San Juan.- Una media de once puertorriqueños pierden cada día su vivienda por no pagar la hipoteca, un problema en aumento en la isla caribeña, que acumula casi una década en crisis y que ha llevado a aprobar una ley para favorecer que los afectados sean ayudados por sus familiares.
Se calcula que en los últimos cinco años más de 25.000 familias han perdido sus hogares en esta isla de 3,5 millones de habitantes (4.000 sólo en 2015) y que aún hay 20.000 familias que acumulan retrasos de tres meses en el pago de sus hipotecas, por lo que están en peligro de que sus viviendas pasen a manos de los bancos.
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Estos datos se desprenden de la documentación utilizada para elaborar un proyecto de Ley que debate este martes el Senado local para eliminar las penalizaciones bancarias a quienes destinen fondos de determinados productos financieros de ahorro a ayudar a sus familiares con el pago de sus hipotecas.
"Se trata de una pequeña aportación en la búsqueda de soluciones a un grave problema", dijo en declaraciones a Efe el senador y autor de la iniciativa, Ángel Rodríguez Otero, tras recordar que Puerto Rico se encuentra en medio de una grave crisis económica.
La medida pretende que se elimine la actual penalización del 10% que se impone a quienes retiran su dinero del producto financiero de ahorro conocido como las Cuentas de Retiro Individual (IRA) antes de cumplir los 60 años, tal y como estipula la actual normativa.
El fin de la penalización del 10% sería efectivo cuando el dinero retirado de las cuentas IRA sea utilizado para el pago de una hipoteca del hogar de un familiar de hasta cuarto grado de consanguinidad si existe el riesgo de que la entidad bancaria se quede con la propiedad por retrasos en los pagos.
La medida que apoya Rodríguez Otero ha sido extensamente analizada en vistas públicas y ha recibido la aprobación de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) y el Departamento de Hacienda de la isla.
El legislador destacó que si bien no hay información sobre el número de cuentas IRA existentes en Puerto Rico, sí se dispone del dato de que en este producto financiero de ahorro hay invertidos $2.800 millones en entidades financieras puertorriqueñas.
Rodríguez Otero adelantó que se trata solo de una primera medida encaminada a solucionar el problema de la falta de liquidez de los puertorriqueños para afrontar el pago de sus hipotecas y añadió que en los próximo meses pueden darse a conocer nuevas iniciativas.
Dijo que este tipo de medidas son necesarias para atener un problema que afloró en Puerto Rico a partir de mediados de la pasada década, cuando comenzaron a sentirse las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria.
“Otro de los problemas que se registran actualmente es el de que muchos puertorriqueños tienen que afrontar el pago de propiedades cuyo valor es menor que la deuda financiera contraída”, subrayó Rodríguez Otero sobre la consecuencias de la caída del precio de las viviendas tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, que golpeó a la isla con gran intensidad.