El gigante informático Microsoft sacó a la venta su último sistema operativo Windows 10 este miércoles 29 de julio como una actualización gratuita para sus usuarios en 190 países y por ahora las críticas especializadas destacan sus atributos más que sus posibles yerros.
El desafío es grande para la empresa, que lanzó el sistema operativo tanto para computadoras personales (PC) como para dispositivos móviles como teléfonos inteligentes y tablets. Microsoft espera con este lanzamiento ganarse adeptos en el sector móvil, donde quedó rezagado detrás del Android de Google y el iOS de Apple.
"Nuestra visión era de una sola plataforma, una sola tienda, y una experiencia que abarcara la mayor variedad de aparatos desde las pantallas más pequeñas hasta las más grandes, pasando por los que no tienen pantalla alguna", dijo el vicepresidente de Windows, Terry Myerson en una publicación en un blog.
Agregó que Windows 10 empieza a dar nuestra visión de una computación más personalizada. "En este mundo las experiencias son móviles, se mueven de forma imperceptible con la gente a través de sus dispositivos", recalcó Myerson.
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"La interacción con la tecnología es tan natural como la interacción con las personas con el uso de la voz, lapiceras, gestos e incluso busca la mejor interacción, en la forma adecuada, en el momento justo. Y en nuestro mundo conectado y transparente, respetamos su privacidad y protegemos su información", añadió.
Windows 10 –desarrollado directamente desde Windows 8, que obtuvo una pobre respuesta– se ofrece como una actualización gratuita para la mayoría de los dispositivos, lo que lo vuelve disponible para miles de millones de aparatos.
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Microsoft espera romper el círculo en el que los usuarios descartaban Windows para sus dispositivos móviles debido a la escasa oferta de aplicaciones en su catálogo, frente a la de sus rivales, lo que desalentó a los desarrolladores de aplicaciones de crear versiones para Windows.
Esta decisión podría otorgar una mayor popularidad a los dispositivos ofrecidos por Windows y sus socios, y aumentar las posibilidades de la compañía de ganar dinero a través de las búsquedas, compras y de sus servicios en la nube.
Con Windows 10, entre otros productos, Microsoft también cambia su modelo de ventas de programas, que pasa de una única compra a un sistema de suscripción –o de ofrecer un programa como un servicio– en un intento por competir mejor en el escenario tecnológico actual.
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Las reseñas especializadas destacan la incoporación del menú de inicio, la estética del Windows 8 y la posibilidad de cambiar el tamaño de los iconos o de quitarlos, de la opción de quedarse con una opción de menú similar a la de Windows 7, que mantiene los requisitos técnicos de esas dos anteriores versiones lo que garantiza la fluidez en el funcionamiento.
Además, resaltan las nuevas aplicaciones como el asistente de voz Cortana para preguntarle sobre el clima y pedirle que realice una búsqueda en Internet, abra una aplicación, tome notas e incluso que cuente chistes.
Sobre el Edge la crítica es que no está maduro, que le faltan aplicaciones o que cambie el motor de búsqueda en la web de Bing (creado por Microsoft) a cualquiera otro, pero que es prometedor y ligeramente más rápido que el Chrome, permite hacer anotaciones sobre las páginas web para almacenarlas y compartirlas, incluye un modo de lectura (una función ya presente en Safari y Mercury). Por aquello, el Windows 10 viene con Explorer.
Asimismo se resalta la posibilidad para que los desarrolladores diseñen aplicaciones universales para computadoras, tabletas y móviles; la integración con la consola de videojuegos XBox; nuevas funciones de control de seguridad y privacidad; mejoras de diseño y multitarea, que permiten el uso de varios escritorios, entre otros detalles.
Las críticas advierten que todavía no hay dispositivos para aprovechar la función de activar el escritorio de manera remota; y las escasez de aplicaciones y en especial de aplicaciones para dispositivos con pantallas tactiles, heredada de Windows 8. Aunque a continuación califican eso como detalles menores.