La autorización del juez federal estadounidense Thomas Griesa al Citibank a pagar intereses de bonos reestructurados de la deuda argentina formó parte de un acuerdo con los fondos "buitre", veedores del plan del banco que incluye su retirada de ese negocio.
La decisión de Griesa, que lleva firma del viernes y fue hecha pública el lunes tras negociaciones privadas entre las partes sin audiencia de por medio, es una "tregua" que momentáneamente no perjudica a Argentina en la batalla judicial por su deuda en default desde 2001, al permitir el pago hasta septiembre próximo de esos bonos canjeados en 2005 y 2010.
"NML y otros acreedores alcanzaron un acuerdo con Citibank , por el cual Citibank aceptó no apelar la decisión del juez sobre la orden que cubre todos los bonos reestructurados de Argentina. El juez Griesa aprobó este acuerdo", indicó uno de los fondos especulativos en un comunicado emitido el domingo por la noche, dejando en claro su papel de veedor de la autorización del juez.
NML Capital y Aurelius ganaron un juicio a Argentina ante Griesa por $1.330 millones de deuda en default desde 2001 aunque aún no han logrado que se ejecute la sentencia.
Para buscar que se cumpla el fallo, el juez mantiene bloqueado desde julio pasado en el Bank of New York (BoNY) un depósito de $539 millones que efectuó Argentina para tenedores de bonos reestructurados en dólares bajo legislación estadounidense y en euros bajo legislación británica, una medida que llevó al país a un default parcial sobre su deuda canjeada.
Griesa había habilitado desde entonces tres veces de manera excepcional que Citibank abonase los intereses de bonos reestructurados bajo ley argentina en dólares, pero el pasado 12 de marzo resolvió prohibir el próximo pago previsto para fin de mes, dejando al banco al borde del abismo legal entre su orden y la amenaza de Argentina de retirarle su licencia y sancionarlo.
Ante esta situación, Citibank anunció el martes pasado a Griesa su intención de dejar de operar tan pronto como sea posible con bonos reestructurados de deuda argentina y solicitó que mientras tanto se le permitiese seguir pagando, una propuesta que fue aceptada bajo severas condiciones por los fondos "buitre".
Como explicó NML en su comunicado, el acuerdo aplica solo a Citibank y fue específicamente hecho a medida para tratar las singulares circunstancias que enfrenta a Citibank Argentina luego de que Citibank anunciase que abandonaba el negocio de la 'custodia' (de bonos) en Argentina.
En ese sentido la orden de Griesa establece un preciso calendario para los dos próximos vencimientos de pagos (31 de marzo y 30 de junio), en medio de los cuales Citibank deberá haber organizado su prometida salida y entregar prueba de ello a los fondos "buitre".
Por ello se estipula que el pago de junio sólo será aprobada "si Citibank ha cumplido con los requerimientos" establecidos para el 1 de junio próximos.
Con el siguiente vencimiento previsto para fines de septiembre, la "tregua" sigue el calendario electoral argentino, ya que el 25 de octubre habrá presidenciales sin posibilidad de reelegir a la mandataria Cristina Kirchner, que se niega a ceder ante los fondos "buitre".
Tras el fallo a favor de estos fondos, Argentina enfrenta ahora demandas por $5.400 millones de tenedores de bonos de su deuda en default que quieren sumarse al fallo de Griesa.
Los denominados "me too" (yo también) forman parte del 7% de tenedores de bonos impagos desde 2001 que no entraron en los canjes de deuda argentina de 2005 y 2010, aceptado por 93% de los acreedores y efectuados con importantes quitas.