Un país no puede cerrar sus puertas en una quiebra y despedir a sus ciudadanos, tal y como lo haría una empresa con sus empleados. Una nación pasará por el fondo de la crisis y debe buscar la forma para salir.
Sin embargo, Grecia es hoy lo más cercano a un país desarrollado en quiebra. Carece en lo absoluto de fuentes de financiamiento, su producción es débil y sus deudas lo ahogan debido a la indisciplina fiscal del pasado.
El país europeo se puede comparar con una persona con deudas en tarjetas de crédito (por un exceso de gastos) y cuyo ingreso (o salario) es insuficiente para hacer frente a las obligaciones, al punto que lo llamaron a cuentas por dejar de pagar.
El pasado 30 de junio, Grecia tenía que pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) una deuda de 1.500 millones de euros ($1.665 millones) y no lo hizo, por lo que la entidad lo declaró como moroso, en atraso o impago.
Ese monto es solo una parte de la deuda que mantiene la nación con la entidad, que para la semana pasada era de 21.200 millones de euros por erogaciones realizadas en el 2010 y en el 2012.
Empero, el anunció en Europa no fue el único. El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, declaró el 28 de junio que la situación fiscal de la isla era insostenible y que ya no podrían hacerle frente a los pagos pendientes debido a un fuerte déficit, por lo que estaban convocando a sus acreedores para hacer arreglos de pagos.
A diferencia de los griegos, los puertorriqueños sí efectuaron un pago de $1.900 millones por bonos que vencieron el 1 de julio, lo que evitó una crisis más profunda.
¿Cómo se llega a la quiebra?
El camino para llegar a la situación en la que está Grecia no es extraño. Ya varios países lo han recorrido, incluida Costa Rica en nueve ocasiones.
En el caso griego, el gasto público en salarios, pensiones y beneficios para los funcionarios públicos consume la mayoría del presupuesto y en forma creciente, lo que motivó el aumento de la deuda pública a más del 100% desde hace 20 años.
Para el analista de políticas públicas del Cato Institute en Estados Unidos, Juan Carlos Hidalgo, el rumbo para ser una economía insolvente se toma cuando se acaban las tres fuentes de financiamiento: los impuestos, los préstamos o la emisión de moneda.
La última opción no es viable para Grecia, pues su moneda de circulación es el euro, cuya emisión no controla directamente.
“Un país se va a la quiebra cuando gasta mucho más de lo que recauda en impuestos y los acreedores pierden la confianza en la capacidad de pago de ese gobierno y empiezan a demandar intereses cada vez más altos”.
Orlando Soto, gerente general del Grupo Acobo, explicó que Grecia sufre de la acumulación de varios problemas por años y uno fue el crecimiento desmedido de su gasto corriente y el mantenimiento de beneficios que con el tiempo fueron insostenibles.
Uno era la edad de retiro anticipado, que era poco más de 50 años, mientras que en otros países del continente rondaba los 60 años.
También, agregó Soto, ocurrió otro problema en el sector financiero cuando se unieron a la Unión Europea.
En ese momento, llegaron los bancos franceses y alemanes a ofrecer financiamientos con tasas de interés más bajas en comparación con las que ofrecían los bancos locales.
Lo anterior provocó un aumento del endeudamiento que terminó por crear riesgos en el sistema financiero.
Vidal Villalobos, analista del Portfolio Advisory Group de Scotiabank, explicó que Grecia y Puerto Rico cayeron en esta situación debido a que fueron incapaces de generar flujos de efectivo sanos y que inspiraran confianza a los inversionistas.
“Sus altos compromisos obedecen a un sostenido y recurrente déficit fiscal que acrecienta cada vez más la deuda”. Sin embargo, aclaró que Japón tiene una deuda muy alta con disciplina que le permite generar superávits fiscales primarios, con los que atienden los pagos de las obligaciones financieras.
El exministro de Hacienda Edgar Ayales insistió en que varios elementos de Grecia son similares a los que tiene Costa Rica en este momento, por ejemplo, una baja producción y déficit.
Ayales recordó que la solución para Grecia es volver al FMI y tratar de renegociar, dado que ahora tiene muy pocas opciones o ninguna de conseguir un prestamista que esté dispuesto a darle los euros necesarios.
No obstante, la renegociación pasará obligatoriamente por ajustes o una reestructuración de sus finanzas, de su sistema salarial y de pensiones.
La solución depende del referendo de este domingo. El Gobierno griego impulsa el “no”, que implica evitar la renegociación, mientras que el “sí” llama a sentarse de nuevo con los acreedores.
Con el “no” cabe la posibilidad de una salida de la zona euro y un nuevo control de la moneda local, con la que se haría una fuerte devaluación, pero retomaría el control de la política monetaria.
Con deudas
La situación económica de Grecia trajo a colación las ocasiones anteriores en que un país se ha declarado en impago, cesación de pagos o default. Estos son los países con más declaratorias.
14 eventos: España.
11 eventos: Venezuela, Ecuador.
10 eventos: Brasil.
9 eventos: Francia, Costa Rica, México, Perú, Chile y Paraguay.
8 eventos: Argentina, El Salvador, Alemania.
7 eventos: Colombia, Uruguay, Portugal.
6 eventos: Estados Unidos, Rusia, Grecia, Turquía y Bolivia.
Fuente Estudio de Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, citado por BBC.