El voto electrónico, que debía aplicarse durante las elecciones de 2014, se implementará ahora en las elecciones municipales del 2016 debido a la ausencia de simulacros.
De los seis ensayos que debían realizarse antes del lanzamiento oficial, se realizaron dos, lo que excluyó a Costa Rica de “estrenar” una herramienta que ya es utilizada en varios países de la región.
Facilitar la labor de los miembros de mesa, evitar llenar actas, contar con los resultados en tiempo real y eficiencia en la logística electoral son algunas de las ventajas que tendrá el sistema una vez puesto en operación.
¿Qué pasó?
El software por utilizar en el plan piloto de voto electrónico se empezó a desarrollar dos años atrás, sin embargo, la compra de los dispositivos se hizo efectiva entre agosto y setiembre de 2013.
El atraso en la compra pospuso el inicio de los simulacros que estaban programados para realizarse en noviembre, diciembre y enero, según explicó Héctor Fernández, director del Registro Electoral del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Una vez instalado el software en los dispositivos, se realizaron pruebas con representantes de los diferentes partidos políticos, quienes recomendaron agregar la opción de votar en blanco.
El proceso contó con el acompañamiento de representantes de la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes además hicieron valoraciones de índole técnica.
“Fue precisamente la introducción del voto en blanco y la realización de otros ajustes técnicos los que retrasaron los simulacros”, afirmó Fernández.
El programa se desarrolló en el departamento de ingeniería de software de la Dirección de Estrategia Tecnológica del TSE y se adquirieron 50 dispositivos electrónicos.
La meta es continuar con las pruebas y aprovechar las elecciones del 2 de febrero para colocar las máquinas fuera de las urnas electorales y que los votantes prueben el sistema para contar con las impresiones y sugerencias del público en general.
Más adelante, los dispositivos estarán disponibles para votaciones de estudiantes, universidades y colegios profesionales.
“Lo que queremos es dar a conocer la solución, irla promocionando y que sirva de prueba para ver el comportamiento en ambientes reales”, dice Fernández.
De resultar exitoso, esperan implementar la opción de voto electrónico en un 50% o un 30% de las juntas electorales que registra el TSE.
La implementación
Ronald Jiménez, vicepresidente de la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicación (Camtic), considera que en este momento el voto electrónico no es un lujo, sino una necesidad.
La implementación facilitaría la transparencia, el conteo, la seguridad y otros atributos que ya de por sí ofrece el TSE, pues sería complementar con tecnología el prestigio que ya se ofrece.
Jiménez considera que el proceso sería más sencillo si a alto nivel existiera un lineamiento claro sobre la implementación del voto electrónico, pues así se podría exigir una ejecución y un planteamiento más eficaz.
“Lo que hace falta es un poco más de empatía con la tecnología por parte de algunos magistrados, pues desde ahí vienen el freno”, asegura.
En términos de presupuesto, para las elecciones de 2006, el país invirtió alrededor de $3,6 por votante, en un padrón de 2.670.000 electores.
Para febrero próximo, el prepuesto ronda los ¢6.000 millones ($12 millones) y hay 3.078.321 votantes inscritos, por lo que el costo por votante rondaría los $3,9.
En el caso de voto electrónico, la inversión inicial se limitó a la adquisición de 50 dispositivos (¢65 millones).
“A mediano plazo se podrá recuperar esa inversión y podríamos empezar a hablar de ahorro”, agrega Fernández.
En Latinoamérica
Experiencia del voto electrónico en el subcontinente.
Brasil: Caso más avanzado y una de las naciones pioneras. Implementó el voto electrónico en 1996.
Venezuela: En el 2003 se inició el proceso de automatización y 9 años después realizó la primera elección nacional en el extranjero con autenticación biométrica del elector y la posterior activación de la máquina de votación.
México: Estados como Jalisco, Nueva León, Coahuila y el DF aplican la herramienta.
Argentina: Buenos Aires, Salta, Tierra del Fuego y Mendoza han aprobado legislaciones para su uso.
Paraguay: Se inició la implementación en el 2001. En las pasadas elecciones volvió al voto tradicional por varios cuestionamientos.
Colombia: Aprobó una ley que obliga a implementar esta tecnología, pero se ha postergado la implementación.
Perú: Se desarrolló una solución tecnológica propia para emitir el voto electrónicamente en dos modalidades: presencial y no presencial.
Ecuador: La primera experiencia se registra en el 2004.
Chile: La experiencia electrónica se remite a elecciones de instituciones como la Universidad de Chile y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena.
Honduras: Aprobó la implementación del voto electrónico en elecciones generales.
Fuente José Martín, pulsosocial.com.