John Keith, presidente ejecutivo de Banco Promerica, considera que para que el banco mantenga sus buenos resultados debe existir una mezcla de tres factores: tecnología, sostenibilidad y cierre de la brecha generacional.
Sin embargo, hay factores externos que hacen que, este año, la entidad (con 25 años en el mercado) deba aplicar un freno a la estrategia y crecer menos que en el 2016.
Promerica acumula activos de $12.644 millones, un patrimonio de $1.171 millones y, durante el 2016, las utilidades registraron un crecimiento de 14% con respecto al año anterior.
En términos de crecimiento, ¿se comportó el 2016 de acuerdo con sus expectativas?
En el 2016, Promerica tuvo su mejor año en la historia, con tasas de crecimiento importantes. Eso fue porque estamos en los sectores correctos de la economía y porque tenemos el modelo de negocio muy claro.
“En el 2016, además, existió una reorganización de nuestros competidores que nos deja un espacio abierto y lo aprovechamos. Una vez reorganizados, tendremos un 2017 más estabilizado.
“Sin embargo, el año pasado estaba tormentoso pero teníamos una oportunidad. Este año hay un poco más de tormenta, por lo que vamos con más cautela. Ahora que la tormenta se ve inminente, bajamos con intensidad. El tema en banca es no hacer movimientos bruscos, siempre se deben hacer muy pequeños cambios”.
¿Cómo se divide su modelo de negocio?
Nosotros dividimos el negocio en dos: personas y empresas. A su vez, personas lo dividimos a la mitad en tarjetas y crédito de casa y carros; la división de empresas la separamos en 30% corporativa (grandes empresas) y 70% pymes.
¿Cuál de estas dos “mitades” les resulta más atractiva?
No puede existir una sin la otra.
“Sin las tasas de tarjetas, la rentabilidad del banco no podría seguir creciendo; la clave es tener diversificado el riesgo. Si no hay tarjetas, el banco no es rentable y no puede crecer; y si tiene muchas tarjetas, el banco es muy rentable pero con una crisis del consumidor, se sufriría más de la cuenta. Todo se trata de tener un balance”.
¿Qué empresas les interesa?
El cliente que más nos gusta es el que vive del lado de Costa Rica que le va bien; un comercio que importa o exporta, por ejemplo.
“Las empresas de hotelería, tecnología o banano, por ejemplo, también nos interesan. El grueso de nuestro crecimiento no es buscar clientes nuevos, sino el crecimiento de nuestros clientes tradicionales, pues nos hace crecer”.
¿Cómo han sido para Promerica estos primeros meses del año?
Continuamos con una buena tasa de crecimiento, por eso no nos hemos desacelerado tanto como se ha desacelerado la economía.
“Estos primeros meses no los vemos complicados, vemos difíciles los próximos 12 meses, sobre todo por las presiones del tipo de cambio que van a tener un impacto en la capacidad de pago y en la voluntad de endeudamiento de los clientes.
“La situación del tipo de cambio es algo que necesitamos como país, pero que el cambio ha sido muy brusco”.
¿Cree que las decisiones que se han tomado frente al comportamiento del tipo de cambio no han sido buenas?
Lo que están haciendo es conteniendo la olla de vapor. El impacto puede ser paulatino, pero será más violento de lo que debería.
“Lo primero es soltar la presión poco a poco y volver a reglas de mercado.
“¿Cuánto vamos a durar? Lo necesario, lo que no podemos hacer es dejar la olla tapada”.
Entonces, ¿cuál es la estrategia del banco para los próximos seis meses?
Vamos con cautela, entrando a un panorama complicado. Cuando bajen algunas variables, tendremos que recortar el gasto, también algunas inversiones, para llegar al número que nos habíamos propuesto.
Dada la coyuntura actual, ¿en qué sectores ven oportunidades?
Vemos el sector turismo muy pujante, esto le está dando mucho dinamismo al sector y hemos hecho un trabajo importante en la zona de Quepos y Manuel Antonio, por ejemplo.
“Son industrias que avanzan independientemente de lo que pase con el tipo de cambio y otras situaciones de la economía, por lo que estamos escogiendo sectores que, por fortaleza natural, les permite estar más blindados contra estos efectos”.
¿Cómo se proyecta al cierre de este año?
Vamos a crecer un poco menos que el año pasado. El 2016 fue un muy buen año y este año tenemos que ir con más cautela. Prevemos que vamos a ser los segundos en crecimiento y esperamos crecer entre 18% y 20%.
“El plan es lograr un 15% de rentabilidad y crecer unos $1.500 millones en activos, $500 millones más que el año pasado”.