Washington.- La inflación aumentó en enero en Estados Unidos pese a la persistente caída de los precios de la energía, lo que incrementa la posibilidad de que vuelvan a subir las tasas de interés en marzo.
El departamento de Trabajo dijo este viernes que el Indice de Precios al Consumo aumentó en enero 1,4% respecto al mismo mes de 2015. Fue el mayor incremento desde octubre de 2014.
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La inflación subyacente, la que excluye precios volátiles, como los de la energía y alimentos, aumentó 2,2% y fue la más alta desde junio de 2012.
Ese 2,2% está por encima del objetivo de 2% anual que la Reserva Federal (Fed) tiene como meta, pues considera que es una inflación sana para normalizar su política monetaria basada en tasas mínimas.
Analistas comentaron que los datos de este viernes sustentan la determinación de la Fed de endurecer su política monetaria este año aún cuando otros grandes bancos centrales bajan las tasas para estimular el crecimiento.
En enero los precios de la energía siguieron bajando (-2,8%) pero aumentaron los de bienes y servicios.
Los alquileres continuaron en alza (+0,3%), al igual que los precios del transporte (+0,4%) y de la atención médica (0,5%). Los precios de la vestimenta, que venían cayendo desde hace cuatro meses, subieron 0,6% impulsados por el duro frío de enero.
El salario medio por hora subió 0,4% en enero, su mayor alza en cinco meses.
Los precios anualizados subieron rápidamente y "eso es lo que la Fed quiere decir cuando afirma que los efectos de los precios de la energía y de un dólar fuerte son transitorios!", dijo Jay Morelock, de FTN Financial Capital Markets.
La Fed sostiene que el impacto de la caída del precio del petróleo y el del fortalecimiento del dólar, que abarata las importaciones, van a disiparse por el incremento de la inflación.
Para el economista Ian Shepherdson, "los inversores deben olvidar rápidamente la idea de que un dólar fuerte implica que no haya que preocuparse por la inflación".
"Un aumento de las tasas en marzo aún es posible", dijo Shepherdson, economista jefe de la consultora Pantheon Macroeconomics.
Recordó que en menos de un mes, justo el 16 de marzo, cuando se reúna el comité de política monetaria de la Fed, el gobierno divulgará la inflación de febrero.
En una semana, además, la Fed también dispondrá de la inflación de enero medida en base a los gastos de consumo; su barómetro favorito para medir la evolución de los precios.
El informe de este viernes "hará fruncir el ceño de la Fed sobre los riesgos inflacionarios", dijo Jason Schenker del gabinete de análisis Prestige Economics.
"Además, la tasa de empleo cayó en enero a 4,9%, lo cual aumenta la probabilidad de que suban las tasas de interés en marzo", añadió.
La Fed tiene el mandato de luchar contra la inflación y favorecer el mercado laboral.
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Los datos de la economía estadounidense han sido bastante mediocres con un enlentecimiento del crecimiento en el último trimestre de 2015 (+0,7% a ritmo anual)
El temor a un mayor enlentecimiento del crecimiento de China y la volatilidad de los mercados desde comienzos de año, llaman a la prudencia de los miembros de la Fed.
En su reunión de enero, los miembros del comité de política monetaria de la Fed admitieron que las turbulencias financieras son un factor de "incertidumbre" para la economía estadounidense.
El endurecimiento de las condiciones financieras en los mercados tienen el mismo impacto que un endurecimiento de la política monetaria, estimaron los miembros de la Fed.
En esas condiciones, Steve Murphy de Capital Economics estima que si las chances de aumentar las tasas en marzo son "bajas", la Fed actuaría en junio.
La Fed quiere normalizar su política monetaria y en diciembre pasado aumentó las tasas de interés que estaban en casi cero desde la Gran Recesión 2008-09 y planea seguir aumentándolas a lo largo de 2016.