactar una historia de un emprendimiento. Pero estaba cansado y embotado.
Era ya de noche y, al menos, necesitaba avanzar en un primer borrador. No sabía cómo iniciar. Copié la información del emprendimiento, la pegué en el ChatGPT y le pedí que me diera una nota tipo storytelling.
Me dio un texto que no podía utilizar. Pero con ese material empecé a detectar los datos que había omitido y los que alteró.
Para obtener el texto que necesitaba, apliqué lo aprendido en cómo estructurar una redacción, storytelling, nuevas narrativas y escritura creativa.
Realicé otras investigaciones adicionales: términos, estudios científicos y datos de mercado.
La publicación final fue muy diferente. El texto que me dio el ChatGPT quedó tapado por capas de redacción propia. Ni indicios del original.
Son soluciones muy útiles.
Este post lo revisé en un editor llamado Hemingway, que me dice si cada párrafo es complejo o sencillo de leer.
Hay otras herramientas que utilizo y otras que tengo pendiente revisar. La lista incluye casi veinte aplicaciones. Unas me servirán y otras no.
Por ejemplo, sé (lo repasé hoy) que hay que eliminar adverbios. AutoCrit me dice que este texto no lleva ninguno. ¡Hurra!
La herramienta también señala que utilicé un pronombre en primera persona. ¿Lo dejo o no?
Voy a buscar repeticiones: escribí dos veces la palabra “cursos” y metí treinta y cinco “de”. También hay dos “quiero”. Sustituí estos últimos.
AutoCrit es una herramienta para escribir con calidad. Hay otras funcionalidades. Solo que son de pago.
“Quienes van a sufrir son las personas que no tienen creatividad”, es otra sentencia que leí.
Lo diría un poco distinto: “Sufrirá quien que no se ha preparado y capacitado”.
Y no solo hay que conocer y prepararse para usar sin temor las herramientas de AIG.
Uno puede tener el último modelo de cocina, utensilios premium, ingredientes frescos y la receta. ¿De qué depende el producto final?
De las habilidades de quien cocina.
Y para mejorar no está mal llevar un curso de cocina e incluso de chef.