El tema tarifario provoca el primer conflicto de fuerzas de poder en el mercado celular, debido a reglas que chocan unas con otras y mecanismos de aplicación poco claros, luego de 22 meses de vivir en un ambiente no monopólico.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció un aumento en el costo de los mensajes de texto (SMS) de ¢1,70 a ¢ 3, amparado en una resolución de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) en abril.
Esta decisión incluyó aplicar la tarifa de Internet móvil por descarga bajo la modalidad de prepago que aprobó la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) a fines del 2012.
El paso lo había dado Claro semanas atrás de manera sigilosa y fue seguido por Movistar la semana pasada, pero solo con el aumento de tarifas de SMS.
Este movimiento pone a prueba el músculo de la Sutel frente a tres actores. El primero, la Aresep, un hermano mayor que tiene la última palabra en tarifas.
El segundo son los operadores, especialmente el ICE, que ha mostrado que su pulso no tiembla cuando se trata de ejecutar estrategias comerciales. Ante ellos, el ente regulador del mercado de telecomunicaciones tendrá que consolidarse en su papel de árbitro para delimitar la cancha y hacer cumplir las reglas.
Y el tercero son los consumidores. La Sutel deberá generar confianza entre los clientes de telefonía móvil, a quienes les están tocando el bolsillo, y al que los promotores de la apertura de telecomunicaciones habían prometido que el paso hacia la competencia no implicaría un alza en el costo de los servicios.
Un tema pendiente
En el país, el último ajuste tarifario (del servicio de voz y mensajería de texto, SMS) data del 2006. Con ello, el valor de los SMS en el tiempo había caído un 30%.
El ICE y sus competidores, Claro y Movistar, habían manifestado el interés por actualizar el costo de estos servicios. Sin embargo, la tarea había quedado en modo de pausa en la agenda de la Sutel.
El consejo de la Sutel analizó el tema durante el 2011 y el 2012, pero resolvió esperar un estudio para determinar el nivel de competencia del mercado.
Así, la labor de la Sutel en este campo se había limitado a la simplificación del pliego tarifario y la emisión de una tarifa para cobrar el servicio de Internet móvil por descarga (consumo) a los clientes de la modalidad de prepago.
El remezón vino en abril, cuando la Aresep publicó en el diario oficial La Gaceta un acuerdo que cambia el estatus de los mensajes de texto (SMS), de servicio de telecomunicaciones a servicio de información. Con ello, la tarifa de los SMS sería de libre fijación en el mercado. La Sutel apeló la medida ante la Aresep y su resultado definirá su espacio de acción en el campo tarifario.
Según explicó Maryleana Méndez, miembro del Consejo de la Sutel, la Aresep tiene injerencia en materia tarifaria, pero no tiene potestad para definir la naturaleza de un servicio de telecomunicaciones. Esto sería tarea exclusiva de la Sutel.
Gilles Maury, consultor de la firma Deloitte, explicó que la situación no resulta sorpresiva. “La evolución de la tecnología borra fronteras. Este caso típico que demuestra que el diseño de los reguladores no calza con la regulación de un mercado que no espera reglas para organizarse”, dijo
Por ello, la definición de los límites de acción entre Sutel y Aresep provoca confusión en el mercado. “Es un mensaje poco adecuado para el mercado y no es normal. Lo importante será resolver rápido”, añadió el consultor de Deloitte.
Mayor definición
La aplicación de la tarifa de Internet móvil por descarga es otro ejemplo de que se necesita mayor claridad en la reglas del mercado móvil.
La solicitud de la Sutel de abstenerse de implementar el nuevo modelo de cobro del servicio de datos no encontró oídos en el ICE, que apeló la medida.
Esta no es la primera vez que la empresa estatal se enfrenta a la Sutel. La portabilidad numérica, el uso del espectro radioeléctrico en la frencuencia de 2.6 GHz para brindar servicios 4G LTE y la entrega de información sobre cobertura de sus redes son parte de las disputas que han enfrentado ambos actores.
Se trata de más que una diferencia de criterios. Elías Soley, abogado de la firma Soley, Saborío & Asociados, opinó que el clima de negocio de un mercado depende del respeto que se tenga del ente regulador por parte de las empresas participantes. “No basta con que las reglas existan, sino que tienen que acatarse por los agentes del mercado y funcionar”, comentó.
Soley dijo que existen obligaciones que cumplir y un desacato exige una amonestación por parte del ente regulador. “Hay una tendencia a judicializar los temas y a sentirse legitimados con la idea de que no va a pasar nada. Este es uno los desafíos que se debe enfrentar a corto plazo”, añadió.
Por su parte, la situación en materia tarifaria también crea confusión entre los clientes. “El consumidor queda en una situación precaria, porque ocupa que las instrucciones del regulador se cumpla”, afirmó Soley.
El problema es que la aplicación de esas instrucciones son poco claras y se tratará de sentar precedentes con el aumento del SMS y la tarifa de Internet móvil por descarga en prepago.
Así, el reto para la Sutel, y la misma Aresep, es despejar los nublados del día rápidamente y tomar el timón de un mercado que podría entrar en una fase de mayor competencia, con la aplicación de la portabilidad numérica en noviembre.
Esta será una fase en la cual podríamos ver operadores más agresivos por clientes.