El objetivo del candidato republicano Donald J. Trump se resume en lograr una economía interna más fuerte y dinámica a través de la creación de empleos en Estados Unidos y un aumento en el consumo de productos nacionales.
Para lograrlo, propone un planteamiento proteccionista: la renegociación – o en casos extremos el rechazo – de los tratados de libre comercio actuales y el incremento de impuestos arancelarios en las importaciones al país, sobre todo para los productos originarios de China y México.
Sin embargo, las propuestas de Trump tendrían posiblemente efectos contrarios a los que el candidato desea.
Romper con los acuerdos económicos internacionales tendría más costos que beneficios. La renegociación o eliminación de los tratados comerciales resultaría en un cambio importante en la política internacional (que más bien le cede poder a China), en menos integración económica global y en menos confianza en Estados Unidos. Esto aumentaría el riesgo de conflictos internacionales e incluso podría eventualmente iniciar una guerra comercial. Todo esto llevaría fundamentalmente a menos inversión, menos consumo y menos empleo en Estados Unidos.
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Incrementar los impuestos arancelarios en las importaciones en general e imponer aranceles extraordinariamente altos a productos originarios de China y México no resultaría en la generación de nuevos empleos, ni en un aumento en el consumo de productos nacionales (Estados Unidos).
Al contrario, tendría consecuencias negativas en la integración de la economía mundial, en las exportaciones de Estados Unidos a estos países, en la creación de empleos y en el costo de vida de los estadounidenses. En fin, el dinamismo de la economía interna del país norteamericano se vería estancado.
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Una economía global integrada y una economía estadounidense saludable son esenciales para el crecimiento de la economía costarricense porque significan seguridad económica, más inversión, más consumo, más exportaciones, más importaciones y más empleo tanto en Estados Unidos como en Costa Rica.
Las propuestas de Donald Trump, al afectar negativamente a la economía de mercado internacional, tendrían repercusiones desfavorables para la economía nacional.