El negocio de la cerveza artesanal no se limita a producirla y venderla. Combinar malta, agua, lúpulo y levadura, es solo el inicio de un camino que deja buenas cifras.
La gran aceptación de esta bebida ha impulsado a los empresarios a ofrecer tours por sus fábricas, impartir talleres de elaboración de cerveza, abrir restaurantes especializados o tiendas en las que se venden materias primas.
Costa Rica Craft Brewing, Costa Rica Meadery, Costa Rica Beer Factory, Ticobirra y La Bodega de Chema, son de esas firmas que hicieron una buena lectura del mercado y ahora disfrutan de un trago dulce con sus ganancias.
La primera comenzó en el mundo de la cerveza artesanal al abrir su fábrica en el 2011. En ese entonces, las instalaciones tenían capacidad de producción de 85.900 litros al año.
Esa cantidad llegó a ser insuficiente por lo que se “mudaron” de Cartago a Brasil de Mora, donde pueden producir 420.00 litros. Pero, además, pudieron abrir su restaurante llamado La Planta.
Peter Gilman, director general de la empresa, mencionó que hace cuatro meses inauguraron ese espacio de 246 metros cuadrados (m²) con el objetivo de que los consumidores se acerquen más a la cultura de la cerveza.
En La Planta, ofrecen alrededor de 10 cervezas propias, incluidas sus marcas permanentes, Segua, Libertas y Malacrianza, así como cerca de 30 platillos que son elaborados con sus bebidas.
“Nuestras salchichas alemanas se sirven como entrada. Rebanadas de salchichas glaseadas con miel, cerveza Segua Red Ale y chile picante”, se lee en el menú.
Además de este BrewPub , la empresa, aprovechará las instalaciones para ofrecer tours a partir de esta semana. Costará ¢7.500 e incluye la explicación del proceso productivo y una degustación.
Por su parte, Costa Rica Beer Factory, comenzó su trayectoria de manera contraria: primero abrió un restaurante en Barrio Escalante hace tres años y hasta hace un año empezó operaciones su fábrica en Barreal de Heredia.
A la fecha, la empresa produce una única cerveza: Escalante Red Ale (este año lanzarían la segunda). Su capacidad de producción es de 21.000 litros al mes.
Como parte del crecimiento, abrieron este mes otro restaurante, en Avenida Escazú, de 180 m² y para ello invirtió $300.000.
El local en Escalante mide 460 m² y en su desarrollo la firma ha desembolsado más de $500.000.
“Son 48 platillos en el menú de los dos restaurantes con algunos cambios por los conceptos que se manejan: en Escalante se simula una bodega alemana y en Escazú, un patio alemán en época de October Fest”, explicó Jaime Zuluaga, gerente de operaciones.
Esas comidas tienen al menos un ingrediente marinado en cerveza, que puede ser una de las 150 que tiene en su oferta. Como parte de la experiencia de consumo, enseñan cómo servir, tomar y degustar la bebida escogida.
Aunado a esto, la firma también brinda cursos mensuales en la que los participantes cocinan con sus maestros, se les enseña el equipo y cómo hacerlo. Cuando la cerveza está lista, se le da 15 botellas a cada asistente.
Durante este 2016, la compañía planea inaugurar dos restaurantes, uno por cada formato.
Otros negocios cerveceros
Ticobirra, que inició operaciones en marzo del 2012, se especializa en ofrecer materia prima, equipo y capacitación para preparar cerveza artesanal.
“Realizamos ventas al detalle para quienes elaboran la cerveza como un pasatiempo, o al por mayor, tanto para microcervecerías como para bares”, señaló Luis Arce, gerente general de la firma.
En sus dos tiendas, localizadas en Pavas y Curridabat, se pueden adquirir las principales cervezas.
Los cursos en los que se enseña cómo preparar la bebida tienen dos modalidades: básico (¢9.000) o avanzado (¢15.000).
El gerente destacó que reciben al mes un promedio de 300 clientes entre cerveceros caseros, microcervecerías y clientes que pasan a comprar la bebida.
Un concepto similar maneja la Bodega de Chema, firma fundada en el 2011 en la que se comercializan preparaciones de seis microcervecerías nacionales, y además, se imparten talleres.
En sus años en funcionamiento, la empresa ha dado servicios de maridaje de menús en restaurantes y asesoría para iniciar una microcervecería, entre otros.
“Es un mercado en crecimiento y una industria agradable. Los talleres de cerveza artesanal son nuestro producto más popular y ya son más de 900 los alumnos”, afirmó Josemaría Mora, encargado de la empresa.
Finalmente, Costa Rica Meadery es una compañía productora de tres tipos de hidromieles con estilo cerveza que son comercializadas en algunos gastro pubs ubicados en diversas zonas del país.
Alejandra Araya, vocera de la empresa, explicó que actualmente brindan tours a un máximo de seis personas pero que esperan a mediados de año ampliar esa cantidad al instalarse en otra planta.
“En este momento damos dos versiones del tour ”, agregó.