Boeing anunció este 31 de octubre que varias decenas de sus aviones 737 NG no podrán volar hasta que se reparen las fisuras en la estructura; un problema que se añade a las dificultades de la compañía estadounidense en los últimos meses.
Poco antes, la compañía australiana Qantas anunció que dejaba en tierra un Boeing 737 NG por una fisura en la estructura y que examina otros 32 aviones, aunque aseguró que los pasajeros no tenían nada que temer.
Por su parte, Corea del Sur indicó que nueve aviones del mismo modelo fueron inmovilizados en el transcurso del último mes, cinco de ellos operados por la compañía Korean Air.
Boeing dio a conocer este mes un problema en el pickle fork, una parte del avión que conecta las alas con el fuselaje y es clave para la aerodinámica del aparato.
La agencia federal estadounidense de aviación (FAA) anunció entonces la inspección de algunos Boeing 737 NG tras descubrir “fisuras estructurales” en un avión en China. En esa directiva, del 3 de octubre, la FAA pedía la inspección de cada aparato antes de que alcance los 30.000 ciclos de vuelo (el avión de Qantas con fisuras tenía menos de 27.000 vuelos).
Un portavoz de Boeing en Sídney explicó este jueves a la AFP que menos del 5% de los 1.000 aviones inspeccionados hasta ahora tenían fisuras y que fueron inmovilizados para repararlos. Sin embargo, el portavoz no quiso dar cifras precisas, pero un 5% corresponde a unos 50 aparatos.
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El 737 NG es el predecesor del modelo de un solo pasillo 737 MAX. El modelo tiene tres versiones (737-700, 737-800 y 737-900 con entre 126 y 220 plazas) y desde 1990 se han producido 6.162 ejemplares, según Boeing.
Tanto Boeing como Qantas intentaron tranquilizar a los pasajeros sobre el problema. “Solo utilizamos un avión si tiene todas las garantías de seguridad”, dijo Chris Snook, el responsable de ingeniería de la empresa australiana.
El avión en cuestión “fue retirado del servicio para su reparación”, indicó Qantas en un comunicado, y explicó que acelerará las inspecciones de otros 32 aviones 737 NG para que se terminen el viernes. La compañía explicó que estos aparatos se usan sobre todo para vuelos internos y a veces en trayectos a Nueva Zelanda.
La aerolínea australiana Virgin Airways también inspeccionó sus 17 Boeing 737 NG aunque no detectó problemas, indicó un portavoz de la autoridad australiana de aviación civil.
En cuanto a Ryanair –el mayor operador mundial de 737 NG– aseguró que no se ha visto afectado por el problema. “Ryanair continúa el examen de sus aparatos conforme a las consignas de navegabilidad y no prevé incidencias en sus actividades o en la disponibilidad de su flota”, cita un comunicado.
La compañía de bajo coste Norwegian, que opera 118 Boeing 737-800, explicó por su parte en un correo electrónico a la AFP que su flota no está afectada por las inspecciones porque es muy reciente. Mientras que, Transavia France, la filial de bajo coste del grupo Air France-KLM, indicó que realiza verificaciones, pero que de momento “no fue detectada ninguna anomalía”.
El anuncio de Qantas hace temer que haya fisuras también en modelos más recientes que también opera esta compañía.
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“Estas aeronaves tendrían que quedarse en tierra en lugar seguro hasta que terminen las inspecciones urgentes”, declaró Steve Purvinas, un representante del sindicato australiano de ingenieros.
No obstante, Qantas considera “irresponsable” inmovilizar todos los aviones. “Incluso si hay una fisura no compromete automáticamente la seguridad del avión”, dijo Snook.
Stephen Fankhauser, un experto aeronáutico de la Swinburne University of Technology, explicó que las piezas afectadas están construidas de manera que "la estructura pueda tolerar un cierto nivel de daños o de degradación".
En los últimos meses la reputación de Boeing se ha visto afectada por dos accidentes de sus aviones 737 MAX que dejaron 346 muertos. Desde hace siete meses la flota mundial de ese modelo está en tierra.